Denise y Carlos Corales hablan del regreso discográfico, después de 47 años, de la banda ícono de la sicodelia en Chile. Además, adelantan su próximo show en vivo del próximo 1 de julio en el Teatro Nescafé de las Artes.
José Vásquez
El regreso es circular. Aguaturbia quiso quitarles la pausa a 47 años de silencio discográfico lanzando un disco en el mismo sitio donde en el 70 le dieron vida a una protoescena entusiasta, de religión idealista, pero todavía demasiado precaria. Carlos Corales y Denise dicen que el estreno de su nuevo título, "Fe, amor y libertad", el tercero de su carrera, no podía ser en otro lugar que no fuera el próximo 1 de julio el Teatro Nescafé de las Artes, el escenario del rock en una época que sintonizaba más con el Canto Nuevo que con las guitarras eléctricas a altos decibeles.
"Ese lugar tiene mucho que ver con nuestra historia. A fines del 70 se llamaba el Teatro Marconi, donde a Alfredo Saint-Jean, un cabro de 19 años entonces, se le ocurrió hacer conciertos de rock, porque no existían en Chile", recuerda Denise, que agrega: "Nosotros tuvimos el descaro de hacerlo. Conocimos a Alfredo, que hoy es el dueño del teatro y participamos en un ciclo al que le pusieron 'Música de vanguardia'", dice la cantante ícono de la sicodelia en el país.
Su esposo, Carlos Corales hace memoria y dice, que antes de eso, las presentaciones de bandas como la suya solo se realizaban en los bares, marcando ese momento como el inicio del circuito de teatros en la capital. "Sin eso, capaz que acá no hubiera existido el rock and roll y nos hubiéramos tenido que conformar solo con la Nueva Ola", señala la vocalista de Aguaturbia, que rompió esquemas en el comienzo de su carrera.
La banda escandalizó a una sociedad conservadora con el desnudo grupal que tuvo una de sus portadas o la representación de una Denise crucificada en la otra. Casi cinco décadas después, la artista siente que una vez más es parte de un impulso eléctrico para sacudir el estancamiento. "Creo en los ciclos del universo y que cada cierto tiempo aparecen los cambios. Nuestro país siempre ha sido conservador, pero hoy son las nuevas generaciones las que están más empoderadas. A nosotros nos tocó hacer los cambios antes y ahora pareciera ser que tengo la misma energía para hacerlo de nuevo", avisa Denise.
Tercera parte
En abril, los suecos de Opeth llegaron con todo su metal progresivo a sacudir el Teatro Caupolicán. Una banda que transita por la vereda extrema del rock, pero que aterrizó en Santiago con una petición especial: conocer a Aguaturbia. El conjunto chileno es una banda de culto en su género y no son pocos los grupos foráneos que llegan al país con la idea de encontrar sus discos en las tiendas, como lo hicieron algunos miembros de Franz Ferdinand, en su debut sudamericano en 2006. "La gente de Opeth nos contactó a través de Angelo (Pierattini) -líder de Weichafe y productor de su disco- y los fuimos a ver a su show. Los tipos nos pedían sacarnos fotos con su celular y la verdad es que con Carlos ¡nos mirábamos con mucho pudor!", dice la cantante.
De alguna forma, Aguaturbia trascendió las fronteras igual como lo hicieron sus integrantes en la década del 70, cuando viajaron a Nueva York para empaparse de la música que escuchaban con fanatismo. "Vendí todos mis instrumentos y llegando allá me compré una guitarra de verdad. Vimos a Led Zeppelin, a The Who, a Dylan, a Elvis... sentía que había que estar ahí; si no, habría sido lo mismo que un militar que aprende a disparar, pero nunca va a la guerra. Lo que hacemos es rock and roll: nosotros salimos, tocamos y que otro se preocupe del sonido en el camino", dice Carlos Corales con entusiasmo. "El rock tiene que ver con la actitud, no puede venderse como una pomada; va por dentro y esa es la gracia, por eso cuando la gente dice: '¿cómo es que Mick Jagger puede hacer esto a los 70 y tantos años?' ¡porque es natural y sale de su espíritu!", complementa Denise.
La pareja desborda energía y dice que en estos 47 años pudieron haber sacado 10 discos si hubieran querido. "Siempre hemos grabado", dice la cantante, y Corales complementa que, cuando se decidieron a entrar al estudio, le dieron muchas vueltas antes de decidir qué es lo que iban a mostrar en el nuevo material. "Al final, fue simple: nosotros hacemos rock and roll y blues", zanja el guitarrista.
El disco finalmente saldrá a mediados de junio y es el primero que hacen completamente en español, aunque incluyeron también sus versiones en inglés. Hoy presentarán un adelanto en diversas plataformas con "Corazón bye bye", un bolero eléctrico "a la vena", dice Denise que se entusiasma con su próximo show en vivo: "Va a ser un lanzamiento espectacular, tocaremos el disco completo en español y, si se me olvida algo, lo haré en inglés. Tocaremos temas instrumentales, acústicos y terminaremos con los sicodélicos. Es muy probable que nos acompañe un trío de vientos, me encanta sumar una onda medio James Brown, ¡él me ilumina!".
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