La Tercera escogió a los nueve nombres de la escena local que más protagonismo lucieron durante este año, ya sea como dueños de los mejores discos o de una figuración sin contrapesos
por M. Maira, M. Moraga y C. Vergara
Ana Tijoux
Fue un disparo descargado a fines de 2011, pero con esquirlas que impactaron toda la siguiente temporada: La bala extendió el prestigio continental de Ana Tijoux y la consolidó como la solista chilena más internacional de la nueva década. En febrero, el trabajo debutó en el número uno de iTunes Latino Top Reggaeton y Hip-Hop. En el segundo tramo de 2012 fue nominado como Mejor álbum de música urbana en los Grammy Latinos y como Mejor álbum latino de rock, música urbana o alternativa en la ceremonia mayor, los Grammy de EE.UU. También apareció en los conteos de fin de año de LA Weekly y Chicago Sun Times.
La resonancia también fue local: Mi verdad fue la composición precisa para musicalizar la serie El reemplazante. Aunque Tijoux está aquí, allá y en todas partes, sigue siendo una figura que esquiva a la prensa local y no quiso hablar para esta nota. Pero Tomas Cookman, de Nacional Records, su sello en EE.UU., lo explica de otra forma: "La manera que ella se está 'ganando' a la gente es orgánica. Es con talento, sudor y calidad. No sólo porque salió en TV o porque se gastó una fortuna en radio. Salió porque tuvo que salir, no porque se forzó. Así se hacen las carreras".
Manuel García
Con Acuario, García no sólo es el propietario de uno de los mejores discos de la temporada. El cantautor también encarna el fortalecimiento de una generación que encontró la consolidación y la identidad propia en las fracturas estilísticas más profundas de su carrera. "Los estereotipos van incomodando y es natural irse reinventando para remarcar características distintas. Muchos venimos de una escena folk, pero siempre tuvimos rasgos particulares", reflexiona en torno al álbum que sepultó las texturas acústicas y lo acercó a los envoltorios más sintéticos, viraje que tuvo como telón de fondo un salto a la popularidad marcado por el Festival de Viña y sus tres fechas repletas en el Caupolicán.
"Viña fue un hito e influyó mucho en mi carrera. Hubiera sido muy fácil seguir con la misma pulsación, pero la inquietud artística fue más profunda. Me negué a hacer lo mismo. Y es algo que también te permite el festival, porque sientes que tocaste techo con muchas de tus canciones".
Gepe
"Trabajo sistemático", "orden" y "satisfacciones", son los conceptos que Gepe asocia a su intenso e "irrepetible" 2012. La suma de factores derivaron en que el cantautor publicara GP, el mejor disco de su historia, donde entrega una colección de canciones de vibra festiva que lo llevó a ampliar su audiencia. Lo comprobó en La Cumbre del Rock Chileno y en Pulsar. "He tenido años más inciertos que otros, no mejores ni peores, hay años como este en que casi todo esta muy claro y delineado, lo cual disfruté mucho", comenta de un 2012 que, además, lo tuvo explorando diversos proyectos, como musicalizar y actuar en la obra Crave, grabar un disco con Alex Anwandter y hacer la música de la obra Sueño sur. Además, fue confirmado para el Festival de Olmué y Lollapalooza. "Quiero mantener la honestidad en el trabajo y tocar lo mejor posible. Y acercarme lo más que pueda a la idea que tengo para GP, al ideal de música chilena que quiero lograr: 'celebración/antiépico/emoandino'". Es el lenguaje de Gepe.
Camila Moreno
Su derrotero es similar al de García: lanzó un álbum, Panal, que figura entre los más brillantes del año y condujo su obra hacia una síntesis de arreglos densos y melodías sofisticadas. "Hay algo que aclarar: nunca me sentí parte del folk. Tal vez para los medios sí, pero desde siempre he hecho canciones pop o rock. Sólo se dio la coincidencia que usara la guitarra de palo, pero podría haber sido un sintetizador. Lo mío no es trova, cosa que me carga, porque esa propuesta tiene que ver con contar historias. Lo que yo hago es transmitir emociones. Por eso mismo, en este álbum estuve mucho más consciente de cómo quería sonar: con arreglos más opacos y oscuros. Por eso me demoré mucho más, lo pensé y trabajé con más tiempo. Mi debut fue mucho más visceral, en cambio aquí sentí que estaba mi identidad y gran parte de lo que quizás quiero hacer a futuro. Si la prensa me consideró entre lo mejor del año es algo de lo que no tengo idea, ya que no leo las críticas. No me hace bien. Quiero mantener mi salud mental".
