domingo, diciembre 01, 2013

Stevie Wonder: El debut que faltaba en Chile

El Mercurio

Otra deuda pendiente por años en la cartelera de conciertos internacionales va a quedar saldada este 10 de diciembre, con el debut de esta figura máxima de la canción popular. Este es el bagaje que trae Stevie Wonder para su primera vez en Chile. Sus principales canciones y la influencia que tuvo en exitosos músicos chilenos.  

DAVID PONCE

Ha ganado la llamativa cantidad de veintitrés premios Grammy en poco más de treinta años, ha sido inducido a los llamados Salones de la Fama del rock y del soul, ha vendido un número estimado en cien millones de discos, nueve canciones suyas han llegado en la historia al tope de los rankings en EE.UU. y tampoco falta un Oscar en su podio personal. Los números de Stevie Wonder son masivos, pero incluso más allá del Billboard y las estadísticas, el repertorio del artista estadounidense que este 10 de diciembre actúa por primera vez en Chile basta para tomar el peso a su trayectoria.

Stevie Wonder pertenece a esa categoría de músicos que es posible haber conocido en distintos momentos y generaciones durante las últimas cinco décadas. Quienes crecieron escuchando la radio en los años 80, que es la mayoría posible, lo va a identificar por el hit "I just called to say I love you". Pero desde su gloriosa década previa en los 70 tiene otros éxitos de alto impacto bien representados en "You are the sunshine of my life". Ya a fines de los 60 daba muestras de su talento como compositor, y el haber debutado como niño prodigio a los once años remonta el relato hasta sus primeros discos en 1962. Hoy, ya dedicado a dar conciertos y salir de gira más que a grabar, Stevie Wonder tiene décadas de historia con la que poner al día a la audiencia chilena en esta esperada primera vez en vivo.

Firmado, sellado y enviado: el equipaje musical

Está escrito en uno de los dos primeros álbumes de su vida, grabado, como casi la totalidad de su música, para el sello disquero Motown y su filial Tamla, en ese mismo año 62. "Little Stevie Wonder, el genio musical de once años de Tamla, es ciego, una similitud que comparte con un afamado músico y cantante de hoy" dice ahí, porque el disco se llama "Tribute to uncle Ray" y es en efecto una colección de canciones de Ray Charles, recreados por el Pequeño Stevie Wonder: el nombre oficial con que inició su carrera.

Esa presentación habla también del funcionamiento de Motown, el esencial sello estadounidense fundado en 1959 por el productor Berry Gordy, que dio a conocer a voces como The Supremes, The Temptations, The Four Tops, Marvin Gaye y muchas otras. En este caso Motown no se inhibió de explotar los rasgos más evidentes de Stevie Wonder: su ceguera y su talento precoz. "El genio de 12 años", es la traducción del título de otro de esos discos tempranos, y de la época datan éxitos iniciales como la canción "Fingertips", donde se oyen su voz de niño y la armónica que iba a ser desde entonces una de sus marcas registradas.

Para fines de los 60, el cantante se había graduado del apelativo Little y ya era Stevie Wonder a secas, a tiempo para hacer valer una creciente independencia artística que en la década siguiente iba a coincidir con su época de mayor esplendor creativo. Un primer aviso se escucha en el disco "My cherie amour" (1969), con canciones como "Yester-me, yester-you, yesterday" y la que da título al disco. Y lo mejor estaba por venir.

En cinco de los discos de Stevie Wonder en los 70 están al menos siete canciones que todo asistente al show tiene derecho a esperar de su repertorio en vivo. En el álbum "Signed, sealed and delivered" (1970) grabó la canción de igual nombre junto a "Never had a dream come true". En "Talking book" (1972) están los himnos "You are the sunshine of my life" y "Superstition", seguidos al año siguiente por "Higher ground", del disco "Innervisions" (1973), y luego vendría el elepé doble "Songs in the key of life" (1976), con el éxito "Isn't she lovely" y el sello optimista del tributo a Duke Ellington "Sir Duke".

Si es por cronología, los años 80 empiezan para Stevie Wonder con su disco "Hotter than july" (1980), que incluye el sonido reggae de "Master blaster", y continúan con su antología de éxitos "Stevie Wonder's original musiquarium I" (1982), que entre sus canciones nuevas contiene "Ribbon in the sky". Pero el real hito de esa etapa vino de la mano del cine y fue la banda sonora de "La chica de rojo" (1984). Y frente a ese lugar común de lo malos que fueron los años 80 para la música, es justo decir que en este caso Stevie Wonder no ayuda mucho como desmentido.

En la historia hay ejemplos de músicos insignes que en esa década experimentaron el bajón de grabar los discos más discretos de sus vidas: ahí están los Rolling Stones con "Dirty work" (1986) o David Bowie con "Never let me down" (1987) si es por poner casos ilustres. Y esa etapa para Stevie Wonder está marcada por su mayor éxito: "I just called to say I love you". Como si se hubiera propuesto hacer una canción anodina, en cuatro minutos y fracción el cantante echó aquí por la borda su distinción previa, pero sin duda ganó nuevas audiencias y consiguió el mayor éxito de su repertorio, además de crear la banda sonora de una de las postales pop de la década con el baile de la actriz Kelly LeBrock en su vaporoso vestido rojo.

