El montaje tendrá funciones entre el 16 y 20 de agosto, en el Teatro Municipal de Las Condes. Apoyado en canciones originales, cuenta la historia del "zorzal criollo" desde sus inicios en la música hasta su muerte.
Martín Cifuentes Fuentes
Todo comenzó como el proyecto de tres amigos. "Demoramos años en esto, pero por fin vio la luz", dice Guillermo Fernández, protagonista de "Gardel, el musical", que se estrenará el miércoles 16 de agosto en el Teatro Municipal de Las Condes. "Junto a Luis Longhi y Federico Mizrahi -que también actúan en el montaje- leímos toda la bibliografía del 'zorzal criollo', en un proceso que tomó más de seis años", señala Fernández.
El montaje, que comenzaron a producir en 2010, dura aproximadamente 90 minutos, sin intermedios. Para llevar la vida de Carlos Gardel en formato musical -es la primera producción de este tipo- se centraron precisamente en anécdotas que les parecieran curiosas o que no todos conocieran. Así, intentaron insertarse en el Gardel más íntimo, que tenía problemas con las mujeres, con su madre, con su mejor amigo y socio Razzano y las discusiones que tuvieron. "Todo eso pasó porque Gardel veía que venía una nueva música, que tenía que ver con lo que le pasaba a la gente de la urbe en ese momento. Ese era el tango. Él fue el inventor del tango-canción", afirma.
El musical comienza con un Gardel adulto y va contando su historia hasta su muerte, a los 44 años, en un accidente aéreo en 1935 en Colombia, apoyado en canciones compuestas originalmente para el espectáculo. Una de las anécdotas que destaca Fernández, y que utilizaron para el musical, muestra el momento en que el compositor y bandoneonista Astor Piazzolla, cuando era niño, conoce a Gardel. "A su papá, que era ebanista, le gustaba mucho Gardel. Entonces le hizo una estatuilla y Astor se la llevó, mientras estaba en un hotel de Nueva York. Ahí él se mete por la ventana y se la entrega. Le contó que tocaba el bandoneón y Gardel se lo quiso llevar, '¿Te imaginas lo hubiese acompañado?' En vez de perder solo un ídolo, habríamos perdido dos", reflexiona.
Fernández, que es un reconocido intérprete de baladas y tango en Argentina y que se ha presentado en Chile en otras ocasiones, entre ellas en la Competencia del Festival de Viña 2009, cuando ganó el premio a Mejor Intérprete Internacional, resalta la vigencia del tango. "Es una de las ramas folclóricas más potentes. Hay compositores que, aunque hayan muerto, aún nos quedan como Homero Manzi, Homero Expósito y Cátulo Castillo", enumera.
La producción, que se estrenó en abril de 2016 en Buenos Aires, se proyecta llevar a otros países después de presentarse en Santiago, con Colombia están cerrando ahora y en España estarán en noviembre, dice Fernández. Como tuvo buena recepción en Argentina, en algún momento se pensó en crear dos compañías para abarcar más funciones, en caso de no poder actuar Fernández. "Además de compositor, soy parte de la producción. Queríamos buscar un Gardel para armar dos compañías, así que encontramos a Oscar Lajad", afirma.
Lajad encarnó al llamado "zorzal criollo" entre junio y julio, mientras Fernández estaba en "Crimen pasional", obra musical con melodías de Piazzolla.
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