El Mercurio
Jorge Soria, edil de la ciudad, se da plazo hasta el lunes para definir la realización del certamen. "Si la empresa privada coopera con 700 millones de pesos, tendremos una fiesta gratuita en la playa", dice.
DAVID JAIME y JOSÉ VÁSQUEZ
La situación está cuesta arriba, pero Jorge Soria, alcalde de Iquique, aún no quiere dar por perdido el Festival de su ciudad, encuentro que ya tiene una tradición de 5 años y por el que han desfilado artistas como Tom Jones, Daddy Yankee, INXS, Juan Gabriel, Marc Anthony, Alejandro Sanz y Myriam Hernández.
Un importante déficit económico -"heredado de la administración anterior" (de la ex alcalde Myrta Dubost), dice Soria- obligaría a desechar la fiesta veraniega de la I Región.
Este evento, por la calidad de sus artistas, había ganado terreno y se perfilaba como el segundo festival en importancia detrás del certamen de Viña del Mar. Transmitido a todo el país por TVN en su última edición, también aprovechó la vitrina de la señal internacional del canal para difundir los atractivos turísticos de la ciudad. Pero los negocios no prosperaron.
"Tenemos un déficit de dos mil millones de pesos en educación y salud. Nuestra proyección es que durante enero y febrero gastemos más de mil millones, y tenemos un presupuesto de 800 millones de pesos. Estoy utilizando los dineros del año sólo para salvar estos meses", saca cuentas Soria, que ve como única salida el ingreso de dineros privados.
Según el alcalde, "si la empresa privada coopera con 700 millones de pesos, tendremos una fiesta gratuita en la playa. De lo contrario, si no aparece el dinero, no habrá festival este año", puntualiza, fijando como límite para determinar esto el próximo lunes.
Soria reconoce conversaciones con agentes de artistas, pero sin dinero no se han realizado negociaciones que puedan prosperar.
"TVN renunció a la realización del festival de Iquique en agosto del año pasado, dos meses antes de la elección (municipal). Myrta Dubost no hizo las gestiones para que TVN siguiera transmitiendo. Ella lo anunció después que perdió la elección, pero ella lo sabía", asegura el concejal Guillermo Cejas.
Una fuente que ha estado ligada a la producción del evento reconoce que los problemas de gestión se incrementaron con cada edición, las que siempre habrían arrojado pérdidas.
En su primera versión de 2008, el festival tuvo un gran impulso cuando sumó a Miguel Bosé, quien ese año también se presentó en Viña del Mar. Entonces, con una producción técnica que estuvo lejos del nivel óptimo, el municipio arrojó un déficit de $200 millones, que año a año fue creciendo hasta llegar a más de $500 millones en 2012. En total, durante sus 5 años de historia, el festival ha arrojado pérdidas por cerca de $1.700 millones.
La misma fuente reconoce que es impensable levantar un evento de esta magnitud en menos de un mes, cuestión que sólo se dilucidará el lunes.
Complicaciones para el turismo
El presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Turismo de Iquique, Rafael Montes, dice que el hecho de que no se realice el festival implica pérdidas para el turismo: "Muchos programaron las vacaciones en esa fecha pensando en el festival, por lo que sería lamentable que no se realizara". Montes arguye que "la rentabilidad" del festival "está en los ingresos por hospedaje, restaurantes y el trabajo que da a los iquiqueños".
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