miércoles, octubre 14, 2020

Denisse Malebrán: “Parir este disco fue sumamente difícil, pero el resultado me dejó en paz”

 El Mercurio


Su nuevo álbum, “Antípoda”, está cruzado en su gestación por una enfermedad autoinmune y el relato de su dura historia familiar.

JOSÉ VÁSQUEZ


La columna vertebral de “Antípoda”, el nuevo disco solista de Denisse Malebrán, es el dolor. Hace dos años, la cantante comenzó a sentir fuertes molestias en sus pies y en sus manos a los que no le dio demasiada importancia. “Me negaba a estar enferma”, cuenta la intérprete, quien aún busca un diagnóstico definitivo.


La voz de Saiko hoy sabe que padece una enfermedad autoinmune, una artritis reumatoide “que piensan que puede ser lupus”, señala, una noticia que está lejos de ser positiva, pero que en este camino de incertidumbre ya aceptó y hasta tradujo todo este proceso en una canción que tituló “Sin cuerpo” y que es una de las del álbum que lanza este 16 de octubre.


“Fue loco, porque al escribirla me empecé a sentir mejor. Entendí que si hay días en que me cuesta hacer cosas, me va a costar no más. ¿Qué tanto? No soy invencible. Al principio uno lo niega o lo trata de ocultar, ahora me da lo mismo, hay que normalizarlo”, dice Malebrán, quien no dramatiza con lo que le sucede. “Aprendí que a las enfermedades hay que hacerlas parte de tu vida, pero que no se transformen en tu vida”, plantea la intérprete.


“Sin cuerpo” fue el último tema que compuso para el disco que en 2019 estrenó “Hey” como primer sencillo y que hablaba de la depresión que sentía. “La escribí en el momento en que iba de un especialista a otro sin respuestas, mientras sentía una especie de fatiga crónica y cero motivación. La hice para salir de eso y desde la humildad, cuando entendí que necesitaba ayuda. Me siento súper fuerte, pero en esta no me la podía sola”, señala la cantautora que en este impulso decidió desnudar también su dura historia familiar en un recorrido que finalizó terapéutico.


“Parir este disco fue sumamente difícil, una cocción extra lenta, pero con un resultado que al final me dejó en paz y conforme con mi trabajo”, sostiene la voz de “A veces tú” que abre su intimidad de historias personales cantándole a su abuela en “Luisa”, quien abandonó a su hija al nacer; al tío de su mamá en “Elías”, que se hizo cargo de su madre; o en “Tarde”, que habla del quiebre con su padre.


“Toqué temáticas duras, como la de romper con tu familia o el tener que darle un espacio en tu vida a alguien al que te negaron, porque de chica me dijeron que no tenía abuela, aunque sí la tenía. Otra cosa es que ella no hubiera asumido su rol de madre… Mi mamá nunca se lo perdonó, hoy las dos están fallecidas y quizás puedan ahora descansar un poco mejor”, expresa la cantante, quien envolvió todas estas historias dolorosas en un pop de sintetizadores que hicieron el trance menos pesado.


“A lo mejor tiene una explicación freudiana, porque cuando me fui de Saiko, como hija adolescente que quiere parecerse lo menos posible a sus papás, busqué otros sonidos, me rebelé y en esa búsqueda me di cuenta de que mi sonido natural y con el que me siento más cómoda es la electrónica, la mixtura de lo orgánico con la máquina, entonces lo lógico era que volviera a esto, pero lo hice inconsciente”, explica sobre una búsqueda que se refleja liberadora a través de su voz, que sale muy alta en el disco.


“Trabajé mucho esa parte con el Seba (Gallardo, productor del disco), porque sentía que no se transmitía el dolor de lo que cantaba. Volvía a grabar y terminaba saliendo incluso más dulce que el registro anterior. Al final me di cuenta de que necesitaba esa dulzura, envolverme en algo más amoroso, porque no estoy contando solo mi vida, faltándole un poco el respeto a mi entorno y en eso tenía que ser muy respetuosa, entonces no podía ser a los gritos”, destaca la cantante que cerró su disco con el tema que le transmitía mayor esperanza.


“Lo quise cerrar así, con ‘Elías', porque representa un rol que hoy está presente en muchas familias compuestas, donde cuántas abuelas son abuela-papá, o tíos-papás teniendo a los padres. En mi caso, Elías, el tío de mi madre, asumió el rol de criar a mi mamá porque ella no tuvo ni padre ni madre.... y, a veces, uno encuentra a su papá en otros lados. ‘Elías' es un ejemplo de cuando el amor surge generoso y no como una obligación”, agrega.

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