El Mercurio
Elogiado músico y cabeza de uno de los conservatorios más cotizados del mundo, este destacado artista nacional se refiere a los desafíos de su escuela en pandemia y al primer concierto virtual del Dover Quartet, conformado por exalumnos del Instituto Curtis, que será transmitido por el Municipal de Santiago.
Maureen Lennon Zaninovic
Brillante intérprete de viola y director ejecutivo (CEO) del Instituto Curtis, en Filadelfia —probablemente la escuela de música más exclusiva a nivel internacional—, sin duda que Roberto Díaz (1964) es uno de los escasos instrumentistas nacionales que han volado alto por el mundo. Se formó primero en Santiago junto a su padre, el destacado violista Manuel Díaz. Más tarde, en Estados Unidos, ingresó al New England Conservatory, en Boston, y luego a Curtis. Su biografía impresiona por la cantidad de actuaciones con los principales directores y compositores de los siglos XX y XXI, incluido Krzysztof Penderecki (fallecido recientemente), cuyo Concierto para viola y orquesta tuvo el privilegio de tocar varias veces con el músico polaco en el podio. En 2018 ganó un Grammy por su grabación de una obra de la estadounidense Jennifer Higdon.
Con tan abultado currículum y agenda de presentaciones, resulta un acontecimiento cada vez que anuncia algún proyecto con Chile. El año pasado —en su calidad de artista clásico— protagonizó una elogiada gira por nuestro país, en el marco del programa Curtis on tour, y realizó clases magistrales. “En una sala del Municipal de Santiago escuché a la Orquesta de Cámara de este teatro y los chicos sonaban fantástico. Conozco y valoro el trabajo de la directora Alejandra Urrutia. La he seguido desde su época de estudiante de violín en Estados Unidos. Feliz de apoyarlos en lo que sea”, afirma Roberto Díaz, a través de un contacto telefónico con “Artes y Letras”. En esta oportunidad, en su faceta de gestor, el prestigioso profesional chileno vuelve a hacer noticia y a generar lazos con el teatro de Agustinas. El Dover Quartet, integrado por exalumnos y docentes del Instituto Curtis (ver nota relacionada), tocará el 30 de octubre en el primer concierto virtual con entrada pagada que organiza, en plena pandemia, este histórico escenario. “Son cuatro instrumentistas formados en nuestro conservatorio y que tienen, además, una carrera impresionante. Tocan como 120 conciertos al año. ¡Es una locura! Nuestra escuela los apoya como mánager gestionando sus proyectos y giras por el mundo”, dice Díaz, y agrega que son tres los pilares clave en el desarrollo de este ensamble: la música, la docencia y el uso de las nuevas tecnologías. “Como instituto nos interesa, a través de la realidad virtual, poder llegar a lugares y públicos a los que no habíamos podido acceder. Por ejemplo, el Dover Quartet hace poco grabó un movimiento de un cuarteto de Ravel. Yo me puse unos anteojos especiales y me trasladé virtualmente al conjunto, ocupando el puesto de la viola. ¡Fue fantástico! Eso nos abre posibilidades de aprendizaje. Pienso en un chico chileno y en un cuarteto de Mozart. Ese joven puede ingresar a la pantalla y ser parte del Dover Quartet”.
Un terremoto para todos
Desde su residencia en Estados Unidos, el director ejecutivo de Curtis también ve con preocupación los efectos del covid-19 en los músicos de ese país. “Las orquestas están sin conciertos. El Metropolitan Opera House de Nueva York acaba de anunciar que canceló su temporada hasta septiembre de 2021. Desde abril no les pagan los sueldos a los cuerpos estables, que tienen su seguro de salud y sería todo. Muy difícil”. Roberto Díaz añade que hay exestudiantes de la escuela que trabajan en el coliseo neoyorquino como concertinos, fagot y violas, entre otros numerosos instrumentos. “Son jóvenes y están pasando por momentos bien complicados. Es impresionante cómo el coronavirus ha sido un terremoto. En Curtis nos hemos propuesto que los estudiantes entiendan que el mundo al que van a salir no va a ser el mismo que vivieron hasta antes de marzo. Todo es diferente”.
