sábado, septiembre 08, 2012

Los nuevos rumbos de Chico Trujillo




































El Mercurio


El 16 de septiembre montarán por segundo año su propia fonda, "Zapateando con el Chico", en medio de su mejor momento artístico, luego de haber editado su nuevo disco "Gran pecador". Aquí explican por qué no quieren ir al Festival de Viña y cómo es que, sin ayuda de medios de comunicación, se han convertido en una de las bandas más populares del país. A punto de cumplir 13 años de carrera, se han transformado en los nuevos gigantes de la cumbia chilena.  

EMILIO CONTRERAS

Por calle Cumming, en Valparaíso, debajo de un sombrero de gabardina y envuelto dentro de un abrigo negro, baja a paso lento Rodolfo Fuica, "Tío Rodi", el músico que hace 12 años es baterista y percusionista de una de las bandas de cumbia más famosa de Chile: Chico Trujillo.

Camina con discreción, despacio, casi como si supiera del enigma que lo rodea a él y a su grupo.

Chico Trujillo, una de las agrupaciones más populares del país, invitados de honor en los parlantes de cada cumpleaños, aniversario o matrimonio, adoptó como política comunicacional rehuir de la exposición pública. No hablan con los medios, se niegan a los estelares de televisión, a los matinales, a entrevistas formales, e incluso a invitaciones fastuosas como la del Festival de Viña del Mar. Y por lo mismo, Rodolfo Fuica, en Cumming, pasa desapercibido. No lo detienen para saludarlo ni pedirle autógrafos. Y si no fuera por el sombrero, nadie lo miraría.

Es noche de sábado en Valparaíso y la juventud se divierte. Rodolfo -escueto como siempre, risueño desde el primer momento- entra a un bar y evita pensar que, a esa misma hora, Chico Trujillo puede estar sonando en algún boliche del Puerto.

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La banda data de octubre de 1999. Fue ahí cuando Aldo Asenjo, el "Macha", dio luz verde a una vieja inquietud: la música latinoamericana; en específico, la cumbia. Y junto a Juan Gronemeyer (batería y percusiones), su compañero en La Floripondio, comenzaron el proyecto al que se sumaría Víctor Vargas (bajo), Chapa Schiappacasse (percusión) y Rodolfo Fuica, todos como miembros estables.

"Macha, Víctor y Juan empezaron a viajar y se dieron cuenta de las riquezas musicales chilenas. En esa búsqueda de música latinoamericana salió la cumbia. No es que ésta haya sido una banda para hacer cumbia. Fue saliendo sola, porque cuando haces música festiva, lo primero que sale es la cumbia", recuerda Rodolfo.

Un viaje por Alemania, a inicios de 2000, ayudó a que el grupo cimentara las raíces y ganara ruedo. De regreso en Chile, desde la guitarra y voz de Aldo Asenjo nacieron las primeras canciones: la mayoría boleros y guarachas como "Cabildo" y "Déjame decirte algo", matizadas con covers de la antigua tradición de cumbia chilena a la que el grupo -hasta el día de hoy- rinde culto. Las letras melancólicas y la explosión eléctrica de la sonoridad fueron la constante. Y ya con formación definitiva vino el paso natural al primer disco: "Chico Trujillo y la señora imaginación" (2001, Edición Independiente). El álbum no alcanzó a sonar en radios, pero ayudó a la banda a crear un repertorio de canciones -propias y ajenas- que sirvió de base para un circuito de tocatas que, a la larga, sería fundamental en la carrera de Chico Trujillo.

Rodolfo Fuica: "Nunca quisimos hacer cumbia para ser exitosos, el cuento no va por ahí. Nosotros nos dedicamos sólo a tocar. Lo que vino después, eso que la gente llama 'éxito', responde más a eso, no a andar pensando en darle el palo al gato. Lo único que queríamos hacer era tocar".

Hay dos instantes en la carrera de Chico Trujillo que marcaron un antes y un después en el grupo. Uno, fue la presentación en el Festival del Huaso de Olmué en 2003, cuando Aldo Asenjo fue invitado para interpretar canciones de cumbia junto a Yolito y su Combo, y la Sonora de Tommy Rey.

