domingo, noviembre 22, 2020

Consuelo Valdés Ministra de las Culturas: “Aceptar una crisis económica no es sinónimo de indiferencia para mí”

 El Mercurio


Aún por definirse en el Congreso el presupuesto de su cartera, la ministra Valdés sostiene que “es indispensable cuidar nuestra capacidad de diálogo y la convivencia democrática por el propio bien del sector cultural”.


DANIEL SWINBURN


Han sido días intensos para el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio y su titular, Consuelo Valdés. La tramitación del presupuesto de su cartera, actualmente en el Congreso, ha agitado al sector y motivado una indicación de la Cámara de Diputados que le señala al Poder Ejecutivo remover a la ministra si es que ésta no dialoga con los distintos gremios del sector. Antes, una afirmación de Valdés admitiendo que, dada la crisis económica provocada por la pandemia, era posible que recursos de su ministerio debieran destinarse a otras tareas de la gestión pública, provocó la ira de sectores del mundo de la cultura, que vieron en dichas declaraciones un menosprecio por la cultura. Dicha interpretación provocó también reacciones en defensa de la ministra. El jueves pasado la Cámara aprobó el presupuesto de cultura, y lo envió al Senado, rechazando solo el ítem de gastos variables.


—La semana anterior, en un hecho sin precedentes, la Cámara de Diputados acordó enviar un oficio al Poder Ejecutivo pidiéndole remover a la ministra de las Culturas si es que esta autoridad no se allanaba a dialogar con los gremios sectoriales de la gestión y la creación cultural¿Qué opinión le merece esta acción de la Cámara?


“Lo primero, es fundamental cuidar nuestra capacidad de diálogo y la convivencia democrática, por el propio bien del sector cultural, que ha sido inesperada, inédita y severamente golpeado por esta pandemia. Aceptar una crisis económica no es ni será sinónimo de indiferencia para mí. He dialogado, escuchado y atendido demandas de innumerables sectores y colectivos artísticos, dentro y fuera de la Cámara. Llevo 50 años trabajando en el ámbito cultural. Compartimos la misma preocupación e interés por solucionar sus necesidades. Estamos todos en una misma nave envuelta en desafíos”.


—¿A qué atribuye usted el éxito que tienen los grupos sectoriales de cultura en comparación con los de otros ministerios como para influir en una votación de esta naturaleza en la Cámara?


“Es indudable que es un sector sumamente comprometido con su entorno y que tiene una buena capacidad de organización y participación. Además, está vinculado estrechamente con la ciudadanía por el carácter social y público de la actividad, lo que me parece muy valorable y una de las claves de la trascendencia de las artes y la cultura en la sociedad”.


—¿La señora Marta Cruz-Coke, ex directora de la actual Subsecretaría del Patrimonio, dijo que las presiones sectoriales y la acción de la Cámara de Diputados de la semana pasada constituyen “una maniobra política para dañar al gobierno”?


“Respeto la opinión de Marta Cruz-Coke, a quien admiro profundamente, tanto por su enorme labor en el desarrollo de la cultura y el patrimonio nacional, como por su enorme honestidad, integridad, capacidad intelectual y sentido del servicio público. Esta semana, de hecho, estuvimos reabriendo los Bibliometros, una de sus grandes iniciativas cuando dirigió la ex Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos. Ella ha vivido muy bien las dificultades históricas del sector. ¿Quién podría desconocer entonces su experiencia?”.


—El Consejo Nacional de las Culturas, que sesionó la semana pasada, acordó en comunicado oficial exigirle al Gobierno un aumento del presupuesto del ministerio que usted dirige, acercándolo al 1 por ciento del PIB, para alcanzar la meta de los países desarrollados. ¿La parece oportuna esta petición del Consejo en tiempos de pandemia y crisis económica?


“Destinar el 1% del presupuesto nacional a la cultura es un anhelo histórico, que compartimos y al que Chile debe llegar, ojalá, lo antes posible. La cultura es fundamental para el desarrollo de las personas y las sociedades, y estoy convencida de que esta tiene que jugar un rol central en la próxima discusión constitucional. En el mundo hay cada vez más consenso sobre la importancia de la cultura. La OMS, en los inicios de la pandemia, elaboró un informe destacando su rol en el bienestar y la salud de las personas. Y este mes, el G-20 reconoció a la cultura como una dimensión indispensable en el ámbito de las políticas públicas para construir sociedades y economías más sostenibles”.


