El Mundo al Instante: Muere Sara Montiel

El Mercurio


La estrella del cine y la música, la primera española en triunfar en Hollywood, falleció sorpresivamente a los 85 años en su casa de Madrid.

Fernando Zavala

Hace casi un mes había cumplido 85 años y su vitalidad parecía no decaer. Hasta el fin de semana pasado, y como era habitual, una interminable galería de familiares y amigos visitaba a Sara Montiel en su casa del barrio de Salamanca en Madrid. Ella estaba en plenos preparativos para un viaje a Nueva York y había declarado públicamente su interés en volver a los conciertos. Por eso, el mundo recibió ayer como un golpe la repentina muerte de la máxima diva que ha tenido el espectáculo español. El fallecimiento corona una de las semanas más negras para el cine de ese país, luego de la reciente partida de los cineastas Jesús Franco y Bigas Luna. Pero en este caso la pérdida es mundial.

Mucho antes de que Javier Bardem, antes que Almodóvar y sus actrices, antes incluso que Fernando Rey, Sara Montiel fue la primera figura española en triunfar en Hollywood. Filmó tres películas en Estados Unidos y se codeó con la realeza del cine. Trabajó con grandes como Gary Cooper, Burt Lancaster y Joan Fontaine. Se casó con el cineasta Anthony Mann (el primero de sus cuatro maridos) y fue amiga de Marlon Brando y de Billie Holiday. Se le vinculó románticamente con James Dean ("A mí no me gustaba, porque yo estaba enamorada de otro hombre", dijo) y la leyenda cuenta que ella debía acompañarlo en el viaje en auto que le produjo la muerte al joven actor. "Mi destino fue otro", señaló al respecto.

María Antonia Abad Fernández (su nombre real) nació al interior de ua familia de campesinos el 10 de marzo de 1928 en el pequeño pueblo Campo de Criptana, en Castilla-La Mancha, localidad que lamentó la muerte de su hija ilustre con luto oficial, banderas a media asta y visitas al museo dedicado a ella. Su extraordinaria belleza y talento para el canto afloraron desde pequeña y era aún una niña cuando fue descubierta en un espectáculo de talentos por el productor Vicente Casanova. Tenía 15 años cuando debutó en el cine ("Te quiero para mí", de 1944), en un papel pequeño, y llamó la atención a los 20 en la cinta "Locura de amor" (1949).

Se volvió inquieta luego, eso sí, e intentando escapar de la etiqueta de "niña buena", decidió emigrar primero a México -donde trabajó con figuras como Agustín Lara y Pedro Fernández-, y luego a Estados Unidos, donde buscaban refrescar el panorama de latinos en el cine y fue lanzada en 1954 como la "nueva Rita Hayworth".

La primera de sus tres cintas estadounidenses fue "Veracruz", de Robert Aldrich. La segunda, "Serenade", estaba dirigida por Anthony Mann y ahí nació el amor. Columbia Pictures le ofreció un jugoso contrato por siete años, pero ella lo rechazó, prefiriendo tener libertad para escoger proyectos y la posibilidad de volver a España cuando quisiera. El matrimonio con Mann duró entre 1957 y 1961, tiempo en el cual ella combinó su trabajo en Norteamérica -rodó "Run of the arrow" (1957)- con la filmación de sus cintas españolas más taquilleras. "El último cuplé" tuvo un éxito arrollador y "La violetera" confirmó su estatus, lo que le permitió, una vez acabado su matrimonio, regresar a su país a una intensa carrera.

Durante esta época, Montiel desarrolló su faceta como cantante, la que también le traería grandes éxitos y sobreviviría a su carrera como actriz, que comenzó a decaer luego de la llegada del "destape" post franquista. Las bandas sonoras de "El último cuplé" y "La violetera", sumadas a otros clásicos como "Fumando espero", acrecentaron el mito de Saritísima, como la bautizó el escritor catalán Terenci Moix.

El escándalo final

Montiel pasó sus últimos años con la adoración intacta de sus fans, pero también convertida en personaje de farándula y envuelta en escándalos. El mayor fue su cuarto matrimonio, en 2002, con el editor de cine cubano Antonio Hernández, 36 años menor. Duró tres años y ella lo calificó como su mayor error. Hernández se paseó por programas de TV entregando detalles de la relación. Tiempo después, en todo caso, ella aseguraba no guardar malos sentimientos.

