Incluidos por la prestigiosa radio estadounidense NPR entre los mejores 50 discos del año por su álbum homónimo, el cuarteto chileno de música lisérgica, universal y bailable vive su mejor momento. Giras a Estados Unidos y México y edición en España son la última secuela de su trabajo. "Por primera vez, vivimos de la música", aseguran.
Felipe Rodríguez
En la última semana, Astro vivió las dos caras de la independencia musical. Por un lado, se alojaron en Los Angeles en un hotel de lujo -pagado por una bebida energética- cuyos muros estaban cubiertos por fotografías que retrataban a ilustres visitantes como Marlon Brando golpeando a un periodista o a Marilyn Monroe luciendo su perfecta anatomía al borde de una piscina. Y por otro, en Ciudad de México en un hostal costeado por ellos mismos y cuyas piezas no tenían ventanas. "Debíamos ahorrar plata", explica el vocalista Andrés Nusser.
En ese país se enteraron de una noticia sobresaliente para cerrar con broche de oro su año: la prestigiosa radio pública de Estados Unidos NPR citó a su disco homónimo (2011) como uno de los 50 mejores de la temporada 2012. "Se acercaron personas a felicitarnos. No sabíamos que tenía tanto crédito estar en esa lista. Es súper bueno porque indica que vamos por buen camino", apunta el baterista Octavio Cavieres.
No hay felicidad extrema ni frases delirantes en ambos músicos -cuya banda completan el bajista Nicolás Arancibia y el tecladista Daniel Varas-. Su travesía al éxito es paso a paso. Hace un mes, editaron su álbum en España, cada vez son requeridos con mayor periodicidad en México y en Estados Unidos se están abriendo puertas. Pero Nusser y Cavieres gozan otro triunfo. Uno más pequeño, pero de mayor simbolismo interior: poder vivir de la música. "En noviembre por primera vez pudimos pagar nuestras cuentas con nuestro trabajo. Nunca lo habíamos podido hacer en estos cuatro años y nos pone súper contentos", cuenta el baterista.
TREN AL SUR.
Andrés Nusser, el líder y compositor de Astro, es osornino. Desde su adolescencia, tuvo su opción clara: dedicarse a la música. Cuando estaba en octavo básico le contó a su padre que quería hacer canciones. Él no estuvo de acuerdo. Trató de disuadirlo con las dificultades que implica el arte, pero Nusser no desistió. Y entre los 14 y los 19 años tocó en todos los lugares posibles de su pequeña ciudad: bares, café concert y festivales de poesía. "A veces, cosas mías y otras como Emerson, Lake and Palmer, Yes y Genesis. A la gente le gustaba", recuerda.
Convenció a su padre para estudiar en la Escuela Moderna de Música y se vino a Santiago. Allí fue compañero del ex Teleradio Donoso, Alex Anwandter, y conoció a Cavieres. En el primer ensayo parieron su primer gran hit, "Maestro Distorsión", un tema aéreo, refrescante, de sonido cosmopolita y donde su voz aguda era su sello. "Le dije al Octavio 'este será el hit del verano'. Cuando lo terminamos lo subimos a MySpace y ahí empezó todo", reconoce el cantante. Con internet como aliado, el grupo -con Varas y Arancibia también embarcados en el proyecto- recibió ofertas. En México los invitaron a tocar al Vive Latino 2010 y Cecilia Amenábar los llevó a Argentina para unas actuaciones en un programa cultural. "Hasta hoy somos amigos. Se portó muy bien con nosotros", declara Cavieres.
Tras la salida de su EP, "Le Disc Du Astrou" (2009), vinieron los primeros problemas. En varios blogs, el público se burlaba del grupo con insultos. Decían que sus canciones eran una mísera copia de la sicodelia electrónica de los estadounidenses MGMT, y sintieron el golpe. Más que nada, porque, aseguran, la gente tenía razón. "Era la música que escuchábamos en esa época y quizás nos salió algo parecido. Fue doloroso sentir tanta agresividad porque no queríamos hacerle daño a nadie. Pero nos sirvió porque para el segundo disco nos metimos para dentro, nos ensimismamos y nos salieron canciones que tenían que ver con lo que sentíamos y sin mirar para el lado", explica Nusser, y Cavieres complementa: "Nos hicieron pedazos, pero al final fue bueno. Da lo mismo que hablen bien o mal de tu trabajo. Lo importante es que hablen. Y, en el fondo, no pasamos inadvertidos".
-En esa época también se les trataba como unos cuicos. ¿Se sienten cuicos?
-Nusser: En realidad, somos cuicos. Pero no somos clasistas ni derechistas ni izquierdistas. Hacemos música para divertirnos y que la gente se divierta. Nuestras canciones son para pasarlo bien. Y somos súper trabajadores.
