viernes, noviembre 09, 2012

La explosión de la música chilena



Wiken- El Mercurio


En un solo fin de semana, tres festivales juntarán en el escenario a más de 100 músicos nacionales. El 16, 17 y 18 de noviembre, la Cumbre del Rock Chileno, la feria Pulsar y la Fonda Permanente La Popular congregarán a buena parte de lo más granado del rock, pop, folk y cumbia local.  

Por Jimmy Gavilán

Si esto no es signo de que la música chilena goza de buena salud, pocas cosas podrán serlo: el fin de semana del 16 al 19 de noviembre, más de 100 músicos chilenos de los más distintos estilos y trayectorias, estarán tocando en vivo en diferentes escenarios santiaguinos. Será un fin de semana inédito e histórico. Por eso aquí revisamos la oferta de cada uno de los eventos y damos una mirada al momento que vive la música local, en los ojos de sus protagonistas y de tres expertos.

LA INTERNACIONALIZACIÓN DE PULSAR.

Esta Feria -iniciativa de la SCD y gestionada a través de Fundación Música de Chile- que ya va en su tercera edición y se realizará en la Estación Mapocho, entre el 16 y 18 de noviembre, se instaló como un importante referente de contenidos musicales, ya que no sólo une a artistas, sino a todos quienes se vinculan con este mundo. Tendrá 65 artistas en conciertos en vivo -los nominados al Grammy como mejor álbum folclórico, Inti-Illimani Histórico, la reunificada banda Los Tetas, Pánico, Javiera y Los Imposibles, Saiko, Camila Moreno, entre otros-, y más de 30 horas de música. Además, a los 70 módulos del 2011 se sumaron este año 10 expositores más de la industria musical chilena: sellos, tiendas de discos, ventas de instrumentos, estudios de grabación, escuelas y productoras, entre otras. Pulsar ha subido como la espuma y las expectativas para esta nueva edición son altas: en 2010 asistieron 10 mil personas y el año pasado, la cifra se duplicó. Por eso este 2012 se agregó un cuarto escenario y un primer expositor internacional: México. Ellos tendrán un módulo especial donde expondrá la Feria de la Música de Guadalajara, y la cantante Carla Morrison, nominada al Grammy Latino como Mejor Álbum Latino, compartirá el escenario con Gepe. "La idea de invitar a México surgió como un primer paso de internacionalización", explica Alejandro Guarrello, presidente SCD y Fundador de Música de Chile. Está claro: Pulsar quiere seguir creciendo. Carolina Tres Estrellas y Edi Pistolas, de Pánico, concuerdan: "Pulsar permite que una importante cantidad de bandas y músicos presenten su trabajo. En el fondo, permite el desarrollo".

EL ANHELADO REGRESO DE LA CUMBRE DEL ROCK.

"Yo creo que en Chile se están haciendo festivales de nivel internacional, independientemente de que sean bandas nacionales. La idea es rescatar lo que está sonando y que tiene calidad internacional", comenta el cantante Fernando Milagros ("San Sebastián"), quien luego de haber estado presente en Pulsar en dos ocasiones previas, este año tocará en el otro megaevento que rendirá culto a la música nacional: La Cumbre del Rock Chileno.

Su primera versión fue en 2007 (no se ha hecho todos los años), cuando 38 bandas se reunieron para festejar 40 años del rock local en el Estadio Nacional. Ahora la cita será en la Ciudad Parque Bicentenario de Cerrillos (Ex Aeropuerto Cerrillos) y se esperan más de 30 mil personas. Con dos versiones anteriores bajo el brazo, los organizadores consideran que existe un recambio generacional importante y que la música chilena está "más activa y exportable que de costumbre". Signo de ello es la aparición de nuevos sellos nacionales -autogestionados- y una explosión de bandas de rock, pop, cumbia y cantautores de folk, entre otros, lo cual permite que la diversidad sea un eje central. En su tercera versión, traerá a escena a nombres como Manuel García, Francisca Valenzuela, Javiera Mena, Gepe, Chinoy, Camila Moreno, Pedro Piedra, Alex Anwandter, Nano Stern, Leo Quinteros y Fernando Milagros, entre los solistas; y bandas como Los Bunkers, Como Asesinar a Felipes, Silvestre, Primavera de Praga y De Saloon.

