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La rapera nacional está de regreso con el álbum "La bala", que ve la luz tras el gran interés internacional que despertó el aplaudido "1977". Por lo mismo, aún recuerda con irritación la negativa del Consejo de Cultura a otorgarle fondos, aduciendo una razón insólita: "Falta de proyección".
SANTIAGO.- "En marcha blanca". Así define su actual momento Ana Tijoux, la rapera más destacada de Chile y una de las que más ha dado que hablar en su género, a nivel internacional. La razón es simple: Su nuevo disco, La bala, lleva apenas una semana en el mercado, pero eso no ha sido impedimento para que los comentarios a su alrededor fluyan.
El eje está en "Shock", la canción con la que hace algunas semanas adelantó la placa y que generó repercusiones y aplausos por su letra alusiva a las demandas estudiantiles, con inspiración en la "doctrina del shock" de Naomi Klein. La misma periodista y teórica canadiense la alabó a través de Twitter.
"Me siento muy agradecida, pero no me sorprende, porque la gente que está en esta misma línea humanista en algún minuto se tiene que cruzar. Es como la colaboración con Jorge Drexler: Tenía que pasar. Son energías que se van dando de forma natural. Lo bonito que va a pasar con 'Shock', es que como el disco sale en febrero en Estados Unidos, en enero el video va a ser el destacado para el mundo en YouTube. Eso está bien choro", cuenta.
El hecho puede anotarse como un hito más en la vertiginosa escalada internacional de Tijoux, en la que ya registra nominaciones a premios MTV, giras por Estados Unidos y Europa, alabanzas de nombres tan trascendentes como Radiohead, presencia en festivales como Lollapalooza, y hasta una nominación a los Grammy norteamericanos. Todo de la mano de 1977, el disco que marcó un antes y un después en la carrera de la MC, aunque ésta aclara que "todo fue inesperado. Creo que eso lo hace mucho más entretenido".
Sin embargo, entre los aplausos aparecieron también los problemas y las paradojas. Al respecto, aún le causa irritación la forma en que le fueron negados los fondos de la llamada "Ventanilla Abierta", que entrega el ministerio de Cultura —"que yo llamo 'de la incultura' ", dice— para giras internacionales.
"Pedimos cinco mil dólares, algo súper razonable, para pagar pasajes a Lollapalooza, Montreal y otros grandes festivales. Me dijeron que no por falta de proyección artística y cultural. No fue sólo un tema de pica, de ego, sino una falta de criterio, porque si yo tengo poca proyección, con el interés que ha habido en Estados Unidos en particular, qué queda para una banda emergente", reclama.
"Qué fácil es después llenarse la boca, y que el ministro Luciano Cruz-Coke vaya a los festivales internacionales y diga que yo soy la primera mujer (chilena) nominada a los Grammy", agrega, y recuerda cuando el Consejo de Cultura quiso entrevistarla por el interés que despertó en el extranjero. "Fue como 'ja-ja-ja'. ¿Hasta que les convenga nomás? Me pareció irónico y patético. Qué se puede decir. Pero con ellos o sin ellos, igual nomás. No es gracias a ellos que me nominaron, ni gracias a ellos que he hecho giras".
Nuevo disco, nuevo show
Con ese recorrido Tijoux abre ahora la etapa de La bala, disco al que se refiere como "una continuación lógica de 1977, con la gran diferencia de que es tocado, casi no hubo samples. La producción de Andrés Celis tuvo un objetivo más orgánico".
Sobre las letras, cuenta que ya no tienen toda la carga biográfica de 1977, acercándose más a la línea de "Shock". "Esta vez el 80 por ciento de los temas los compuse pensando en un video, en imágenes, y esas imágenes las pasé a papel", dice.
Con esa carga está levantando sus nuevos shows, partiendo por el que realizará en el festival Canto por Chile el próximo 10 de diciembre, a beneficio de Un Techo para Chile. Allí compartirá escenario con Chancho en Piedra, Francisca Valenzuela, Los Jaivas, Difuntos Correa, Sinergia, Manuel García y Villa Cariño, entre muchos otros.
"Estamos integrando los temas de La bala en el nuevo repertorio. Estamos reconociéndolos e integrándolos en la propuesta, porque las canciones tienen una identidad y con el tiempo van tomando vida propia", explica.
En vivo, en tanto, el carácter orgánico del nuevo álbum también estará presente. "Lo que hacemos es que al formato electrónico le agregamos instrumentos. A mí me interesa seguir con la línea del DJ, que cumple un rol muy bonito, y ahora tiene mucha afinidad con el baterista. Eso da más movilidad, más improvisación, exploras más en el terreno de lo imprevisto".
Para la maratónica jornada del sábado 10, el eslogan llama a comprometerse "Por un Chile más justo", máxima que también podría resumir la apuesta de la rapera en vivo: "Como equipo tratamos de tener una propuesta musical, pero también de contenido, más o menos similar en todos los conciertos, y que es la misma del disco. De un Chile más justo, hay que hablar en todos los escenarios".
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