Este último recuerda la experiencia: "No los conocía hasta entonces. Ese día compartimos y nació un vínculo que existe hasta hoy. Ellos hacían covers de canciones antiguas, de Luisín Landáez por ejemplo, y eso nos llamaba mucho la atención. Tenían potencia, ganas y proponían algo", dice.

La presentación la rememoran unos pocos. Si bien "El Macha" se presentó como Chico Trujillo, la agrupación todavía no alcanzaba la masividad que con los años llegaría de golpe. Pero era cosa de tiempo. En 2009 volvieron a pisar el mismo escenario, transformados en súper banda y cerrando una de las noches del festival. Estuvieron 35 minutos en transmisión abierta. Leo Caprile los presentó como "un grupo sólido de la región". Fue la presentación en sociedad oficial, y una de las pocas en las que han aparecido en televisión interactuando.

El segundo hito fue el disco "Cumbia Chilombiana" (2006, Edición Independiente), donde vienen los principales hits de la banda: "La medallita", "Conductor", "Sombrero" y "La escoba". En parte de la grabación del disco, participó el que sería el tecladista de la banda durante dos años, Camilo Salinas: "A Aldo lo conocí organizando unas tocatas. Llegué a grabar un par de temas a ese disco de rebote, "La Medallita" y "Conductor". Me llamó la atención cómo sonaban, cómo estaban arraigados a las raíces latinoamericanas de la cumbia. Chico Trujillo es una banda que investigó el folclor. Una donde nada es al azar, donde cada acorde tiene una razón de ser, en la que todos son conocedores, y donde fluyen muchas influencias. En esa época, ellos ya hacían esas giras interminables por Europa", dice Salinas.

A "Cumbia Chilombiana" le siguió "Plato único bailable" (2008, Oveja Negra), en donde se sitúa, quizás, el mayor himno de la banda: "Loca".

"Cuando 'El Macha' llega al estudio con una canción, todo fluye súper bien. Es un súper buen compositor, y eso se nota en la claridad que tiene de la canción que muestra. A veces falta una letra o un acorde, pero todo se transforma rápidamente en música, es espontáneo. Él escucha mucho bolero, y de ahí vienen las letras sufridas y esa vocación que ha cultivado el grupo", dice Rodolfo, "Tío Rodi".

Con "Loca", Chico Trujillo llegó a la radio y a las masas. Y si antes sonaban en Rock and Pop por ser el proyecto paralelo de La Floripondio, ahora lo hacían con sus propios argumentos, con canciones propias que complementaban con el repertorio de covers.

Salinas agrega: "Los Chico han hecho un trabajo de recopilación de la música popular, de la cumbia, y la han llevado al presente. Si miras para atrás, lo que ellos hacen es lo que han hecho las grandes bandas que tiene Chile: recopilar música, ponerla en contexto y agregar nuevas canciones a ese repertorio".

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Septiembre es un mes agitado para Chico Trujillo. En semana de Fiestas Patrias, pueden alcanzar fácilmente los 10 shows en vivo en tres días de celebraciones. Hace un año tuvieron una idea: crear ellos su propia fonda. "Zapateando con el Chico" tendrá en 2012 su segunda versión, desde el 16 hasta el 18 de septiembre, y contará entre sus invitados con La Sonora de Tommy Rey, Los Viking 5, Los Rumberos del 900 y La Chicha y su Manga, entre otros.

Chico Trujillo se presentará con un show dividido en dos partes, todos los días. "Con esto, se nos aliviana un poco la carga", dice Rodolfo.

"Lo de la fonda se trata de hacer la fiesta al estilo de uno, y eso significa controlar el tipo de show: el precio de las entradas, por ejemplo. Estamos a cargo de la dirección artística, y queremos que vaya teniendo un sello propio", agrega.

Por estos días, suenan en radios populares los hits de "Gran pecador" (2012 - Oveja Negra), su último disco. La producción que más canciones originales registra en comparación a los tres álbumes anteriores, en contraposición a los habituales homenajes a la cumbia que suelen interpretar.

