miércoles, agosto 26, 2020

Claudia Acuña frente al nuevo orden de la pandemia: “Los músicos estamos en una absoluta reinvención”

El Mercurio

La chilena vivió días muy duros en Nueva York. Acaba de dar sus primeros conciertos a teatro vacío, con audiencia a través de pantallas, y ahora estrena el videoclip de la canción “Agüita de corazón”, de su disco nominado al Grammy Latino.
IÑIGO DÍAZ
Parece que todo ocurrió hace muy poco, pero fue hace largos seis meses. El aterrizaje fue duro para Claudia Acuña en su regreso a Nueva York, después de haber estado en Chile durante el verano para visitar a su familia y dar un concierto en el Teatro Regional del Biobío. El 4 de marzo se encontraba en una ciudad presa de la angustia por la llegada del coronavirus. En menos de diez días se iniciaba allí una larguísima cuarentena.

“El ambiente era de una tremenda confusión. Tuve muchos conocidos que muy pronto dieron positivo a covid-19. También personas cercanas que no sobrevivieron. Esta es una realidad frente a la que todavía nadie tiene certeza de cómo navegar, salvo usar tu mascarilla, mantener distancia física y no hacer estupideces, como las personas que se juntan entre diez porque están aburridos de no ver a sus amigos”, dice la cantante chilena desde Brooklyn.

Su vida personal se vio alterada. También su vida laboral, como trabajadora del arte y la cultura. Acuña recibió el golpe del cierre de los escenarios en la ciudad y la cancelación de todos sus conciertos que tenía programados durante el verano en Manila, Shanghái, Singapur, Tokio y Osaka.

“No solo los músicos quedamos desprotegidos, sino también los técnicos que trabajan con nosotros. La música es una industria que genera muchos empleos. Y se han perdido”, dice. “Los músicos somos como los bomberos. Nos llaman para ayudar en beneficios, porque la música conecta a las personas y transmite sentimientos. ¿Quién apoya a los músicos cuando necesitamos que nos den una mano?”, agrega.

La reactivación musical en Nueva York vino junto con el desconfinamiento. “Los músicos estamos en un tiempo de absoluta reinvención”, define Acuña. Hace unos días ofreció dos conciertos en North Hampton, Massachusetts. Primero una presentación al aire libre en un prado, con el cuarteto luciendo mascarillas y situado en una caballeriza abierta al público. La gente, a distancias mayores de tres metros, presenció el concierto con quitasoles y canastas para pícnic, en un intento por volver a una vida como la conocíamos.

La noche siguiente actuó a teatro vacío en la Academy of Music Theatre, la opera house más antigua de Estados Unidos, junto a los chilenos Pablo Vergara (piano) y Rodrigo Recabarren (batería), y el estadounidense Carlos Henderson (contrabajo).

Agüitas para todo

“Ese día asistieron unas 250 personas vía pantallas. Nosotros mismos teníamos a esas personas frente a nosotros a través de otras pantallas. Es un formato nuevo que estamos explorando: el público paga un ticket o dona dinero a las organizaciones (en este caso, Violence Intervention Program). Con esto estamos generando una nueva práctica, porque la gente estaba acostumbrada a tener acceso gratuito a la música”, dice Acuña, quien a fines de año volverá al mismo teatro para dar otra serie de conciertos con la misma modalidad.

Mientras, la música de “Turning Pages”, un disco de 2019 que fue nominado al Grammy Latino, sigue teniendo eco. Esta semana se estrenó un videoclip de una de las canciones de ese repertorio. En “Agüita de corazón”, una pieza de inspiración en la tonada, Claudia Acuña recorre parajes de Colina, canta en una pradera o en el remanso de un río: “En Chile tenemos agüitas para todo. Ha sido así siempre en nuestras vidas. Necesitamos más agüita del corazón para seguir adelante este año”.

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