sábado, enero 19, 2019

El sonido en la palabra y la trompeta de Andrea Motis

IÑIGO DÍAZ
Cultura
El Mercurio

La jazzista catalana lidera un quinteto de cuatro nacionalidades junto al ensamble residente del teatro. Luego va a Villarrica, Rancagua, Lebu y Santiago.



Su nombre y su figura, un dibujo a mano alzada, aparecieron en la portada de un disco de jazz en 2012, cuando ella tenía apenas 17 años. "Feeling good" fue el primer trabajo de una serie de colaboraciones con el contrabajista, saxofonista y profesor catalán Joan Chamorro, quien puso en órbita a la pequeña Andrea Motis.

Hoy, con 23 años, ya es una "veterana" en el jazz europeo: ha grabado seis discos en coliderazgo con Chamorro, cuenta con el álbum "Emotional dance", su debut con Impulse!, el sello discográfico para el que grabó John Coltrane, y tiene otro álbum ad portas de ser publicado. La trompetista y cantante estará en Chile en una gira que sigue hoy en el Teatro del Lago, en Frutillar.

"Visité Chile por primera vez en 2017, para trabajar en los campamentos musicales de la Fundación Papageno en Villarrica. Así comenzó mi relación con su país. El año pasado conocí al guitarrista Federico Dannemann y con él tocamos en Thelonious, en Santiago, donde pude ver la escena jazzística chilena actual. Ha sido todo un descubrimiento", dice Motis.

El mismo Dannemann, argentino de nacimiento, se integrará ahora al quinteto que presenta la catalana, formada desde muy joven en la Sant Andreu Jazz Band, proyecto educativo de Joan Chamorro en el barrio de Barcelona del mismo nombre. El conjunto, de cuatro nacionalidades, incluye a los austríacos Christoph Mallinger (violín y mandolina) y Martin Heinzle (contrabajo), además del baterista chileno Carlos Cortés.

"En el Teatro del Lago tendremos una sección a quinteto y otra junto al Ensamble Teatro del Lago, con arreglos de ocho canciones realizados por Federico Dannemann, 'Moon river', 'Summertime', 'Hallelujah', de Leonard Cohen", adelanta Motis. Se trata de un conjunto de cámara con piano, flauta traversa, violín, viola y violonchelo, que le dará nuevos colores.

"Compongo canciones en catalán. Mucha gente suele creer que es portugués, porque también canto canciones brasileñas, como en el disco que voy a sacar el 1 de marzo, 'Do outro lado do azul'. Son letras más abstractas, poéticas. Para mí lo más importante de la música es el sonido. Busco que el significado de los textos, los colores y los pensamientos que evocan, acompañen a ese sonido", dice Motis.

Luego de actuar en Frutillar, el quinteto de Andrea Motis volverá a los campamentos musicales en Villarrica, donde ofrecerá un concierto el 28. Luego estará en el Teatro Regional de Rancagua (7 de febrero), el ya legendario Festival de Jazz de Lebu (9) y finalizará con dos conciertos en Thelonious a mediados de mes.

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