El MERCURIO
Emilio Santana toma contacto con cultores, cuenta sus experiencias en “Ñuble: historias de canto y vida”, y junto a la locera Greta Cerda canta en “Para todos los presentes”.
IÑIGO DÍAZ
“Nací en mi cama, que era un cuero de oveja. De ahí viene esa tonada de ‘Cuando nací yo'. El treinta y cinco, una tarde de 16 de junio. Llovió, se tempestó, sacó un viento y otros temores, y ahí mi madre me trajo al mundo con tristeza y dolor, porque me tuvo sola, se sacó un delantal y con ese me envolvió”, relata Arsenio “Cheñito” Parra, de San Fabián de Alico.
Cantor ya fallecido, nos parece una versión ñublense de Robert Johnson, el bluesman que “le vendió su alma al diablo” en un cruce de caminos en Misisipi. Existen una o dos fotos suyas, y 15 grabaciones con su canto. Nada más. Es uno de los cultores cuyo testimonio aparece en “Ñuble: historias de canto y vida”, libro de reveladoras conversaciones del investigador y músico Emilio “Chino” Santana. Donde hay un río, siempre hay cantores.
“Desde 2013 comencé a ir al Ñuble en busca de su música y sus cultores, motivado por el folclorista y juguetero Alejandro Hermosilla Vázquez. Me he ido quedando allá, descubriendo un mundo enorme cada vez. Ellos viven conectados a una poética muy fuerte. Vida y poesía son inseparables”, cuenta Santana. “Me hice muy cercano a las cantoras Carmen Garrido, Enedina Almuna y las hermanas Fuentes. Pero yo no he rescatado nada, porque el rescate ya lo hicieron ellos. Todo existe en sus mentes. Con este libro simplemente soy testigo de eso”, agrega.
Sociólogo de profesión, como músico Santana ha hecho un recorrido desde el rock y la psicodelia hasta adentrarse en el folclor, el canto de la tonada y la poesía que surge desde la vida rural y que recoge ampliamente en este trabajo de divulgación. Allí también conversa con la propia Carmen Garrido, de la precordillerana Los Puquios, y con Luis Froilán Castillo, cantor de Chillán que, a diferencia de Cheñito —hombre arraigado a su tierra—, salió del Ñuble para recorrer Chile. Llegó lejos, incluso hasta el Festival de Viña del Mar.
“Cheño me sorprendió por su altura musical como creador. Maneja los contratiempos de la tonada, que no es plana como uno cree, sino llena de recovecos. Va floreando la música, crea nuevas rimas. La gente allá le pagaba por sus versos. Es un genio y una suerte de chamán que santiguaba niños”, describe el autor sobre Arsenio Parra. “Carmen Garrido ha tenido una vida muy dura, de cruzar la cordillera a pie, de caerse del caballo, trabajar de empleada doméstica en Santiago solo por el techo y la comida. Es una gran poeta y cantora que además nos ayudó a escoger y trabajar el repertorio de nuestro disco”, agrega.
Se refiere a “Para todos los presentes”, nuevo álbum de Santana que coincide con el libro de conversaciones y ayuda a proyectar ese universo de vidas ñublenses hacia la tonada y el canto. Fue grabado con la locera Greta Cerda como dúo. “Tonadas, parabienes y canto de angelito, es música que estaba en el repertorio anónimo de ellos. Con Carmen aprendimos cómo hacerlo. Y con Greta lo hicimos bajo su dirección”, dice. El libro está disponible para descarga en la biblioteca de MusicaPopular.cl.
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