Se estima que a fines del gobierno de la Presidenta Bachelet se iniciará su implementación.
María Soledad Ramírez R.
Luego de cuatro años y medio desde que ingresó a la Cámara de Diputados, y un año de discusión en el Senado, el pasado miércoles se aprobó por unanimidad, en su tercer trámite legislativo, el proyecto de ley que crea el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. Esos cuatro años incluyen el ingreso del proyecto durante el gobierno del Presidente Piñera, en mayo de 2013, y luego la "indicación sustitutiva" que ingresó, en 2015, el gobierno de la Presidenta Bachelet.
La nueva institucionalidad reunirá en un solo organismo al actual Consejo Nacional de la Cultura y las Artes con la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos, Dibam, que depende del Ministerio de Educación y que incluye al Consejo de Monumentos Nacionales, la red de bibliotecas públicas y al conjunto de museos nacionales -Bellas Artes, Histórico Nacional e Historia Natural-, además de un grupo de museos regionales. Así, por primera vez para el país, todos los organismos culturales estarán bajo una misma dependencia ministerial, con presencia política en La Moneda.
"La aprobación de este proyecto es la culminación de un proceso de larga data, que nos permitirá finalmente contar con una institucionalidad sólida, coordinada y descentralizada. Agradecemos el apoyo transversal de los parlamentarios, pues este logro es también posible gracias a su voluntad y compromiso", expresó el ministro de Cultura, Ernesto Ottone, sobre la nueva repartición pública que diseñará, formulará e implementará políticas, planes y programas para contribuir al desarrollo cultural y patrimonial del país en toda su diversidad.
El Ministerio tendrá dos subsecretarías: una de las Culturas y las Artes y otra del Patrimonio Cultural, que contará a su vez con un Servicio Nacional del Patrimonio Cultural. Además, se crearán secretarías regionales ministeriales y direcciones regionales del patrimonio, coordinadas entre sí; también un Consejo Asesor de Pueblos Originarios y un Consejo Nacional de la Cultura, las Artes y el Patrimonio. Y se mantienen los tres Consejos sectoriales: del Libro y la Lectura, del Arte y la Industria Audiovisual, y de la Música Nacional.
El nuevo ministerio mantiene su sede en Valparaíso y se establece que la Subsecretaría de Patrimonio Cultural quedará en Santiago.
A fines de la administración de Bachelet se debería iniciar la implementación del Ministerio, "pero el grueso será en el futuro gobierno", reconoce el ministro Ottone.
La nueva institucionalidad se inicia con un presupuesto cercano a los 18 mil millones de pesos, a implementarse a 8 años. Esto, para sostener a la nueva planta de funcionarios que requerirá la institucionalidad. El ministro no adelanta números totales, pero ejemplifica que habrá 330 cargos nuevos en regiones, que actualmente faltan. También menciona la situación de la ahora "antigua" Dibam, que no tiene direcciones regionales, por lo que se deberán crear esas oficinas y contratar nuevos empleados. Sobre el Consejo de Monumentos Nacionales, el ministro asegura que sus funcionarios son, en un 98% , a honorarios, y que todos pasarán a contrata, y hasta algunos a planta.
Desafíos a futuro
El gran tema a futuro será la implementación de esta nueva repartición pública. "Eso es lo más inmediato. Luego -ya en un próximo gobierno, me imagino-, hay desafíos que, más allá del ministerio, son los propios de las políticas culturales, como seguir completando la institucionalidad", señala la directora del Observatorio de Políticas Culturales, Bárbara Negrón.
Y agrega dos proyectos de ley que considera relevantes y que deberán ser ahora debatidos: "uno es el de artes escénicas, que además es un compromiso de este gobierno, y el otro -que seguramente ya no es para este período presidencial, sino para el otro- es la ley del patrimonio".
Menciona una tercera discusión cultural: la que establece a esta como un derecho constitucional.
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