Esta semana se activaron los proyectos de recuperación de los teatros de Iquique y Punta Arenas. Los nuevos diseños arquitectónicos de Coquimbo, O'Higgins y Biobío ya están en marcha.
IÑIGO DÍAZ
"Es súper energético, especial para enfrentar el frío magallánico", comenta el ministro de Cultura, Luciano Cruz-Coke, tras probar la especialidad de la casa en el Kiosco Roca de Punta Arenas, que ganó el premio "Mejor Picada de Chile" a través de votación popular. Consiste en pan con pasta de chorizo y un vaso de leche con plátano o con frutilla. Después del acto, que se realizó este jueves, la autoridad se dirigió al Teatro Regional de Magallanes, que lleva el nombre del cineasta, cantante y autor de canciones José Bohr.
"Mi primera gira con una compañía de teatro fue con la obra 'Sostiene Pereira', que montó el Ictus. Estuvimos en el José Bohr en 1999 y ya se encontraba en muy malas condiciones", dice.
Desde 2009 permanecía en el olvido, en una ciudad donde, por el contrario, los símbolos del esplendor portuario y financiero como los palacios Braun Menéndez y Sara Braun se mantienen vivos. Pero una inminente recuperación reinstalará en septiembre al Teatro José Bohr en el circuito patrimonial magallánico.
Es parte del Programa de Teatros Regionales, impulsado por el Gobierno y que cuenta con recursos por $28 mil millones. Durante la semana, el Presidente Piñera, junto al ministro Cruz-Coke y representantes del Gobierno Regional de Tarapacá, firmó en Iquique el convenio de recuperación de otro teatro decimonónico. En dos días, los extremos norte y sur del programa quedaron en funcionamiento.
Los tres teatros regionales restantes son, en cambio, proyectos que comienzan desde cero, por lo que despliegan arquitecturas y diseños contemporáneos: Coquimbo, O'Higgins y Biobío.
"El Teatro Regional del Biobío se construirá en la rivera del río con un proyecto que el arquitecto Smiljan Radic ganó a través de un concurso internacional. Lo mismo ocurre en Rancagua, donde ya se está construyendo el teatro. Y en La Serena, en el Parque Pedro de Valdivia, al lado de la costanera, también se instalará un lugar que permitirá generar convenios con grandes instituciones culturales y traer artistas de calidad", dice Cruz-Coke.
-¿Será un programa como el de los estadios Bicentenario, que pretende seguir construyendo recintos?
"Depende. Acá hay mucha voluntad de las regiones. El Programa de Teatros Regionales, perteneciente al Legado Bicentenario, se financia en el 80% por el gobierno regional y en el 20% por el Consejo de la Cultura. Por lo tanto, nosotros no podemos instalar a la fuerza un teatro donde la misma comunidad no siente que exista una demanda. En Santiago, Temuco y Talca ya hay infraestructura apropiada. El ideal sería tener uno en cada región. Si existe la voluntad, estaremos dispuestos a abrir el programa. De momento, lo que tenemos planificado son estos cinco lugares".
-¿Cómo se administrará este sistema?
"A través de un nuevo programa que está implementando el Consejo de la Cultura, que se llama "Red Cultura". Como órgano coordinador, lo que hacemos es instalar la oferta cultural frente a la demanda. Y estamos poniendo incentivos a los administradores municipales ante el cumplimiento de una serie de requisitos. La idea es que haya irradiación: que aquello que va a las capitales regionales también tenga mecanismos de llegada al plano territorial más pequeño".
-¿Existe riesgo de que los teatros se conviertan en elefantes blancos?
"Cada gobierno regional dispone de al menos 2% de su presupuesto para la actividad artística. Nosotros tomamos el modelo del Maule, con su teatro regional, que destina presupuestos propios al teatro, pero que además levanta recursos de privados".
-¿Tienen solamente un ejemplo?
"Hay dos que a mí me gusta nombrar. El Teatro Regional del Maule tiene características que lo hacen bastante virtuoso: un grupo de gestores y un equipo a cargo muy bien calificado, además de su experiencia de incorporar al mundo privado a esa gestión. El segundo ejemplo, a una escala comunal, es el Centro Cultural de Alto Hospicio, que ha cambiado la vida de la gente, con clases, talleres y actividades".
-¿Cómo se analiza hoy el centralismo cultural?
"Es un problema enorme. Más del 55% de la infraestructura y la cartelera se ubica en la Región Metropolitana. Eso inhibe la circulación. De nada sirve que tengamos infraestructura si no podemos nutrirla de contenido".
-Después del discurso del 21 de mayo quedó la impresión de que el Presidente repitió lo que dijo el año pasado.
"Lo que se hizo el 21 de mayo fue sencillamente dar una cuenta. Fue lo que se les pidió a los ministerios. La mayoría de los ministerios no tuvo anuncios relevantes, sino que se buscó establecer una carta Gantt de las obras del Gobierno. En cuanto a los teatros, en Iquique acabamos de firmar el convenio de recursos, en Coquimbo ya hay un proyecto ganador y ese teatro debiera estar a comienzos del 2014. En O'Higgins se entregará en mayo de 2013, en Biobío se están haciendo los proyectos de arquitectura y especialidades, y Punta Arenas entregará las obras en septiembre. Lo más importante es que no se trata sólo de infraestructura que pueda acoger obra escénica. También representarán un hito urbanístico en las ciudades, y por eso se están construyendo teatros para cien años".
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