La Tercera
La producción de Andrés Wood ha publicado avisos que la presentan como "la madre del folk latinoamericano".
por Gabriela García
No tenía una estrategia. Cuando Andrés Wood estrenó Violeta se fue a los cielos, sólo tenía dos metas: que la película fuera vista por un gran número de espectadores en Chile. Y que pudiera girar por festivales extranjeros, como sucedió con sus cintas anteriores: Machuca y La buena vida. Esta última resultó ganadora del Goya a la Mejor Película Hispanoamericana en 2009.
Pero el fenómeno que desató Violeta... dijo otra cosa. Con 397 mil espectadores en salas locales, la adaptación del libro de Angel Parra fue seleccionada para postular al Oscar a la Mejor Película Extranjera. Carrera que la tiene compitiendo con superproducciones, como la china Flowers of War, de Zhang Yimou.
Desde entonces, lo que más ha creado la productora de Wood son estrategias para contarle, de la manera más atractiva posible, quién diablos es Violeta Parra al mundo. "Cada película tiene un modelo distinto de producción. Pero la de Violeta no se puede mostrar sin entregar información previa", explica el productor ejecutivo del filme, Patricio Pereira.
Volver universal la figura de la folclorista ha sido uno de los objetivos de la campaña que ha contado con el apoyo del Estado (entre 15 y 20 millones de pesos). "En Argentina, muchos la fueron a ver porque la Violeta cantaba Gracias a la vida, un tema que allá hizo conocido Mercedes Sosa. Entonces, comprendimos que con astucia se podían cruzar fronteras", cuenta el director.
Así, la producción hizo un barrido en YouTube. "Buscamos canciones de Violeta que han sido cantadas por grandes artistas. Así llegamos a un concierto de U2 en Buenos Aires, donde Bono entona Gracias a la vida con alguien del público. Ese tipo de material también es parte de la difusión en EE.UU., además de un libro sobre el rodaje", relata Pereira.
Hasta la fecha han aparecido siete avisos publicitarios en revistas como Variety y Hollywood Reporter, con la leyenda: "Before Bob Dylan, in the south of the world, there was Violeta Parra, mother of Latin American folk". Cada uno tiene un costo que va de tres mil a 15 mil dólares. "Son los medios que leen los miembros de La Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas y los que les recomiendan qué ver. Nosotros hemos tenido al menos cinco exhibiciones para ellos (entre ellas la de los Globos de Oro, donde la película no quedó), lo que está sobre el promedio. Hoy es la última", explica Wood.
Quien asiste a estas funciones, se ocupa de la publicidad, le toma el pulso a la recepción en EE.UU. y le entrega un informe diario a Wood, es Block Korenbrot: la agente de prensa que ha manejado películas como El secreto de sus ojos, ganadora del Oscar a la Mejor Película Extranjera en 2010.
Desde Madrid, además, la misma agencia de ventas que estuvo detrás de la cinta estrella de Juan José Campanella, y que ha trabajado con Wood desde Machuca, Latido, se ocupa de la distribución internacional. El filme de Violeta llegará en 2012 a Brasil, Perú, Francia, España y Alemania. "Nos falta un distribuidor en EE.UU., pero tenemos la esperanza de que éste surja en Sundance, donde estaremos el 20 de enero. Sin duda, esta es una muy buena vitrina", dice Wood.
La próxima semana será clave: el 10 de enero se sabrá si la cinta queda dentro de los nominados al Goya y antes del 15 sabrán si los resultados de la preselección al Oscar la favorece. La Academia dará a conocer los nueve filmes que seguirán en carrera, y si el de Wood aparece, sólo le quedará esperar hasta el 24 para saber si entra en la recta final. "Vamos a poner nuestros máximos esfuerzos económicos. Pero no tenemos el presupuesto de grandes compañías ni el de El secreto de sus ojos, que debió estar en el millón de dólares ", dice Pereira.
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