Ases Falsos
Cristóbal Briceño repasa las contradicciones que le provocó el primer álbum de su banda Ases Falsos, Juventud americana, otra de las mejores publicaciones del año, y que devolvió la vida al trío tras el desmantelamiento de su alias anterior, Fother Mockers. “Es bacán tocar para 30 mil personas, como nos pasó en la Cumbre del Rock, pero es difícil construir una relación real con tanta gente. No es mi idea sonar a huraño o autista, sólo quiero clarificar las bases de una relación duradera. No somos monedita de oro y hay una esperanza que no abandonamos: pasar lo más piola posible y que la música haga la pega. Fue un buen primer paso que se trataba de entrar pateando a la puerta. El segundo (que ya están preparando) será para sentarnos a conversar a la mesa”.
Como asesinar a Felipes
Afuera, las bandas nacionales salen a pelear la temporada estival. Pero los cinco integrantes de Cómo Asesinar a Felipes están reunidos en una sala de ensayo, sin apuro por competir. "No somos una banda de verano", explica Dj Spacio, el dueño de las tornamesas. "Este año hicimos todo muy ordenado y pasó justo lo que nos propusimos. Grabar, producir, publicar, tocar, salir a Argentina y al norte de Chile", explica. Así, Cómo Asesinar a Felipes se apuntó entre los triunfos locales con su álbum Comenzará de nuevo, donde diluyeron su combo de jazz y hip hop en una paleta densa y experimental, en parte por la labor del bajista de Faith no more, Billy Gould, encargado de la mezcla. La banda más desafiante del 2012 no toma vacaciones y ya tiene listos algunos demos de su próximo disco.
31 Minutos
Desde 2005 que el noticiario infantil conducido por Tulio Triviño no está en pantalla. Llevan siete años sin publicar un disco. Nada impidió que 31 minutos protagonizara el mayor revival musical de 2012, con presentaciones en Lollapalooza, cuatro Movistar Arena y una gira que terminará en el Festival de Viña. "Entre 2003 y 2005, me llegaron mil invitaciones para tocar", cuenta Pablo Ilabaca, músico del grupo, que reúne también a su hermano Felipe, Camilo Salinas y Pedropiedra. "Hubiera sido un error. Esto tenía que cuajar hasta la música muy transversal que es hoy". A su lado, Alvaro Díaz, creador de la serie junto a Pedro Peirano y hoy músico en gira con los títeres, teje su explicación: "Los niños quedan locos con el gesto rockero. Es el principio básico de 31 minutos: si pones una oficina de contador y una sala llena de juegos frente a un niño, el niño escogerá la oficina, porque hay cosas por descubrir". Ellos también seguirán buscando. "Hay que hacer más música. Antes era un anexo del programa. Hoy se tomó el poder", dice Ilabaca.
Astro
La vertiginosa historia de Astro tuvo en este año su mejor cosecha. El sicodélico cuarteto vio cómo las canciones de su primer disco se esparcían desde Chile hacia afuera. El álbum homónimo, editado acá en 2011, salió publicado este año en Norteamérica por Nacional Records. La alianza significó que la canción Panda fuera incluida en el soundtrack del videojuego FIFA13. Su cantante, Andrés Nüsser, cuenta: "Fue un súper buen año. Corría tan rápido que cuando recordamos lo que hicimos el primer semestre, es común equivocarnos y creer que eran cosas de 2011. La verdad es que la banda creció más que nunca, nos llevamos hartas sorpresas. Nos parece que es nuestro mejor año. Defendimos el disco que lanzamos en 2011 y parece que lo hicimos bien. Pudimos viajar más que nunca y tocar en festivales grandes. Y en todos lados había gente que se sabía las canciones".
Jorge González
Llevaba años refugiado en la electrónica. Pero este 2012 volvió a abrazar el formato pop con un nuevo disco solista que, aunque está listo y salió a mostrar por Chile y Sudamérica, aún no es publicado por problemas con la disquera. Lo que sí salió a la venta fue un impecable DVD del concierto que ofreció en 2011 en el Caupolicán. "Ha sido un año de muy buena salud. Tiene un disco precioso, listo hace ya un rato, y él está orgulloso, aunque no ha sido editado, se ha filtrado y la gente corea todas las canciones. No ha dejado nunca de hacer música, está en un buen momento de su vida", comenta Pedropiedra, integrante de su banda y que lo acompañará en Viña 2013.
Gonzalo Yáñez es el miembro más antiguo de su grupo y resume: "Está muy sólido y sabe con claridad lo que quiere, ha enterrado muchos de sus fantasmas y ha hecho la paz con su historia, esa que es tan suya y tan de todos los chilenos a la vez. Y no se quedó en el pasado". Otro de los hitos fue el homenaje que recibió en La Cumbre del Rock Chileno. Un instante que quedará en la bitácora de González, como parte del año en que se reencontró con su país paseando un show que une pasado y presente. El año en que lo vimos feliz, como hace tiempo no lo veíamos.
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