Desde diciembre del año pasado que Chico Trujillo no anuncia un concierto en Santiago. Y si bien se presentaron de improviso en algunos escenarios durante marzo, la capital no ha sido el eje entre 2011 y 2012. Después de su presentación en Lollapalooza en 2011, en Chicago, la banda no paró de tocar afuera. Viajaron por Europa, hicieron una gira larga por Estados Unidos y hoy ya piensan en volver al extranjero, donde ruedan hace más de una década. "Hemos tocado en festivales donde nunca han escuchado cumbia. Siempre hay un público muy informado que busca en internet y nos va a ver donde hay, además, otros cincuenta grupos. Cuando nos ven, los europeos se mueven, se agitan. Y a pesar de que no saben bailar cumbia, rápido le encuentran el ritmo".

Muchos festivales internacionales y muchas giras nacionales. Este año hicieron un largo recorrido por las regiones, y llegaron a pueblos y plazas donde no habían tocado nunca. Pero la pregunta que los rodea siempre es por qué no aceptan ir al Festival de Viña del Mar, certamen al que han sido invitados oficialmente dos veces, incluida la edición 2013.

"No creo que vayamos este año, no es nuestro perfil de concierto, porque es muy mediático televisivamente. La Quinta Vergara es la raja, hemos tocado ahí, pero el Festival de Viña es más mediático, y como no nos manejamos en esos conciertos, lo evitamos. Quizás hasta cuando podamos seguir evitándolo", reflexiona Rodolfo Fuica.

Patricio Zúñiga, conocido popularmente en Chile como Tommy Rey -institución de la música popular-, opina sobre el tema:

"No entiendo por qué no dicen que sí a Viña. Todos quieren estar ahí, sería un gran salto en su carrera. Los ayudaría a ser más conocidos de lo que ya son, los consolidaría como banda. Me extraña. Es el festival más importante de Chile y ellos se merecen estar", apunta. "Ellos entraron a la cumbia a aportar. Cuando los escucho, oigo algo nuevo, una nueva interpretación. Ahora les queda mantenerse en el tiempo, y eso lo logran con disciplina. He visto pasar muchos grupos que son muy populares, pero que en un par de años echan todo por la borda. La clave, para llegar a ser una banda como Tommy Rey, o como Yolito y su Combo, es la perseverancia, el fiato y la disciplina".

Camilo Salinas: "Chico Trujillo es una banda inclasificable. Su legado no puede ser comparado al de otras bandas emblemáticas de cumbia. Esta es una agrupación que tiene un discurso: acercaron la cantina a la música, y demostraron que el mercado y las ruedas de prensa sirven de mucho. Hay que fijarse en el movimiento social que generan en la gente, eso de hacer bailar a personas de distintos sectores sociales, con canciones latinoamericanas que están perfectamente trabajadas".

Desde un bar de Cumming, Rodolfo Fuica no escucha elogios. Sabe bien lo que viene: septiembre, la fonda y las presentaciones que se extenderán por Chile y el mundo hasta que la cuerda se acabe. Chico Trujillo, con casi 13 años en la espalda, cuatro álbumes editados, dos discos en vivo y una bitácora de conciertos que incluye las ciudades más importantes del mundo, no se detiene a hacer planes.

Rodolfo lo tiene claro.

Chico Trujillo es quizás la única banda en Chile que no piensa en el mañana ni en el presente.

"Cuando nos ven, los europeos se mueven. Y a pesar de que no saben bailar cumbia, rápido le encuentran el ritmo".

El disco
Ya habían adelantado -mediante una versión en vinilo que traía dos temas- el nuevo disco, "Gran Pecador", de 10 canciones, editado por Oveja Negra. Cuesta $3.990 aprox. en tiendas digitales y $8.990 aprox. en tiendas físicas como FeriaMix.

La fonda
La fonda de Chico Trujillo regresa al Centro cultural y deportivo Chimkowe en Peñalolén. "Zapateando con el Chico" se realizará del 16 al 18 de septiembre con dos bandas por noche. El día domingo, la Sonora de Tommy Rey y Los Rumberos del 900; el lunes, Vikings 5 y La Chicha y su Manga; y el martes, Banda Conmoción y Los Chalanes del amor, quienes vienen desde México. Al evento se suman Los Trukeros, la Escuela Carnaval Chin Chin Tirapié, DJ Picón y Katiuska Molotov. Av. Grecia 8787, metro Grecia. Preventas $6.000 (las primeras 1.500 entradas de cada día), General $8.000 y se pueden comprar a través de sistema Ticketek y sin recargo en tienda Discomanía.
EMILIO CONTRERAS.

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