El Mercurio
Destacó los avances en cobertura e institucionalidad . También la eliminación del impuesto adicional a los libros digitales. ¿Y el IVA al libro? "Tal vez es más útil hacer políticas focalizadas en el fomento lector para sectores más vulnerables", afirma.
JUAN IGNACIO RODRÍGUEZ MEDINA
La cuenta pública que el ministro Luciano Cruz-Coke entregó el año pasado quedó enmarcada en el trágico episodio del accidente aéreo de Juan Fernández. La Convención Nacional de Cultura, que se desarrollaba en Arica, debió ser clausurada, y los funcionarios y autoridades viajaron rápidamente a Santiago. Romina Irarrázabal y Galia Díaz, ambas pertenecientes al Consejo Nacional de la Cultura, se encontraban entre las víctimas.
Este año, la reunión se realiza en Valdivia, y ayer, el ministro Cruz-Coke inicio su Cuenta Pública, recordando a las funcionarias fallecidas y destacando su compromiso con la cultura.
A continuación, Cruz-Coke expuso los cuatro ejes de la política del Consejo Nacional de la Cultura y de las Artes: fomento de las audiencias; fomento de la creación artística; difusión y conservación del patrimonio cultural, y fortalecimiento de la institucionalidad cultural.
Todo ello en línea con el "objetivo central": descentralizar. Dentro de lo cual destacó que se ha llegado con los bienes culturales -itinerancias, capacitaciones, encuentros- a más del 75% de las comunas del país; entre ellas, algunas de las más aisladas, como Colchane, Juan Fernández, Tirúa y Tortel; lo que implica un crecimiento del 7% respecto de 2011, donde la cobertura fue de 68%.
Además, recalcó el aporte que hace la cultura al PIB, un 1,6%, según la medición 2007-2011 (más que la pesca), frente al 1,3% en el período anterior.
Respecto de los fondos concursables, si bien destacó los avances en el proceso de postulación vía internet, reconoció que hubo problemas con la plataforma web.
-¿Está en condiciones de asegurar que no se repetirán estos inconvenientes?
"Tenemos una plataforma nueva, la hemos probado. La convocatoria abre mañana (hoy) y esperamos no tener los problemas que tuvimos el año pasado. Que la gente postule tranquila, hay un soporte completo para que aquellos que pudieran tener problemas se puedan comunicar con el servicio, y darles solución. Adicionalmente, también hemos abierto la posibilidad de postular directamente en papel en las direcciones regionales".
En cuanto a la institucionalidad, Cruz-Coke destacó en su cuenta el impulso para crear el Ministerio de Cultura y Patrimonio, que unirá al CNCA con la Dibam y el Consejo de Monumentos.
-¿Se mantendrá la modalidad de cuerpo colegiado, cuya planificación sea vinculante?
"Nosotros partimos de la base de que se tiene que mantener la participación, que es algo que le ha hecho muy bien al Consejo", responde Cruz-Coke. Así funcionará: "El ministro, en conjunto con el directorio nacional, con el Consejo de la Cultura y el Patrimonio, determina cuáles son las políticas públicas de nivel nacional, como ocurre hoy en día, con políticas de carácter quinquenal".
-¿Y cuándo entrará el proyecto al Parlamento?
"Estimo que antes de finales de año".
El ministro también dio cuenta de la eliminación, dentro del proyecto de modificación tributaria que se discute en el Parlamento, del impuesto adicional de un 15% al software que hoy grava a los libros digitales (al soporte).
-¿Qué pasará con el IVA al libro de papel?
"Desde el Consejo del Libro mandamos a hacer un estudio a la Universidad de Chile, que va a estar disponible a final de año, para ver realmente la incidencia del IVA en la demanda respecto del precio del libro", responde Cruz-Coke. Y agrega: "Nosotros estamos por la promoción de la lectura, precisamente para incentivar que aquellos que no leen, puedan leer. Hoy día el IVA al libro afecta principalmente a los grupos medios y medios altos que compran libros. No sabemos, y por eso hemos encargado el estudio, qué tan beneficioso sería para los sectores menos pudientes de la sociedad".
-O sea, en principio no tiene una postura, está esperando...
"Estamos esperando ver el estudio. Sin embargo, tiene varios peligros el asunto. En primer término, está siempre detrás la idea de la proliferación; o sea, si le sacas el IVA al libro, por qué no a los remedios o a los alimentos básicos. Además, qué parte desgravas, ¿sólo el producto final o la cadena completa de producción del libro? Por otra parte, hay antecedentes en Suecia que señalan que a veces ese porcentaje finalmente no se termina traspasando al usuario. Entonces, si nosotros vamos a hacer políticas públicas, con recursos del Estado, respecto del libro, tal vez es más útil hacer políticas focalizadas en el fomento lector para sectores más vulnerables que sacar un impuesto general, porque puede terminar beneficiando a quienes no lo necesitan. Pero antes de tomar una posición definida al respecto, hay que tener los números en la mano y ver realmente si ese porcentaje es incidente o no".
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