martes, enero 22, 2013

Artistas defienden permanencia de obras en el Parque de las Esculturas

El Mercurio


Ante los recientes anuncios de cambio en la gestión cultural de Providencia.

Iñigo Díaz y Josefina Marambio

La polémica se instaló el viernes pasado cuando la municipalidad anunció el fin de los convenios con la Corporación Cultural de Providencia, lo que le significaría a ésta regresar a la alcaldía los espacios que utilizaba, incluido el Parque de las Esculturas. El vicepresidente ejecutivo de la entidad, Osvaldo Rivera, señaló entonces que "sólo la sala está en comodato" y que "todas las obras han sido gestionadas y pertenecen a la corporación". Así quedó abierta la posibilidad de que fueran retiradas del recinto.

"En el proceso de devolución de los comodatos también se entienden los bienes muebles al interior de los inmuebles. Aquellos que fueron donaciones o adquisiciones de la corporación les pertenecen a ellos", explica la directora jurídica de la Municipalidad de Providencia, Ximena Salazar, quien asegura que para definir la pertenencia de las esculturas hay que revisar los inventarios del municipio y la corporación. "La restitución debería ser antes del 30 de julio", agrega.

"Yo doné la obra a la corporación, pero con la idea de que estuviera en el parque", dice la escultora de Concepción Sandra Santander, cuya obra azul de ferrocemento pigmentado "Pehuén" se encuentra allí desde 2005. "Lamentablemente, firmé un documento, pero estoy casi segura de que el compromiso era que la obra permaneciera en el parque. De ninguna manera se trató de un traspaso de persona a persona", advierte.

Osvaldo Peña, autor de "Verde y viento", un gran manojo de yerbas de dos metros en fierro forjado, dijo que "independiente de que empresas hayan donado las obras a una corporación, me parece que tienen que permanecer en el parque. Nosotros no hicimos estas esculturas para una institución, sino para el espacio público y la ciudadanía".

La escultora Aura Castro, en cambio, se mostró dispuesta a que su obra "Yantra-mandala" sea eventualmente retirada del parque, debido al daño que ha sufrido. "Hace poco la vi y casi me morí. Está totalmente rayada, la pintaron y le pusieron clavos. Es una obra de seis metros de largo por dos de alto, de acerco inoxidable. Estaba impecable y ahora está arruinada. No me importaría que estuviera en otro lugar si se la protege de estos atentados", agregó.

Lucía Waiser, autora de "Vuelo 1", fue más radical en su opinión: "Si se retiraran las esculturas, muchas se romperían para siempre. Uno de los atractivos de la ciudad es el Parque de las Esculturas y si todo eso se fuera a perder por una pelea política sería triste. Este parque pertenece a todos los chilenos, pero no a (Osvaldo) Rivera ni a (Josefa) Errázuriz". Del mismo modo, José Vicente Gajardo defendió su obra de granito negro, blanco y gris "Sol y luna": "Nadie tiene la autoridad de retirar las esculturas del parque, porque éste fue creado hace mucho tiempo".

Autor de "Árbol de bronce", que está desde 2005 en el puente de Pedro de Valdivia, Gaspar Galaz sentencia: "Son obras que pertenecen a los santiaguinos y fueron hechas para este parque cultural. Acuérdate de mí: de ahí no se mueve ni un solo fierro. Ni un centímetro".

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