"Me parece que es una buena instancia para que venga, sobre todo, gente de provincia. No sucede mucho que estén todas sus bandas favoritas juntas y esta es la oportunidad. No es tan caro y van a ver a 30 artistas chilenos. Van a poder regodearse con los que les gusten. Es una fiesta y debería hacerse más seguido", comenta Nicolás Torres, vocalista del grupo Silvestre, quien también estará presentándose -con un repertorio más festivo- en el tercero de los eventos que inundará de música la noche santiaguina del 18 de noviembre: La Fonda Permanente.

QUE SIGA LA FIESTA DE LA FONDA PERMANENTE.

 Todo partió en septiembre. Tres eventos masivos y un lleno total, de esos que se dan en Fiestas Patrias, llevaron a La Fonda Permanente La Popular a sumar en su agenda una nueva fiesta con algunos clásicos y otros nuevos nombres de un género que cada día gana más adeptos: la cumbia. Este 17 y 18 de noviembre, al menos tres generaciones de cumbia se darán cita en Matucana 100, en una fiesta que espera congregar a 4 mil personas por día. Nombres con historia como La Sonora Malecón, Tommy Rey o La Cubanacán se entremezclarán con bandas más jóvenes que también cultivan el estilo, como Silvestre, Combo Ginebra y Chorizo Salvaje. "Nos sentimos muy orgullosos de reunir, en un mismo evento, a gente tan histórica del estilo, como la Malecón o Tommy Rey, con nombres más recientes como la Sonora 5 estrellas", dicen los organizadores. Dentro de las sorpresas estará la participación de Rumberos del 900, un grupo que rinde homenaje a los músicos de las orquestas bailables chilenas, como la ex Huambaly y Pérez Prado, con un repertorio más bien clásico de cumbias y mambos del recuerdo.

Los protagonistas dicen
* JAVIERA PARRA
"Me parece genial que la gente que está interesada en la música pueda saber, en un solo lugar, dónde estudiar, dónde comprar buenos instrumentos, cómo conseguir los mejores softwares para grabar o que tengan clínicas con productores, músicos, mánagers. Creo que la industria se profesionaliza, hace que tengamos un mercado más vivo, más transparente. En Pulsar te puedes comprar un vinilo o ir a pasear con tus hijos. Es un espectáculo muy transversal", dice la cantante, quien estará en Pulsar el sábado a las 16 horas mostrando parte de su disco tributo a Violeta Parra.

* INTI-ILLIMANI HISTÓRICO
"Tenemos 45 años de trayectoria, entonces, cada canción representa un período. Estaremos en el cierre de una de las noches de Pulsar presentando nuestro trabajo más reciente. Además, estamos nominados a los premios Grammy, por el disco con Eva Ayllón, y no sabemos con qué euforia nos vamos a presentar. Ese trabajo ya tiene el premio de haber sido nominado, y dentro de lo que tocaremos, de seguro será algo de ahí", explica José Seves, de Inti Illimani Histórico.

* LEO QUINTEROS
"El hecho de que se haya mantenido un show masivo de música chilena es una buena señal, porque ésta no es el plato principal sino que el único. Y no está tampoco en la mesa de los niños como ocurre en algunos festivales más grandes", opina Leo Quinteros, que se presentará en La Cumbre del Rock Chileno el sábado 16 y en Pulsar, el domingo.

* PÁNICO
"Estamos trabajando en un disco nuevo y sacaremos uno más experimental, más alternativo que se llama 'Resonancia' y se lanzará el 15 de noviembre", adelanta Carolina Tres Estrellas y Edi pistolas, de Pánico, que tocará en Pulsar el sábado a las 18 horas.