Saritísima se casó también con el empresario José Vicente Ramírez, en 1964 (duraron dos meses); y, en 1979, con el periodista Pepe Tous -con quien adoptó a sus hijos Thais y Zeus-, enviudando en 1992.
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Premios

En 1997, la Academia de Cine Española le dio a Montiel la Medalla de Oro, en reconocimiento a su trayectoria. En 2008, el presidente de Castilla-La Mancha la  condecoró también.

 El espectáculo y la política despiden a "Saritísima"

Trascendió que Montiel falleció en los brazos de su hija Thais, quien no se dejó ver durante todo el día ayer. El cuerpo de la diva española fue trasladado desde su casa hasta la sala 1 del tanatorio Parque San Isidro de Madrid. Fue su hijo Zeus (también cantante) quien, visiblemente afectado, atendió a los cientos de fans que llegaron al lugar y también a la prensa. "Espero que todo el mundo tenga un gran recuerdo de mi madre", dijo.

La familia fue visitada por personalidades locales, como la vedette Norma Duval, la actriz Conchita Bautista y el empresario Lucio Blásquez. También llegaron figuras más conocidas, como las "chicas Almodóvar" Loles León y Bibiana Fernández, y la alcaldesa de la ciudad, Ana Botella (mujer de José María Aznar), que anunció varios homenajes. Entre ellos, bautizar una calle con el nombre de la estrella y la exhibición de una de sus películas en la plaza del Callao, este mediodía, cuando pase por ese lugar la procesión que llevará los restos de Montiel hasta el cementerio de San Justo, en Madrid, donde tendrá su descanso final.

Las reacciones ante el fallecimiento fueron múltiples. Raphael dijo: "Fue una artista enorme que durante toda su vida hizo exactamente lo que le dio la gana, al margen de modas, de críticas. Al margen de todo".

Los reyes de España y los príncipes de Asturias enviaron un telegrama a la familia donde destacaron el "reconocimiento de varias generaciones de españoles" y también su trayectoria internacional. Y el Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, emitió un comunicado: "Sara Montiel vivió una intensa carrera de éxito como actriz y cantante, nunca abandonó los escenarios, lo que la llevó a convertirse en una leyenda durante décadas y en un fenómeno social".


La musa de Alessandri y sus numerosas visitas a Santiago

La española conoció Chile en 1960 y quedó maravillada con el paisaje. En los noventa pasó por estelares de televisión.

Diego Rammsy

Hacía dos años del estreno en Chile de "El último cuplé" y Sara Montiel, la cantante y protagonista de la popular cinta, aterrizaba en Santiago en agosto de 1960 para debutar con un show basado en el filme en el escenario del Rex con funciones de vermut y noche.

Tras su arribo, la diva se hospedó en el Hotel Carrera y se mostró fascinada con el panorama que sus expresivos ojos admiraron: "Estoy maravillada del paisaje chileno y su montaña. Desde pequeña he sentido una inclinación por la grandiosidad de la naturaleza y aquí tengo este escenario magnífico de la cordillera que me acompaña en todo momento", dijo entonces a "El Mercurio". Una visita a Radio Corporación, un show en el Waldorf y un té organizado por la revista Ecran también fueron parte de su itinerario.

Pero antes se reunió con el Presidente Jorge Alessandri, confeso fanático de la actriz y que, según las crónicas de la época, habría visto "El último cuplé" y "La violetera" más de diez veces cada una. Tras su reunión, la artista se comprometió a cantar en el Teatro Municipal para los damnificados del terremoto.
Aquella fue la primera de numerosas visitas que se prolongarían por el resto de su vida. En las postrimerías de su carrera visitó estelares televisivos como "De pé a pá" (mayo de 1998). Durante esa estadía ofreció dos conciertos en el restaurante Los Adobes de Argomedo con boletos que se vendieron a $25 mil.

También conversó con Julio Videla en "Juntémonos" de Mega. Montiel cantó acompañada en el piano por Pancho Miranda "Fumando espero" y también preguntó dónde comprar vino chileno, por lo que la producción le regaló varias botellas. "Ella era muy coloquial, incluso pidió que nos conociéramos antes de la entrevista. No era la mujer sexy que había sido, vino en otra etapa. Cantó un poco, pero no le quedaba tanta voz. Fumaba harto. La encontré encantadora, una diva", dice Videla.

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