El Mercurio
Jorge Campos y Cristián Crisosto participaron en "Eternamente Pablo", una nueva experiencia instrumental sobre las canciones del trovador. El concierto de lanzamiento será el 12 de noviembre en el Teatro Oriente.
IÑIGO DÍAZ
Cuando Pablo Milanés escuchó por primera vez este disco "nos dio todas las bendiciones papales", bromea el bajista chileno Jorge Campos, uno de los integrantes del quinteto que realizó "Eternamente Pablo", un trabajo de intervención de las canciones del trovador cubano, disco que ya está disponible en la disquería Kind of Blue.
Se trata del grupo Dhar+ (Dharmas), una formación espontánea que unió a músicos chilenos y cubanos en La Habana para registrar un inédito proyecto de análisis de la obra del famoso cantautor. Además de Campos, que es su director musical, el quinteto incluye al saxofonista y flautista Cristián Crisosto -ambos pertenecientes al grupo Fulano-, y a los cubanos Rolando Luna (piano), Rayhner Lasserie (batería) y Eugenio Arango (percusiones latinas), músico del staff de Milanés por veinte años.
"Pablo Milanés no es un tipo de fácil acceso. Nos costó bastante convencerlo de interpretar sus canciones acústicas en clave de jazz y fusión, porque él medita mucho cada cosa que hace. Grabamos el disco en febrero en su estudio. Vino a revisar los temas que habíamos escogido y a escuchar algunos arreglos. Una de esas canciones fue fundamental", dice Campos.
Dedicada a Mercedes Sosa, esa canción es "La soledad", la única pieza del disco donde Pablo Milanés pone la voz. "Es como una marca de territorio, porque dice 'en este disco está Pablo Milanés'", cuenta Wenceslao Lazo, el gestor del trabajo.
"Eternamente Pablo" es la segunda parte de un proyecto que pretende recorrer América Latina en busca de la obra de sus creadores fundamentales. Hace diez años, la base de este mismo conjunto, bajo el nombre de Araukania Kuintet, y también producido por Lazo, editó un disco de jazz fusión a partir de canciones de Violeta Parra y Víctor Jara. "No será el último que hagamos", señala Lazo.
Son trece temas. Hay baladas clásicas como "El breve espacio en que no estás" y "Para vivir", y otras directamente relacionadas con Chile, como "Yo pisaré las calles nuevamente" y "Salvador Allende en su combate".
"Algunas están en el formato acústico del trío de jazz, pero en general son arreglos de fusión latina, con muchas percusiones cubanas e instrumentos electrónicos. A veces un piano y otras veces un órgano Hammond. Incluso aparece un toque 'funketa' que le damos Crisosto y yo. Yo mismo me reencanté con esas canciones al preparar la grabación", concluye Jorge Campos.
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