* SILVESTRE
"Lo que me gusta de los festivales es que no se siente una rivalidad entre los distintos estilos de música. Me gusta ver cómo la gente se cruza para ir a ver a sus bandas. Es como una oda a la tolerancia", dice Nicolás Torres, quien se presentará con su banda Silvestre el sábado 17 tanto en La Cumbre del Rock como en La Fonda Permanente.

* CAMILO TEA TIME
"Pulsar es una plataforma con un criterio muy artístico en la selección de las bandas. Te presenta un cuadro de las siluetas más reales de lo que está pasando y no sólo el entorno de propaganda en que vivimos", dice Camilo Tea Time, quien estará en Pulsar con sus bandas Criminal Jazz y Los Tetas.

Opinión 
Peleando a la contra
Felipe Rodríguez es periodista y crítico de música. 
Como pasó en la década de los 90 con los tenistas, la actual generación de músicos locales es producto del esfuerzo y el talento. En Chile, la prensa difunde poco y cada banda o solista aplica la autogestión para sobrevivir. Por eso, lo que sucederá el fin de semana próximo huele a milagro: ni siquiera en la época de la Unidad Popular, único periodo que fortaleció la música chilena, hubo tanto por escuchar.
Si Los Bunkers, Chico Trujillo y Manuel García -los hermanos mayores de este movimiento- asoman como los más consolidados, el equipo que los escolta cuenta con experiencia y reconocimiento internacional. Javiera Mena, Gepe, Francisca Valenzuela y Alex Anwandter, todos afincados en la escuela del pop, son nombres probados y alabados.

En vivo, pocas bandas actuales sostienen la electricidad de Astro. Cada show es refrescante, nuevo y con tensión. Esa misma cualidad es la que posee Adrianigual. Admiradores del álbum "Corazones" (1990), de Los Prisioneros -como varios de su promoción-, en directo su pop ochentero se agiganta, saltando desde una electrónica vital a melodías oníricas.

Entre los emergentes, Pedro Piedra es un solista que si logra calibrar lo que ofrece en estudio versus lo que entrega en vivo, debería constituirse en un clásico. Sus canciones, que divagan entre sueños infantiles y melodías estetizadas, pueden transformarse en referencia. Esa fortaleza también está en Ases Falsos. Su cantante, Cristóbal Briceño, es un profundo cronista de la realidad, pero todavía no asume en sus shows un rol de líder que, hasta ahora, disminuye su potencial.

Juana Fe es otra banda que apunta alto. Reconocidos por el hit "Callejero", de su segundo disco, "La Makinita" (2010), tuvieron un salto enorme: enlazó la fiesta con la reflexión. En ellos, hay mirada política -una virtud perdida en la actual música chilena- en "La Bala"; cotidianeidad de barrio en "Tengo luquita" y pertenencia en "Del fin del Mundo". Unos Fabulosos Cadillacs en versión 2012.

Opinión
2004-2012: de Pulso a Pulsar
David Ponce es periodista, con cerca de 20 años de experiencia musical. Es autor también del libro "Prueba de sonido".
Es arbitrario elegir 2004 como punto de partida posible: la música independiente en Chile no empezó ese año ni mucho menos. Pero desde entonces está en la memoria una fecha útil para trazar una línea continua hasta hoy, a las puertas de festivales próximos como Maquinaria, La Cumbre del Rock Chileno, Pulsar y hasta la edición 2013 de Lollapalooza.

El sábado 19 de junio de 2004 hubo un festival en el Teatro Novedades de Santiago, se llamó Pulso y es el registro de otro mundo. No hubo productoras a cargo: como cualquier concierto local de esos años, fue organizado por los mismos músicos que tocaban, en este caso dos integrantes de los grupos Gameover y Termita. No había pendones de marcas ni promotoras: como en todos los conciertos de la época aún no se aparecía nada remotamente parecido a un auspiciador. No había grandes recursos: la prueba de sonido se atrasó y el primer grupo en tocar pagó las consecuencias con un desastre de amplificación. Y había variedad: era un mismo circuito, pero lo bastante amplio para que esa noche en el Novedades hubiera, a grandes rasgos, pop de cámara con Les Ondes Martenot, rock incendiario con Tsunamis, pop con Amongelatina, punk melódico con Gameover, rock de garage con Ramires! y Guiso y folk rock con Matorral, un trío que tocó con un quenista de diecinueve años como músico invitado: se llamaba Nano Stern.

