domingo, mayo 19, 2013

Jodorowsky: "Si me hubieran dado el Fondart, ésta sería una película chilena"

El Mercurio

Su película "La danza de la realidad" fue ovacionada en el Festival de Cannes. Desde ahí, critica la falta de fondos locales en el filme: "Me dio una furia espantosa".

Ernesto Garratt Viñes Enviado especial

CANNES.- Ayer la ovación fue cerrada para "La danza de la realidad", el regreso del director chileno Alejandro Jodorowsky al cine después de "The rainbow thief", de 1990. La sala de la Quincena de Realizadores estaba repleta.

Jodorowsky, quien se quedó a hablar con el público tras la proyección, fue claro. "Esta no es una película chilena, es mexicana y francesa", deslizó, recalcando su molestia por la falta de apoyo que tuvo de parte del Fondart al momento de rodar esta poética y surrealista producción que se convirtió en una de las estrellas de la sección paralela del Festival de Cannes.

"Un regreso triunfante", calificó Peter Bradshaw, crítico del diario inglés The Guardian; "Jodorowsky, un poeta en Cannes", aplaudió, por su parte, el medio francés Le Figaro. Los Angeles Times tituló su reseña como: "El chileno rey del culto aún es el mago de lo extraño".

Las frases de alabanza dan cuenta de la buena recepción de esta historia autobiográfica, que mezcla datos reales y memorias con el poder surrealista de su cuerpo de trabajo en el cine -con filmes de culto como "El topo" y "La montaña sagrada"-, y como guionista en cómics, como en "La casta de los metabarones" y "El incal".

"La danza de la realidad" fue filmada en su natal Tocopilla con dineros franceses y mexicanos. Muestra la infancia del director, encarnado por el niño Jeremías Herskovits, y su difícil relación con su padre, Jaime Jodorowsky, un stalinista que odia el gobierno de Carlos Ibañez del Campo. Aquí es interpretado por uno de los hijos del cineasta, Brontis Jodorowsky.

Además, participan en la cinta otros vástagos del artista, Axel Jodorowsky y Adán Jodorowsky, quien también es responsable de una notable banda sonora.

En la historia, el niño Alejandro, de familia de inmigrantes judíos, trata de encajar entre los niños de la ciudad mientras su madre (la joven soprano chilena Pamela Flores) canta en tono lírico todas sus líneas, porque, en esta ficcionada realidad, es cantante de ópera. Alejandro sufre por el duro trato paterno para "que sea un hombre", el que incluye cachetadas de fuerte tenor e idas al dentista sin anestesia.

La película, fiel al espíritu controversial del cineasta, tiene fuertes escenas de tortura y tomas donde los personajes de la madre y el padre, en distintos momentos, orinan exponiendo sus genitales. La provocación artística marca el menú de Jodorowsky en este comentado regreso, y a la que se agregan un vivo sentido del humor, surrealismo y un pulso narrativo magnífico.

-Usted señaló que esta película no era chilena ...
"Yo fui con mucho cariño a Tocopilla, y yo sabía que íbamos a venir a Cannes, porque todas mis películas han venido, y eso es importante para el Fondart. Pensé que ellos nos iban a dar el dinero (US$ 400 mil) para filmar. Nos hicieron firmar papeles con estos tinterillos, y no nos dieron nada. Entonces me dio una furia espantosa, y no dije nada, porque no lo necesitaba, ya que había encontrado capital francés y mexicano. Cuando llegó al festival empezaron a decir 'Ah, la industria chilena tiene tres películas en Cannes'. Es mentira, porque no me dieron nada, y dije que no es chilena".

-Por qué cree usted que no le dieron el Fondart?
"Qué se yo; no me importa. Supongo que son amigotes, que tienen su pequeña mafia y que les dan a quienes les da la gana. Yo creo que por tontos. Y lo digo con mucho cariño chileno: si me hubieran dado ese dinero, se podría decir que es una película chilena".

Además de "La danza de la realidad", Jodorowsky es protagonista en Cannes por otra razón. En la Quincena de Realizadores también se presenta el documental "Jodorowsky's Dune", de Frank Pavich, que enseña el abortado pero legendario proyecto del chileno para llevar al cine la famosa novela de Frank Herbert, algo que finalmente hizo David Lynch. "Es bueno el documental, es un manifiesto", dice Jodorowsky.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Puta que son giles los del fondart, chile necesita artistas valorados por los mismos chilenos, ayudando con el financiamiento de películas el país crece culturalmente, con mentes cagonas incapaces de ver el producto nacional seguiremos siendo unos weones pencas (típico chileno)...RECONOZCAMOS A CHILE COMO PAÍS DE ARTISTAS, POETAS, MÚSICOS, CINEASTAS, etc...

Anónimo dijo...

Éste es Chile.... país de cagones!!!!!! (dejé de ser chileno voluntariamente)

Anónimo dijo...

Y las donaciones de chilenos? o sólo le vale el dinero del Gobierno? Con todo lo genial de este artista, y lo bella que será la pelí, la fama como el poder, corrompen la razón y el ego. Nada feo debiera haber en torno a una relización artística de este nivel. Ojala esta noticia no empañe ni un segundo más todo eso. Lo dice un artista que nunca postularía el fondart, por que el arte debiera poder hacerse con un lapiz y un papel si es necesario.

Rodrigo Piraces dijo...

La verdad es que los cagones son los propios cineastas chilenos, que finalmente son el jurado del FONDART los administrativos no toman estas desiciones, si no el Jurado, integrado por personas del área de las artes audiovisuales, ....¿chaqueteo dicen que se llama?, pinsen en la Mistral, en Alfredo Jarr, en Matta , etc, etc, etc

Anónimo dijo...

No le dieron el dinero por envidia, esa es la razón

Anónimo dijo...

El fondart esta muy politizado, hay que hacer limpieza y poner gente que realmente apoye la cultura y no sus mezquinas ansias de poder y figuración social.