-La música de ustedes es sicodélica.
-Cavieres: Sí, pero nunca tocamos volados ni curados. Ensayamos harto y de la forma más profesional posible. Nos esforzamos por hacer bien las cosas.
-Nusser: Lo que sí hacemos después de los shows, es irnos de fiesta y carretear con todo. Como los deportistas después de sus competencias. Cuando las bandas giran mucho, a lo Led Zeppelin, empiezas a estar en otra onda. Estás mucho tiempo fuera de tu casa, te desequilibras, el copete es gratis y las drogas te las ponen en la mesa. Esa dinámica te hace pésimo. En los estudios debes estar concentrado.
UNA FAMILIA FELIZ.
Para Octavio Cavieres, estar fuera del país por varias semanas no es un asunto problemático. "Podría pasar tres meses lejos de Chile y lo pasaría bien. No me hago problemas", lanza y su compañero replica en sentido contrario. "Cuando estoy fuera, siento la necesidad de estar en mi casa, con mi novia y trabajando. Me frustro cuando no puedo hacer las cosas que deseo. Siento que pierdo el tiempo".
Aunque ambos avizoran una larga vida a Astro, existen situaciones que, en la interna de la banda, están claras. La primera y más trascendental es que todos están convencidos de postergar la paternidad por unos cuantos años. "Es un tema difícil pero hay que tratar de no ser padres por el momento. Postergarlo lo más posible", dice Nusser mientras Cavieres lo respalda: "En este momento, eso debemos sacrificarlo. En esta etapa es imposible formar familia porque estamos cosechando y dándonos a conocer".
-¿Cómo manejan el fanatismo?
-Cavieres: No es tanto como la gente cree. Es cierto que para algunas personas estar en un escenario genera una situación de fascinación, pero tampoco es que nos lluevan las mujeres. A veces, cuando te reconocen, ayuda, pero no es nada para volverse loco.
-Nusser: Creo que tenemos un público transversal. Hace unos días en México, una familia nos pidió que les autografiáramos el disco y el niño más chico cantaba el coro de una de nuestras canciones. Otra vez, un caballero de unos 70 años nos felicitó por la música que hacíamos y nos han dicho que los que más nos siguen son los que tienen entre 18 y 20 años. Es bueno sentir que personas de diferentes edades se pueden interesar en lo que haces.
-Ustedes han tocado en los principales festivales que se realizan en Chile. ¿No les molesta la diferencia en los pagos que se hace a los chilenos versus los extranjeros?
-Nusser: Un show en un festival grande implica mayor visibilidad. Te cuento algo: lo de Fauna fue uno de los conciertos más bajos que tuvimos en cuanto a pago, pero preferimos hacer algo elaborado. Nos gastamos todo lo que nos pagaron porque hay exposición. Son estrategias en las que debes invertir. En esos festivales, está el tipo que, por ejemplo, te puede regalar zapatillas. Puede sonar banal, pero eso te ayuda a vivir porque evitas un gasto. Además, hay muchos promotores. Como les pasa a los futbolistas cuando los vienen a ver. Lo haces bien y te pueden invitar a tocar afuera. Si uno ve que te pagan 200 lucas y a Kanye West un palo verde, claramente es injusto. Pero, en rigor, no lo es: al tipo lo conocen en todo el mundo y a nosotros no nos conoce nadie. Y otra cosa: también sirve para el currículum.
-Aunque se vive un movimiento musical comparable sólo a lo que pasaba a fines de los 60, no hay una banda que destaque. ¿Por qué no existe alguien como Los Prisioneros o Los Tres, líderes en los 80 y 90, respectivamente?
-Nusser: Porque no hay disqueras que pongan plata. Los Prisioneros hicieron su primera etapa gracias a su talento, pero después con "Corazones" (1990) les pusieron 25 mil dólares y estudios en Los Angeles. Para mí, gente como Gepe o Javiera Mena deberían llenar estadios.
-Cavieres: También ninguno es demasiado masivo. No son Américo o La Noche, que son populares y pueden hacer giras por Chile. Acá hay gente con talento como Camila Moreno, Fernando Milagros, Alex Anwandter, Pedro Piedra, etc. Pero ninguno es demasiado pop. Eso es lo que nos falta.
-¿Qué les dicen sus familias ahora que les va bien?
-Nusser: Mi viejo se siente orgulloso porque siente que su inversión valió la pena. Entendió que la música era mi pasión y eso lo pone feliz.
-Cavieres: Mi abuela y mi mamá se emocionan. Recortan todo lo que aparece en los diarios... ¿Cuándo se publica esta entrevista para avisarles?
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