martes, marzo 20, 2012

Los óleos de Violeta quedarán en un museo, pero los marcos originales fueron destruidos tras la "desaparición"

Los marcos los óleos, completamente destruidos. 
 


La Segunda

Tras el impasse por el falso "robo" que sufrieron las piezas, la nieta de la cantautora, Javiera, se consuela: "Lo bueno es que los cuadros están bien".

"A 24 horas del robo, Catalina Parra confiesa haber sacado los óleos. ¿Por qué no le avisó a su padre?, ¿por qué esperó la presión de los medios?".
Esta inquietud quedó estampada ayer en Twitter. Y quien la escribió no es cualquiera: se trata de Cristóbal 'Tololo' Ugarte, nieto de Nicanor Parra... el mismo que dio la alerta a través de las redes sociales cuando 14 cuadros de Violeta Parra recién habían desaparecido, la noche del sábado.

Sus dardos apuntan a su tía Catalina, quien vive en Nueva York, pero que actualmente está de vacaciones en Chile... y quien, según se supo horas después, se había llevado los cuadros para mantenerlos en un lugar más seguro, tal y como habría dicho ayer a la policía. El problema es que la mujer sacó las valiosas pinturas sin avisarle a nadie.

Y si bien en la familia aseguraron que todo se trató de un gran malentendido -la noticia dio la vuelta al mundo- y que el caso podía darse por cerrado, 'Tololo' Ugarte publicó en Facebook una foto de los marcos de madera, originales, que poseían los óleos: lucen destrozados, casi convertidos en astillas... como si hubiesen sido arrancados de cuajo, sin cuidado alguno.

Al teléfono, la cantante Javiera Parra (nieta de la cantautora) aseguró hoy a "La Segunda" que "todo se trató de un error... y no hay más que se pueda agregar. No tengo más información de lo que pasó. Lo bueno es que los cuadros están bien".

Las obras de Violeta que protagonizaron esta verdadera "comedia de equivocaciones" fueron pintadas mayoritariamente en la década de los 50 y en 1964 fueron parte de la exposición "El albertío" que la artista montó en el mismísimo Museo del Louvre, en París. Además de algunas piezas sin título, se cuentan El acordeonista, Casamiento de negros, La cantante calva, El pájaro y La grabadora.

Tras la muerte de Violeta (1967), las pinturas permanecieron en Ginebra, hasta donde fue el propio Nicanor a rescatarlas. Las pinturas formarán parte del «Museo Violeta Parra» que actualmente se construye en avenida Vicuña Mackenna.

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