La Discusión
El 2 de mayo de este año, Violeta y su hermana Elena se dispusieron frente a un computador para despedirse de su padre Lautaro a la distancia. El octavo integrante del Clan Parra se encontraba en Suecia gravemente afectado por un doloroso cáncer y no dudó en utilizar la tecnología para comunicarse por última vez con sus hijas en Chile.
Fue la última vez que ambas lo vieron con vida. “Se apagaba de a poco y por sus mejillas rodaban lágrimas”, recordó Violeta Parra Troncoso antes de la presentación que ofreció en la Gran Sala del Centro Cultural Municipal, en el marco del recital homenaje que preparó el Conjunto Nanihue y varias otras agrupaciones del quehacer folclórico de la ciudad.
Violeta Parra Troncoso se ha hecho de un nombre en Santiago, no tan sólo por llevar el homónimo de su más famosa tía. El llamarse Violeta tampoco ha sido fácil para esta mujer que ha tenido que demostrar a fuerza de tesón que para ser un Parra hay que derrochar talento, tal como lo demostró en la Gran Sala del Teatro Municipal.
“Yo quiero dar las gracias de parte de toda mi familia Parra Troncoso al conjunto Nanihue por todo lo que están haciendo en recuerdo a mi padre. Nosotras queremos regresar en una fecha próxima, porque nos gustaría recorrer los sitios en donde nuestro padre nació y vivió junto a nuestros tíos”, dijo emocionada.
De fama mundial
-¿Qué recuerdos guardas de tu padre, Lautaro Parra Sandoval?
-Era muy estricto, desde que éramos pequeños él siempre quiso que aprendiéramos los bailes nacionales, el folclor de nuestra tierra. Siempre estuvo viajando a diferentes partes. Yo creo que las palabras sobran porque ahora estamos contentas de estar en su pueblo, en donde lo recuerdan con cariño y amor, cosa que agradecemos mucho.
-Los diez hijos de tu papá cantan ¿lo del gen Parra es cierto?
-Todos, menos la Alejandra. Ella cantaba cuando chica, le pagaban para que lo hiciera; ahora le pagan para que no cante (risas). No sacó el gen. Pero todos saben tocar instrumentos, bailar y cantar. Yo ahora estoy dedicada completamente a cantar, trabajo en una productora.
-De tus tíos famosos, ¿cuál es tu regalón?
-El tío Lalo (Eduardo Parra). Él no está con nosotros, pero siempre estará en mi corazón. Cuando mi papá se fue de Chile, él hizo las veces de papá. Yo lo acompañé en muchas ocasiones a cantar en distintas presentaciones en Santiago. Cuando estuvo en la clínica, en sus últimos días, me pidió que le cantara delante de todos su canción favorita que se llama “Reloj”. Vine a Chillán también para sus funerales.
-¿Qué prefieres cantar?
-Yo canto folclor, boleros, baladas y romántico. Aunque ahora con septiembre se viene todo lo folclórico. Yo canto canciones de mi mamá Ena, de mi papá Lautaro, de mi tío Lalo, de mi tía Violeta y mi hermano Marcelo Parra.
-¿Es muy difícil llamarse Violeta Parra?
-Sí, demasiado difícil. Se abren unas puertas y se cierran otras porque el apellido Parra está asociado al Partido Comunista y hay que considerar que estamos en un gobierno de derecha, aunque yo no me complico la vida, sólo trabajo.
-No conociste a tía Violeta, pero ¿qué sabes de ella?
-No la alcancé a conocer. Cuando falleció mi tía Violeta, los hermanos conversaron entre ellos y establecieron que el primero que tuviera una hija mujer, la debía llamar Violeta Parra. Tuve la dicha de ser yo, es un tremendo orgullo y en lo personal, creo que he dejado muy bien puesto el nombre de mi tía Violeta en todos los lugares en donde yo he estado.
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