El Mercurio
Referentes del teatro sonoro, las actrices vuelven a trabajar juntas (esta vez con el músico Cristián Molina) en una lectura musicalizada de “Historia de un perro llamado Leal”, del recientemente fallecido escritor chileno Luis Sepúlveda. La obra se puede ver hoy y mañana, gratis, en el festival Puerto de Ideas Valparaíso. Por Michelle Martínez Collipal
María Izquierdo, reconocida y premiada actriz, dramaturga, guionista y productora, dice que el mayor desafío durante estos meses de confinamiento ha sido trabajar la paciencia. Con el término de las cuarentenas en Santiago, la actriz puede vislumbrar un regreso a lo presencial para el teatro, pero aún siente que está “pisando huevos”.
—Ni siquiera ahora hemos sido capaces de situarnos en el formato virtual. Sí, será una obra online, pero para nosotras será algo en vivo. El equipo técnico será nuestro público presencial —dice, entre risas, sobre la obra que estrena hoy junto a la reconocida actriz y compositora Elvira López.
Se trata de “Historia de un perro llamado Leal”, lectura musicalizada que transmitirán hoy a las 11 hrs. y mañana a las 12:30 horas, gratis, en el sitio web de Puerto de Ideas, festival que se realiza de forma online hasta el 9 de noviembre. Producida por Teatro del Canto y Teatro UC, la pieza toma el texto del fallecido escritor chileno Luis Sepúlveda, sobre un pastor alemán y sus vivencias junto al pueblo mapuche, en la Región de La Araucanía, y contará con el músico Cristián Molina.
Pese a que la obra es virtual, las actrices cuentan que les fue imposible no reunirse de manera presencial.
—La María vive en una parte que tiene mucho espacio libre, entonces nos hemos juntado. Al principio estructuramos todo a distancia, separamos el texto por capítulos, y cada uno tuvo que componer una canción. Después, cuando ya teníamos el material propuesto, ahí se hizo imprescindible juntarnos, porque teníamos que hacer la puesta en escena, que es muy sutil, hay muchas búsquedas de timbres y combinaciones de formatos. Y eso es imposible construirlo a través de Zoom, por la calidad del audio —dice Elvira.
—Hemos ensayado con mascarillas, con distancia suficiente, ventilando la sala, con alcohol gel y jabón, tomando todos los resguardos, pero en vivo —apunta María.
Una voz inmortal
María Izquierdo y Elvira López llevan 18 años trabajando juntas. Luego de haber coincidido a fines de los 90 en un montaje de Ramón Griffero, formaron la compañía Teatro del Canto junto a Cristián Molina y Gabriela González, que ha estado detrás de elogiadas producciones con énfasis en el diseño sonoro, como “Los ojos rotos” (2002) y “Las cosas que nunca tuve” (2015), basada en poemas de Gabriela Mistral.
Esta es la segunda vez que las actrices trabajan con un texto de Sepúlveda, tras haber estrenado en 2015 una adaptación musicalizada de su fábula “Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar”, sobre una conmovedora amistad entre estos dos animales. Ahí, ambas actrices relataban el texto al público de forma lúdica, mezclando voz, sonidos de ambiente y música en vivo. El crítico Pedro Labra lo describió como un trabajo que “logra capturar la magia, poesía, ternura y risible extravagancia presentes en la fábula”.
—Fue increíble habernos encontrado con “Historia de una gaviota” en la búsqueda de un formato y de un teatro que se cuenta a través de la sonoridad, y que apela a un espectro súper amplio de públicos. Sentimos muy cercana la prosa poética de Luis Sepúlveda —cuenta Elvira López, y dice que el escritor vino a Chile cuando estrenaron la obra en el Teatro UC.
—Tuvimos un encuentro muy fraterno, y quedamos muy ligadas a su trabajo afectivamente —recuerda la actriz.
Tras el fallecimiento de Luis Sepúlveda en España en abril pasado, a causa de covid-19, las actrices liberaron la presentación de “Historia de una gaviota” en formato de audiolibro, a modo de homenaje. Eso los llevó a reencontrarse con su obra.
—Estamos en sintonía con “Historia de una gaviota”, considerando que estos personajes contienen un espíritu diferente, porque esta es la historia de un perro narrada en primera persona. Un pastor alemán criado en una comunidad mapuche. Además, Luis Sepúlveda honra a su tío abuelo Ignacio Kallfukurá, quien contaba historias en el wallmapu —dice María Izquierdo.
La puesta en escena consideró la creación y el diseño de sonoridades que evocan al territorio mapuche. Este trabajo está a cargo de Cristián Molina y Elvira López, mientras que María Izquierdo interpreta al perro.
—Esta obra es súper diferente en términos de contexto y de contenido, pero similar en el lugar desde donde habla, que es a través de los animales, algo que nos parece maravilloso —dice Elvira.
Si las condiciones sanitarias lo permitan, esta primera parte culminaría más adelante con un montaje en el escenario del Teatro UC.
—Es raro cuando estás actuando y por el otro lado no hay nada, pero interpretativamente es uno de los más grandes desafíos –agrega Elvira sobre actuar en estos tiempos de virtualidad. Y María, inspirada, reflexiona sobre la importancia del motaje:
—En nuestras voces Luis es inmortal y en sus palabras nosotras somos alas.
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