Es la época que los auditores radiales ochenteros de Stevie Wonder recordarán también por dúos como "Ebony and ivory" con Paul McCartney en 1982 y hasta con Julio Iglesias en "My love" en 1988, así como por el cuarteto junto a Dionne Warwick, Gladys Knight y Elton John con que impuso el éxito radial "That's what friends are for" en 1985. Al mismo tiempo es su armónica inconfundible la que se escucha en otros éxitos del dial de esos años, en "I feel for you" (1984), de la cantante Chaka Khan, y "There must be an angel" (1985), del dúo Eurythmics. Y no podía faltar en el elenco de estrellas USA for África que grabó la canción "We are the world" (1985), donde Wonder es el segundo en sacar la voz después de Lionel Richie.

El cantante tiene aún más provecho que obtener de esa época, con el pulso electrónico de "Part-time lover" y la base de piano de "Overjoyed", ambas del disco "In square circle" (1985), y con "You will know", de "Characters" (1987), en la que recupera parte de su prestancia. Como es habitual en las trayectorias de músicos que empiezan a grabar temprano en sus vidas, la frecuencia de lanzamientos se ha hecho mucho más espaciada, y Wonder ha grabado solo tres discos desde 1991. Pero a sus actuales 63 años ya goza de una influencia consolidada. No es posible entender cómo canta Jay Kay en la banda inglesa Jamiroquai sin tener en cuenta a Stevie Wonder. Cuando el rapero Coolio facturó el éxito del año en 1995 al grabar "Gangsta's paradise", todo el trabajo ya había sido hecho por Wonder en "Pastime paradise", la canción original de 1972. El cantante ha compartido escenario con figuras de generaciones recientes como India.Arie y Alicia Keys, y antes "Higher ground", esa canción del 72, fue recreada por los Red Hot Chili Peppers en su álbum de 1989. "Mother's milk" se llama ese disco, y es un nombre apropiado. Stevie Wonder es leche materna, y de larga vida, para generaciones de artistas y audiencias.

Stevie Wonder

Martes 10 de diciembre, 21 horas, Movistar Arena, Santiago. $230.000 a $28.500, boletos en el sistema Puntoticket.

"Con 'I just called to say I love you' echó por la borda su distinción previa, pero ganó nuevas audiencias y consiguió el mayor éxito de su repertorio, además de crear la banda sonora de una de las postales pop de la década del 80 con el baile de la actriz Kelly LeBrock en su vaporoso vestido rojo".
 Su eco en ChileEl jazzista Enrique Luna grabó, en el único disco de su precursor grupo chileno de jazz rock "Fusión, Top soul" (1975), una versión de "You are the sunshine of my life". "En aquel entonces llegué a Chile con experiencias musicales potentes desde Boston, donde estudiaba, y mis influencias de Miles Davis, Jimi Hendrix y el movimiento Motown colindaban. Fusión experimentaba mucho con los géneros del momento, y esa canción nos pareció pertinente por su concepto armónico claramente jazzístico", dice el músico, que recuerda haber presenciado además un ensayo de Stevie Wonder en los años 60, en Boston. "Tuve la suerte de ir a un ensayo de él gracias a que dos de mis compañeros de estudios estaban en su sección de vientos. El respeto colectivo por su música era tal que había un silencio extraordinario, y tocaban como si estuvieran actuando en vivo, que es algo que continúo haciendo hasta la fecha. Gracias por eso, Stevie".

El cantante Pedro Foncea recibió el influjo temprano de Stevie Wonder desde De Kiruza, el grupo que formó en los años 80. "Para mí es como un hermano mayor. Su música siempre es nueva, supera el virtuosismo para volver a la naturalidad. Su condición de afroamericano sobrepasa las creencias, es una vibración que cualquiera puede comprender y que trasciende los géneros musicales. Tiene un nivel que es de erudición, pero abre sus alas y en ellas cabemos todos".

Milton Mahan, cantante y productor del dúo pop Dënver junto a Mariana Montenegro, incrementó la influencia de la música soul en el reciente disco "Fuera de campo" (2013) y es también un seguidor. "La música negra siempre ha sido muy competitiva, quizás por sus ánimos reivindicativos en una sociedad donde tenía que abrirse espacio a la fuerza. En esta competencia salieron músicos excepcionales en los años 60 y 70 y es probable que Stevie vaya a la avanzada de todos ellos. Fue el primero en producir y tocar todos los instrumentos de un disco ("Music of my mind", de 1972), lo que sentaría precedentes para leyendas como Prince o Michael Jackson. Fusionó estilos como nadie desde el soul a la música progresiva, jazz, pop, electrónica, funk, y aún así logró un sonido muy reconocible. Es difícil poner en pocas palabras una carrera tan abrumadora. Más allá de todos los conciertos por los que somos invadidos, ésta es una visita histórica en nuestro país y sin duda es el evento musical del año".Las 7 maravillas de Wonder* "My cherie amour" (1969). Una de sus mejores melodías, marca además el período de emancipación artística que inicia a fines de los 60.

* "Never had a dream come true" (1970). El coro inicial que tararea el cantante es recordatorio inmediato de esta canción del disco "Signed, sealed & delivered".

* "You are the sunshine of my life" (1972). En una palabra: himno.

* "Superstition" (1972). Otro éxito mayor, sumado al timbre inconfundible del teclado clavinet patentado aquí por el músico.

* "Isn't she lovely" (1976). Pulso ligero, armonías desenvueltas y una melodía insuperable: Stevie Wonder en todo su esplendor.

* "Ribbon in the sky" (1982). Distinción e intimidad en una balada de piano.

"It's you" (1984). De la película "La chica de rojo" brilla con colores propios este dúo con Dionne Warwick.
DAVID PONCE.

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