Desde entonces aparecieron distintos actores en este escenario: las marcas, que encontraron aquí un "nicho" para explotar; el Estado, por medio de los fondos concursables que estos músicos aprendieron a ganar; instituciones como la SCD, que organiza el encuentro Pulsar; los promotores de shows internacionales, que en algo han mejorado la presencia de músicos chilenos en festivales como Lollapalooza. El más importante de esos actores es la radio y sigue en deuda con la diversidad musical disponible en Chile, pero los músicos tampoco han perdido tiempo esperando milagros y en estos años Internet ha sido la herramienta con que muchos de ellos se han hecho escuchar en Argentina, México o España sin haber figurado en las radios ni la prensa local, demasiado ocupada en reportear la TV y la industria del chisme. En el sonido también ha habido cambios, y el péndulo se movió hacia las guitarras acústicas, las fusiones mestizas, la cumbia o la cueca, prueba de que la música independiente nunca se ha agotado en el pop ni en el rock. Para que existieran Pulsar y otros nombres en 2012 tuvo que haber un Pulso en 2004: la evidencia de que siempre hay un circuito de música independiente por descubrir. Antes y ahora también.

Opinión
El futuro se fue
Sergio Cancino es director de Radio Uno, emisora que cumplió ya cinco años dedicada a la difusión exclusiva de música nacional.
Sucede en la ciencia ficción: las visiones futuristas tienden a fallar y caer en predicciones que los años dejan en ridículo. Este principio también se aplica a la montaña rusa de la industria musical. Las certezas están aquí y ahora, más aún en un mercado pequeño como el chileno. Lejos del llanto por el debilitamiento de los sellos multinacionales, la caída de un formato (CD) y la irrupción de otros (MP3, el regreso del vinilo), el dogma no cambia: la importancia de una buena canción es la unidad básica del sistema. Porque puedes matar una industria, pero jamás la música.

El acceso a la tecnología democratizó el proceso de grabación de discos. Proliferan los estudios caseros y los sellos independientes. Sin embargo, la excelencia sigue siendo cara, pues los procesos de mezcla y masterización, ni hablar de encontrar el productor adecuado, muchas veces son subestimados por los músicos, y también por el criterio con que se asignan fondos estatales. La misión es optimizar recursos: para qué grabar un álbum pobre si puedes lanzar un single asesino.

Las plataformas digitales difuminaron las fronteras. Cada vez más artistas locales tocan en festivales internacionales, reciben cobertura global y encuentran nuevos públicos. Ahí está el ya célebre artículo del diario español El País sobre nuestro pop. El contacto con industrias más voluminosas, como la mexicana, implica aprendizaje. El desafío de los músicos locales es profesionalizar su labor; para sobresalir, debe ser un trabajo, no un hobby de fin de semana. En tiempos de autogestión es clave un rol activo en las distintas áreas: márketing, promoción, booking, contratos. Este soldado universal debe ser mateo, ingenioso, capaz de generar alianzas y no olvidar otro dogma: dondequiera que exista creación y comercialización, siempre habrá derechos involucrados. Nuevos modelos, como Kobalt, ponen el énfasis en la editorial (publishing) como pilar de la generación de ingresos.

Existe miopía al culpar de los males de la industria a la falta de difusión radial, ignorando de paso la deuda histórica que tiene la televisión. Además de vulnerar la libertad editorial, propuestas como un porcentaje obligatorio de producción chilena al aire no conciben un desarrollo global que va desde la calidad de la educación musical recibida en nuestra infancia hasta el rol del Estado en un proyecto de radio pública, adaptando a nuestra realidad modelos como la NPR estadounidense o la BBC británica. Talento chileno existe, no se limita a bandas tributo e imitadores. A casi 5 años de su nacimiento, el éxito de Radio UNO -de la que este columnista es director- es la principal evidencia.


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