Museos nacionales y otras áreas


—¿Cuál es la real injerencia de la autoridad ministerial en la asignación y priorización del presupuesto en sus distintas áreas? ¿Tiene facultades para desandar lo que fija la Dirección General de Presupuestos?


“Los presupuestos de todos los ministerios pasan por distintas instancias. Primero, por la Dirección de Presupuestos y luego por el Congreso. En cada una de ellas hemos trabajado arduamente para conseguir el mejor resultado. Además, de acuerdo a instrucciones de Hacienda y debido a la crisis sanitaria y económica, hemos trabajado con un presupuesto con base cero, no de continuidad”.


—Desde un punto de vista comunicacional, ¿fue un error hablar de un aumento del presupuesto ministerial para el año 2021?


“De ninguna manera, y le explico por qué. Para comparar el presupuesto de un año con el de otro, siempre se ha utilizado la misma metodología. Hacer otra cosa sería un error. Entonces, considerando ese estándar oficial, nosotros hemos dicho que los recursos para el 2021 crecen en un 11,2%, alcanzando más de $214 mil millones y siendo el cuarto ministerio con mayor alza. Además, este es un presupuesto de recuperación y reactivación, que incorpora por primera vez un Fondo de Emergencia Transitorio por más de $15 mil millones”.


—¿Siguen en pie en el presupuesto los 15 mil millones del fondo transitorio de emergencia? Si se aprueba esa partida en el Congreso, ¿qué mecanismos usaría el ministerio para su distribución entre los afectados por la pandemia y en qué plazos?


“Desde luego que sí, es parte del presupuesto 2021. Además, hemos agilizado los procesos de asignación de recursos en el plan de apoyo de emergencia, que actualmente está entregando al sector más de $15 mil millones. Esta experiencia, sin duda, nos va a servir en la ejecución del nuevo fondo de emergencia anunciado para el próximo año”.


—Al igual que años anteriores, se siguen asignando al área patrimonial del ministerio montos bastante menores al de otras áreas del mismo. ¿Es posible revertir este hábito presupuestario en un plazo mediano?


“Comencemos por tener presente que este es un ministerio nuevo, que integró recién hace dos años diferentes instituciones culturales que estaban dispersas y que tenían recursos totalmente independientes. Ya hemos avanzado en ese sentido, ya que en el proyecto de presupuesto 2021 un 35% de los recursos van dirigidos al sector patrimonial. Por ejemplo, desde que se creó el Ministerio de las Culturas, el presupuesto del Consejo de Monumentos Nacionales se ha más que duplicado. Pero no se trata solo de recursos. Hemos impulsado un plan de digitalización de museos y monumentos —que están incorporados en la oferta del portal Elige Cultura—; también comprometimos la ejecución de la biblioteca y archivo de Magallanes, la biblioteca de Los Lagos, el Archivo Regional de Tarapacá y el Museo de Atacama; llevamos adelante el proceso de restitución de bienes culturales y patrimoniales de pueblos originarios, que nos ha permitido devolver parte de su patrimonio a comunidades como la yagán y la rapanuí; y tenemos una nutrida agenda legislativa.


—¿Las partidas presupuestarias a los tres museos nacionales, se mantienen?


“El presupuesto de los museos nacionales es de continuidad y tendrá como principal objetivo asegurar las mejores condiciones para que el público vuelva a estos espacios. Sin duda hay un desafío en aumentar los recursos y mejorar su infraestructura, museografía, depósitos, acción educativa y la diversificación de audiencias que acogen los museos del Estado, y estamos trabajando en ello. Pero los museos están enfrentando grandes dilemas: ¿están realmente conectados con sus comunidades? Los museos deben ser espacios donde se redistribuya el conocimiento contenido en sus colecciones a la mayor diversidad de públicos posible.


Hasta el momento hemos tenido una muy buena acogida con las reaperturas parciales de los museos del ministerio y esperamos que el próximo año tengamos un escenario más favorable para que así las personas puedan seguir accediendo a todo el patrimonio nacional que resguardan estos recintos.


—Bajan los recursos fijos a instituciones colaboradoras como el GAM, el Museo Precolombino, Teatro Municipal, etcétera. ¿Existen mecanismos alternativos para que estas instituciones culturales puedan recuperar parte de los recortes planteados?


“Sí, claro que existen. Estas instituciones, que son colaboradoras del Estado, pueden postular, y de hecho algunas lo hacen, a nuestros mecanismos alternativos de financiamiento, como por ejemplo los Fondos Cultura y la Ley de Donaciones Culturales”.

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