—¿Como conservatorio se han tenido que reformular en medio de esta crisis sanitaria?.
“En septiembre partimos un nuevo año académico online y estamos evaluando el segundo semestre que se inicia en enero. Es difícil tomar una decisión en este momento, pero creo que vamos a continuar con nuestros programas a distancia. Nos ha resultado bastante bien realizar las clases en este formato virtual. El jueves di una clase de viola a una estudiante de Seúl (Corea del Sur) y el viernes impartí una lección a un estudiante de Shanghái que vive en China. Una cosa muy importante que hay que aclarar: estos estudiantes tocan a un nivel tan extraordinario que no necesitan que les indique cómo se debe poner la mano para coger el arco. Muchos profesores han dicho lo mismo: han asumido una responsabilidad única. ¡Eso es muy bueno! Antes de la pandemia los alumnos actuaban de una manera mucho más pasiva. Ahora hay más conversación y eso ha dado resultados bastante interesantes. Los jóvenes están más involucrados y me impresiona la forma en que están creciendo”.
—¿Cómo va a cambiar el mundo de la música clásica después del covid-19?
“La pandemia nos debe llevar a pensar de manera diferente. La música en vivo va a tener que convivir con lo digital. Acabo de hablar con una exalumna, la pianista Yuja Wang, quien está confinada desde febrero en Nueva York, con todas sus presentaciones en vivo canceladas. Me llamó comentándome que tenía interés en usar la tecnología para llegar a otros públicos y me preguntó si podría hacer algo con el Dover Quartet. Le dije que encantado. ¡Es increíble que una artista de su talla esté pensando en explorar nuevas oportunidades! Esta crisis ha puesto a todos los músicos, sin importar si eres famoso o no, en un mismo nivel”.
Programarse:
Dover Quartet
30 de octubre
20:00 horas
Concierto más conversatorio $3.000.
Más información en Municipal.cl
El Municipal anuncia su primer concierto por Zoom pagado
Carmen Gloria Larenas, directora general del Municipal de Santiago, lo confirma: “Estamos muy orgullosos de anunciar nuestra primera experiencia digital pagada, a un precio razonable (tres mil pesos). También esperamos que sea el primer paso de una fructífera colaboración con el Instituto Curtis, pensando en un trabajo a largo plazo y, en especial, para el desarrollo y perfeccionamiento de nuestros talentos de la Orquesta de Cámara del Municipal de Santiago”. Larenas añade que el éxito del Municipal Delivery, con miles de personas en todo el mundo que se han conectado y han podido apreciar una programación gratuita y de excelencia, los llevó a seguir innovando. “El 30 de octubre, a las 20:00 horas, vamos a transmitir por Zoom un concierto grabado, con la mejor tecnología disponible, del Dover Quartet; pero también queremos mantener nuestra oferta de gratuidad. Lo pagado y la programación liberada pueden convivir. La intención es tener una plataforma híbrida, entre pagada y gratuita”, cierra la profesional. Finalizada la presentación del conjunto de cámara, la directora general del Municipal sostendrá una conversación en vivo con Roberto Díaz, CEO de Curtis, en la que ambos comentarán el concierto con el público que se conecte y compartirán experiencias.
Fundado en 2008, el Dover Quartet está integrado por los violinistas Joel Link y Bryan Lee, la intérprete de viola Milena Pajaro-van de Stadt y el cellista Camden Shaw.
Aclamado como “el próximo Cuarteto Guarneri” (según el Chicago Tribune), la particularidad del concierto de este ensamble para el Municipal de Santiago es que el programa —a través de un concurso que se puede seguir en redes sociales del teatro de Agustinas— será escogido por el público.
“Lo más destacado de esta experiencia en línea es la capacidad de conectarse con audiencias de todo el mundo y con América del Sur, en especial cuando estamos atrapados en casa y no podemos viajar”, señalan sus integrantes a través de una entrevista por correo electrónico. Dicen que es más gratificante “tocar una pieza elegida por el público, porque refuerza la naturaleza colaborativa de interpretar música para la gente”.
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