Se reconoce como el artista latino más importante de la historia, pero dice que ya no está in . Ahora que presenta su primer álbum de duetos, cuenta que rechazó un proyecto junto a Bruno Mars y Justin Timberlake.
Por José Vásquez
El diagnóstico fue claro y la solución, aunque es una estrategia infalible en la industria de la música, fue inédita en su carrera. Julio Iglesias dice que se dio cuenta de que solo no lo lograría, y por eso buscó la ayuda de sus amigos para que lo acompañen en su cruzada de conseguir una resonancia mayor.
Si en 2015 lanzó "México" -un compilado de canciones de autores de ese país-, ahora acaba de estrenar "México & Amigos". Es el mismo repertorio, pero comparte el micrófono con Eros Ramazzotti, Plácido Domingo, Thalía, Joaquín Sabina y Andrés Calamaro, entre otros, para el primer disco de duetos de su historia, y con él supera los 80 álbumes en su carrera.
"Hoy en día la música tiene otra filosofía de comunicación. Es decir, yo no soy un artista in , no estoy en las redes sociales ni las entiendo. Entonces pensé '¿cómo es posible que este disco de una música tan increíble y tan simplemente bella, como es la música de José Alfredo Jiménez, de María Grever, de Cuco Sánchez, no pueda llegar más lejos?'. Y se me ocurrió la idea de cantarlas con artistas que amo, quiero y adoro", cuenta Iglesias al teléfono desde Miami. "Ahora me llama mucho más gente que cuando canté yo solo estas canciones", agrega, entusiasmado.
-¿Siente que cede el protagonismo al plantearlo así?
"Aquí no hay protagonismo. Estoy en ese momento de la vida en donde guardo el equilibrio suficiente para no caerme ni a un lado ni al otro. No hay más que subir, hay solamente que esperar que el futuro sea generoso, volver a aprender un poco más. He notado, por ejemplo, que la canción se hace más grande, se hace más bonita, noto unos estilos maravillosos en cada uno de los artistas. Estoy compartiendo mi voz con gente que te enseña a cantar mejor".
-Habla de no estar in , ¿le preocuparía estar out ?
"No, tampoco. Tengo 73 años y soy el artista latino más importante de la historia. Lo digo con la verdad y sin soberbia. Canto de Finlandia a China. Pero a veces pienso cómo voy a estar in si llevo cantando 50 años. Yo he sido un futbolista que para tirar un penal tengo que pensarlo diez veces, entonces deberé tener otras 11 piezas que me ayuden a tirarlo".
Le dijo no a Bruno Mars
En 2015, cuando lanzó "México", Julio Iglesias le aseguró a "El Mercurio" que no volvería a encerrarse en un estudio de grabación. "El estudio tiene muchas paredes y nada más que una puerta, entonces me parece que ya es tiempo de que no debería tener ninguna puerta, ni ninguna pared. Ya es tiempo de no perder tanto tiempo", dijo entonces, pero recayó el año pasado.
-Dijo que no volvería a grabar. ¿Se siente prisionero de sus palabras?
"Dice el proverbio que es de sabio rectificar, de tal manera que no soy sabio, soy un emocional, y las emociones en cualquier entrevista sufren. Te has cansado de estar un año pariendo un disco desde el principio hasta el final. Y de repente te pescan en un momento en que estás un poco agotado. Pero ahora mismo no lo sé. Hace un año Ken Ehrlich, que es el productor de los Grammy y el hombre más importante de la música americana, me propuso un álbum con Bruno Mars, con (Justin) Timberlake, con John Legend, con los chavales jovencitos. Y tenía todo preparado, con canciones y todo, y dije: 'Dios mío, voy a pasar un año y medio en el estudio, y es mucho tiempo'. Y al hombre que me adora, y que yo le quiero muchísimo, tuve que decirle que no, a un proyecto que sabía que era interesante, pero que me iba a agotar el cerebro".
-¿Está arrepentido?
"Y cuando me ha llamado (Ehrlich), de nuevo me ha dicho 'eres un huevón'".
-¿Podría retomarlo?
"No se sabe. Voy a coincidir con él este verano (hemisferio norte), y me lo propondrá otra vez. Pero es que un proyecto en inglés, con gente tan joven, no es lo mismo que cantar con Sabina, con Alborán o con Diego (Torres), con Thalía o con Juan Luis (Guerra). Es cantar con gente que canta muy diferente a ti. Llegué a cantar con Sinatra, llegué a cantar con Sting, con Stevie Wonder, con Willie Nelson, con mucha gente maravillosa, pero estos chavales es un salto muy grande. Son una generación que tiene 28 o 30 años".
-Podría ampliar su público...
"No sé si a la gente que me sigue con tanto cariño les interesa algo de ese tipo de música. A mí lo que me estimula más en estos momentos es pensar que he hecho un proyecto con amigos, con gente que quiero y me quieren".
Sin ganas de volver a Viña
El próximo año se cumplen 50 años desde que Julio Iglesias lanzó su primer éxito, "La vida sigue igual", que lo transformó en ídolo en 1969 cuando debutó en el Festival de Viña. Una historia que él recuerda de memoria, pero que no quiere revivir en ese escenario. "Había artistas grandísimos: Leonardo Favio, que era el rey, y le veía pasar por mi lado y pensaba 'Ay, Dios mío, a ver si llego a ser tan grande como este hombre'".
-Y lo superó.
"No es que sea más importante, seguro que hay muchos mejores que yo. Lo que pasa es que he alcanzado metas que yo creo que no son inalcanzables. Si tú dices a la compañía de discos que has vendido 350 millones de álbumes, y que estás entre los tres o cuatros artistas más vendedores de discos de la historia, te quedas un poco perplejo, pero eso no tiene mucha importancia porque en realidad un artista vale tanto como lo que vale hoy".
-Ha dicho que no quiere regresar a Viña. ¿Volvería a recibir un reconocimiento por su carrera?
"El recuerdo de Viña y de la Quinta es inolvidable, eso quiero dejarlo ahí, perenne, no quiero moverlo. Todos los años me invitan y les digo lo mismo. Pero no porque no quiero a Viña, es porque quiero que se quede ese recuerdo maravilloso de estar cantando, de esa ilusión, de Gonzalo Bertrán y de César Antonio Santis, esos son mis hombres, con ellos he hecho Viña. A mí no me puede llevar nadie más que Gonzalo Bertrán, porque era mi amigo del alma, y estuve con él hasta su muerte. Y esos para mí son recuerdos para siempre".
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