El Mercurio
Por FELIPE RODRÍGUEZ y JOSÉ VÁSQUEZ
Claudio Narea estaba hace unas semanas en un bar cuando un fanático se acercó y le pidió que reformara a Profetas y Frenéticos. "Me dijo que nos había visto en abril, cuando nos juntamos, y que el grupo sonaba muy bien y que debíamos seguir", recuerda el guitarrista. Narea se convenció de que era una buena idea y llamó a sus antiguos compañeros para ensayar y hacer algunas presentaciones. Todos le dieron el sí y el músico incluso se dio un gusto: incorporó como tecladista a su hijo Juan Pablo. "Debutamos el 9 de marzo en el Catedral y tenemos agendados cuatro shows más", afirma.
Aunque cuenta que, en principio, el grupo se centrará en el repertorio de sus dos álbumes, no descarta crear nuevas canciones. "Lo estamos haciendo súper bien y se podría dar, pero no por ahora. ¿Que cómo nos vemos? Nuestra música nunca estuvo de moda; éramos raros porque hacíamos música de los '50 y los '60, pero después se volvió novedosa con grupos como The Strokes que se inspiraron en los '60", cuenta.
-Hace unos meses, Miguel Tapia dijo que volvería a tocar con Los Prisioneros. ¿Lo harías?
"Es una historia bastante pesada para volver a juntarnos. Jorge (González) fue mi mejor amigo, tengo buenos y malos recuerdos, pero debería ocurrir un milagro. No me importa la plata. Creo que nos farreamos el grupo, porque mucha gente nos tiene cariño. Es complicado. Pero si recuperamos las confianzas, algún día se podría dar volver con Los Prisioneros".
El baterista y su reconversión al folclor latinoamericano
La respuesta sale fácil porque las influencias lo marcaron desde pequeño. Miguel Tapia creció en un hogar donde se escuchaba desde Quilapayún hasta Los Huasos Quincheros -"mi papá los oía sin tintes políticos, sólo por el sabor de la música", dice- pasando por The Beatles, Salvatore Adamo y Nicola Di Bari. Eso, hasta que conoció a The Clash y la juguera de estilos cobró sentido.
Hoy, el ex baterista de Los Prisioneros presenta un nuevo proyecto musical aún sin nombre. "Por ahora, el espectáculo se llama 'Travesía'", dice sobre la banda que se centra en el folclor latinoamericano y está compuesta por el cubano Leo Fernández, con amplia trayectoria en su país con Los 5U4, el guatemalteco Rufino Cabrera y Gabriela Pozo, todos vecinos de su parcela en Pirque.
Hasta el momento, sólo han grabado dos canciones, aunque proyectan tener un disco durante 2013.
La veta folclórica de Tapia tiene un antecedente inédito: se fusiona con la electrónica. "Razón humanitaria" es otro proyecto del músico que nunca vio la luz, y existe una grabación de fines de los noventa que espera lanzar este año. "Son canciones con samplers de guitarras de Víctor Jara y letras con temas mapuches. A pesar del tiempo, todavía suena muy actual".
El músico sigue actuando junto a Narea, con quien proyecta también volver al estudio este año. "Lo tenemos conversado; siento que estamos en deuda con nosotros mismos. Él tiene harto material listo y yo también".
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