El Mercurio
La banda presentó el domingo pasado su primer espectáculo en el continente blanco. Sonido a través de audífonos y 25 toneladas de equipos fueron parte de los preparativos.
C.A.L. y P.C.
Un concierto único y casi en silencio. Eso es lo que vivieron el domingo 19 fanáticos de la banda Metallica en la Base Carlini de la Antártica argentina. Por primera vez en su historia, la agrupación abandonó los escenarios urbanos y realizó un show en medio de un continente donde destacan los kilómetros de hielo, el silencio y los grados bajo cero.
El evento se transmitió a partir de las 22:30 horas, a través de la página web de Coca-Cola, la marca que produjo el show. El concierto ya se había iniciado minutos antes y fue emitido diferido. Así se pudo ver a la banda de rock que repasó los éxitos de su trayectoria, con un setlist que incluyó temas como "One", "Nothing else matters" y "Creeping death".
El grupo se mostró muy emocionado por esta experiencia y subieron a su perfil de Twitter varias fotos del concierto, el cual contó con la asistencia de 120 personas en total. Además, adelantaron estar trabajando en un nuevo álbum que podría incluir una gira por Chile y Argentina.
Si bien el show no es el primero en ese territorio (Los Jaivas se presentaron ahí en 1983), sí requirió de una ardua preparación y de un alto despliegue de producción. Cerca de 50 personas trabajaron en un montaje que incluyó 25 toneladas de equipos para ensamblar el escenario y para cumplir con uno de los principales objetivos de la iniciativa: el cuidado del medio ambiente.
Se instalaron placas solares que generaran energía para los instrumentos e iluminación; además, se construyó el escenario al interior de un domo de 15 metros de diámetro para que la banda realizara su show en completo silencio. "La persona que se saque los auriculares, solo va a escuchar la batería, como un solo", señalaba horas antes Lars Ulrich, baterista de Metallica.
La medida se tomó para evitar el impacto que podría causar la estridencia del espectáculo y para cumplir con los procedimientos establecidos por las pautas del Protocolo de Protección Antártica (Protocolo de Madrid).
"Buscamos hacer un evento musical único, con una banda que tuviera repercusión mundialmente. También hubo una preocupación por hacer un trabajo previo de evaluación de impacto ambiental y de realizar todas las pruebas para asegurar que se mantuviera intacto el ecosistema", señala Unai Álvarez, gerente de márketing de bebidas gaseosas de Coca-Cola Chile.
La banda formada en 1981 y liderada por James Hetfield tuvo que viajar por más de 20 horas desde San Francisco, atravesar el océano a bordo de un crucero, e incluso probar distintas baterías que no generaran un exceso de ruido para las condiciones del lugar. Previo al concierto, los miembros del grupo de metal se reunieron con los 19 ganadores provenientes de México, Argentina, Colombia, Chile y Costa Rica.
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