El documental George Harrison: Living in a material world se da en el Festival de San Sebastián.
por Rodrigo González
Que era un tipo de "sangre caliente", según Paul McCartney. Que se "enojaba con facilidad", de acuerdo a Ringo Starr. Que durante toda su vida buscó moderar su personalidad para encontrar una salida espiritual. Estas son algunas de las varias pistas que durante las tres horas y media va entregando el documental George Harrison: Living in a material world, de Martin Scorsese.
Realizado con el mismo montajista y el equipo de investigadores que también intervino en No direction home y Shine a light, los filmes anteriores de Scorsese sobre Bob Dylan y los Rolling Stones, respectivamente, este nuevo documental es otro recorrido a una época fundacional de la música popular y en este caso particular al que para él es el más interesante de todos los Beatles.
La película tuvo un paso en agosto por el reciente Festival de Telluride (Estados Unidos) y en el próximo Festival de Cine de San Sebastián, que comienza este viernes, tendrá su estreno europeo. Además en la televisión estadounidense se exhibirá por la cadena HBO el 5 de octubre y es uno de los títulos que estará casi con seguridad en el 8ª Festival de Cine y Documental Musical In-Edit, que va del 8 al 18 de diciembre en Santiago.
George Harrison: Living in a material world no sólo revela algunas facetas desconocidas del guitarrista principal de The Beatles -su tendencia a salirse de las casillas en su juventud es sorprendente, considerando que hacia el final de los 60 era el más pacífico de todos los Beatles-, sino que además contiene un material agobiante de entrevistas. Desfilan ante la cámara de Scorsese los otros miembros de la banda, Eric Clapton, Tom Petty, sus dos esposas y hasta el productor Phil Spector, en una larga entrevista concedida antes de que fuera condenado a 19 años de cárcel por asesinato en el 2009.
Compañero de colegio de Paul McCartney y de humilde familia, Harrison era el menor de los Beatles. Tuvo una infancia marcada, como muchos en su generación, por las malas condiciones económicas de la posguerra en Inglaterra. En el documental, su hermano lo define en algún momento como un "chulo", refiriéndose a su gusto por la vida callejera. Sin embargo, el filme de Scorsese no se toma demasiado tiempo en exhibir los difíciles tiempos de la infancia y adolescencia, concentrándose sobre todo en el período Beatle -la primera parte de la película, de hora y media de duración- y su posterior carrera solista, que acumula casi dos horas.
Imágenes inéditas de The Beatles en Hamburgo antes de la fama universal y tomas de video caseras desconocidas animan estos pasajes, que culminan al fin de la década, cuadro aparece Yoko Ono. Las palabras que le dedica Harrison a la segunda mujer de Lennon son claras: "Nos sofocó, nos autodestruyó".
La película también enfatiza el camino espiritual de Harrison, quien, según Scorsese, fue el Beatle que tuvo una vida más diversa. A diferencia de los otros tres miembros, que vieron sus encuentros con el Maharishi Mahesh Yogi sólo como un pasatiempo, Harrison encontró en la mística budista un auténtico camino de purificación personal.
Su vida, se entiende de la película, fue una eterna preparación para la muerte. En el filme, Harrison confiesa que su primera experiencia con el LSD fue a instancias de Paul McCartney, pero que ni siquiera sabía lo que estaba probando. También hay testimonios de Eric Clapton, quien se defiende como puede de haber destruido el matrimonio de su amigo George con la modelo Pattie Boyd y trata de dar una respuesta honorífica a la situación.
De acuerdo con las primeras críticas de la película aparecidas en The Hollywood Reporter o Variety, Scorsese no pretende glorificar a Harrison ni ubicarlo sobre Lennon o McCartney, pero sí darle un lugar como el hombre menos vanidoso en el grupo y más interesado en colaborar con otros y abrirse a incesantes cambios. En ese sentido se entienden sus empresas en el cine -financió La vida de Brian de los Monty Python- y su entrega final al budismo.
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