El cantautor chileno repasa los hitos que han marcado su carrera, y discute el fin del sello CHV Música.
Carlos Farías
“Me acuerdo la primera vez que toqué en La Casa en el Aire en Bellavista, habían 15 personas; y que en realidad esos 15 estaban tomando ron, y no estaban ni ahí con quién era ese tipo cantando. Pero mi sensación antes de eso era exactamente la misma que la de tocar con Joan Baez, o de subirme al Festival de Viña, o de lanzar un disco en el Movistar Arena, el estado de energía de ponerle intención a las cosas son las mismas”.
Así rememora Nano Stern algunos hitos de su carrera, y las sensaciones que aún predominan tras una década de historia musical. El aniversario lo festejará con tres conciertos, bautizados Una dé-cada canción, el 24, 25 y 26 de noviembre en el Teatro Nescafé de las Artes (entradas por Ticketek). Con un repertorio compuesto por sus siete discos editados, en donde dominan los mestizajes sonoros propios del cantautor; con tintes de rock, jazz, y lo más diverso de la música latinoamericana.
“Va a haber una columna vertebral del repertorio común en los tres shows, pero más o menos la mitad va a cambiar noche a noche. Va a ser en orden cronológico, el primero concentrado en mis dos primeros discos, el segundo en los del medio y el tercero en las cosas más recientes. Van a ser 40 canciones en total en los tres shows”, detalla el artista de 31 años.
Pero además de celebrar en vivo, el festejo de los diez años de carrera incluye un trabajo para la posteridad: el cantante prepara un libro cancionero (editorial Liberalia) con los 40 temas que interpretará durante los tres shows. El texto cuenta con las ilustraciones de la destacada dibujante Sol Díaz (parte de La Orquesta del viento), y se lanzará en formato físico en los shows.
“Me lo planteó la editorial y lo hizo teniendo conciencia de que habían muchas versiones que hacía la gente de mis canciones en internet, tanto de las letras como de tablaturas. La gente que ha hecho de esos temas parte de su vida, es súper emocionante, es como lo más lindo que me pueda pasar y por eso el cancionero me parecía una manera muy en línea con esa gratitud de entregar algo en este hito”, cuenta el ex integrante de Matorral.
Y sigue: “Ha sido ene pega. Ordené las canciones por complejidad de tocarlas, para que sea como un método para que puedas partir con las más fáciles y llegando al final hay algunas que son un poco más complejas de tocar”.
El cantautor también tiene palabras para el fin del sello CHV Música, del que era parte, y que reunía a destacados artistas nacionales como Manuel García, Chico Trujillo entre otros. El proyecto que pertenecía al canal bajó el telón a mediados de julio tras poco más de dos años en el mercado.
“Por el canal me da lo mismo, porque a ellos les dio lo mismo también. Pero me da pena por la gente de CHV Música, porque era un equipo de gente muy bacán, son los mismos básicamente de Oveja Negra, yo tengo pura gratitud con ellos. Tengo por supuesto diferencias, creo que sí faltó entender y ser más osados en el escenario nuevo de la industria digital. Fue un ciclo muy bonito con ese equipo, que tuvo que ver con mi paso por el Festival de Viña y con el Mil 500 vueltas, el que fue disco de oro, lo lanzamos en el Arena pulento, lanzamos un vinilo, giramos por Chile y por muchos lugares del mundo entonces me quedo súper tranquilo y agradecido”, finaliza.
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