El Mercurio
Hasta recetas de galletas y poemas de Adviento incluye el álbum doble “It's Christmas” (Sony), que reúne 42 canciones de todos los tiempos.
Juan Antonio Muñoz H.
Cuando el tenor bávaro Jonas Kaufmann tenía ocho años, ganó un concurso de narraciones de Navidad en el que contaba detalles de la fiesta familiar junto a sus padres y su hermana. “Quedé estupefacto al descubrir mi foto en un diario de Múnich. Para un concurso de escritura de mi colegio, describí la noche de Navidad de manera tan viva que me dieron el premio. Contaba cosas como que con mi hermana acordamos una señal secreta para dejar de cantar abruptamente en medio de una canción y así reírnos de nuestra mamá, que no podía emitir ni una sola nota correcta”, relata.
Las antiguas tradiciones de Baviera; los sabores y aromas de esa época del año; la nieve y los villancicos por calles, templos y mercados. Todo eso impregnó la infancia de Jonas Kaufmann, quien trasladó esa atmósfera a su familia y que ha querido reunir en este álbum doble Sony, publicado el 12 de noviembre, esas canciones que forman parte de su memoria emotiva. “Es algo que debía a mis hijos. Navidad es la fiesta del recogimiento, de la reminiscencia; una fiesta familiar de una importancia singular porque cada familia elabora su propio ritual. Creo que es algo especial también para este año que ha sido tan difícil para todo el mundo”, comenta.
Un año en el que él mismo se ha prodigado de manera excepcional: es uno de los cantantes líricos que más ha actuado en este tiempo de pandemia y ha lanzado nada menos que cuatro discos en seis meses: “Otello”, dirigido por Antonio Pappano; la colección de lieder “Selige Stunde”, con Helmut Deutsch al piano, producido íntegramente durante el confinamiento; la grabación en vivo de la “Sommernacht” de Viena con la Orquesta Filarmónica de Viena y Valery Gergiev, y finalmente este álbum que venía acompañado de una gira de conciertos por varios escenarios europeos y que debió ser cancelada debido al rebrote del covid-19. Eso sí, se hizo un especial de televisión rodado en Salzburgo que será transmitido durante diciembre.
La fiesta del Sol Invicto
El álbum es un lujo a la antigua usanza: dos CD con 42 canciones en total y un librillo que reúne fotos de la infancia de Kaufmann; los textos completos de las canciones; poemas de Rainer Maria Rilke (“Advent”), Anna Ritter (“Vom Christkind”) y Theodor Fontane (“Knecht Ruprecht”), y recetas de galletas que cocina el tenor, famoso por sus habilidades culinarias. “Cuando hago galletas de Navidad, necesito escuchar canciones de Navidad, y cuando escucho cantos de Navidad, me dan ganas de hacer galletas”, asegura en las notas adjuntas.
En “It's Christmas” lo acompañan los coros St. Florianer Sängerknaben y Bachchor Salzburg; la Mozarteumorchester Salzburg, bajo la dirección de Jochen Rieder; la Cologne Studio Big Band, y los solistas Florian Pedarnig (arpa) y Till Brönner (trompleta y flugelhorn). “Al pensar en Navidad viene inmediatamente a mi mente la música. El sonido de las grandes tiendas nos recuerda inexorablemente que Navidad se acerca. Es la manifestación exagerada de una idea que, en su origen, está auténticamente ligada a la historia de la Natividad: la alegría de la anticipación”, dice Kaufmann, quien en su disco ha reunido canciones que tienen raigambre religiosa, pero también de la tradición y de los gustos más contemporáneos. “Noel es ante todo el nacimiento de Jesús. Pero es también San Nicolás, el Niño, Santa Claus, la tradición del pino… Hay múltiples rostros que la Navidad ha tomado en el curso de los siglos”, comenta, y recuerda que esta fiesta fue mencionada por primera vez por el cronista romano Furius Dionysius Filocalus en el 354 después de Cristo: “Pero el 25 de diciembre era ya por largo tiempo una fiesta pagana, la fiesta del Sol Invictus: el dios Sol invicto que celebramos en el solsticio de invierno. Fue solo con la propagación de la fe cristiana que esta fecha se convirtió en la fiesta no del dios Sol sino de Cristo en tanto verdadera luz. Hay cientos de tradiciones en el mundo; yo, por ejemplo, una vez fui a ver un pesebre vivo en la abadía de Andechs y esa representación con personas y animales verdaderamente me emocionó. Mi papá tenía una pasión secreta por el Christmas americano de Bill Crosby, Frank Sinatra y Ella Fitzgerald”.
Así, las pistas viajan de un siglo al otro, partiendo por el tradicional “Engel haben Himmelslieder” hasta llegar “All I want for Christmas is you”, de Mariah Carey, sin olvidar toques de jazz en “Have yourself a Merry Little Christmas”, con Kaufmann como crooner. Por supuesto, están “Tochter Zion” (Händel), “Ich steh an deiner Krippen hier” (Bach/Lutero); “Vom Himmel hoch, da komm ich her” (Lutero), “Cantique de Noël” (Adam) y “Hark! The herald angels sing” (Mendelssohn), y los ineludibles “O Tannenbaum”, “Adeste Fideles”, “Jingle bells” y “White Christmas” (Berlin).
Pero la atmósfera se vuelve propiamente cálida en las dos versiones de “Noche de Paz” (Franz Xaver Gruber), en alemán y en inglés; en la evocación renacentista de “What Child is this”, con música de “Greensleeves”; en las tradicionales “Still, still, still” y “Es wird scho glei dumpa”, donde la voz del tenor se une con delicadeza de canción de cuna al arpa de Florian Pedarning; en el poder evocador de “Maria durch ein Dornwald ging” y “Leise rieselt der Schnee”, y en esas miniaturas bellísimas que son “Entre le boeuf et l'âne gris” y “Gesù bambino”.
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