El Mercurio
La cantautora radicada en México habla de “La fuerza”, álbum que tendrá una versión teatral.
José Vásquez
Era un viejo anhelo que decantó, cuenta Paz Court, una vez que desembarcó en Ciudad de México en septiembre pasado. La cantautora se radicó en Norteamérica y desde entonces, pese al freno obligado por la pandemia, su creación artística solo ha ido en expansión.
La ex Jazzimodo lanzará este 25 de septiembre su nuevo álbum solista, “La fuerza”, un trabajo que ahora apunta a dos frentes, con el complemento teatral que proyecta con su salto a las tablas.
Para eso, la intérprete se puso en contacto con la directora chilena radicada en México Camila Aguirre y por el momento anticipa que será un trabajo “vinculado al teatro experimental” y que unirá disciplinas como la danza, la música y la multimedia. “Seré yo la única intérprete contando la historia a través de los nueve temas del disco”, señala.
En su carrera, Paz Court ya había trabajado en el teatro, con una participación en el montaje musical “Los viudos de Marilyn”, que tuvo una temporada en el GAM en 2014 reviviendo el glamour de los años 40 y 50. “Ahora voy a repetir la experiencia, pero con mi propia música, y mi idea es llevar mi mundo audiovisual a la experiencia en vivo”, cuenta la cantante, quien planea estrenar esta obra en septiembre de 2021 en la capital, además de realizar otra temporada en México.
Pop de raíz
Lo nuevo de la cantautora tendrá colaboraciones con Natisú, con quien acaba de lanzar el sencillo “Un día planté una rosa”, además de Ángel Parra, Fernando Milagros y el cantautor mexicano El David Aguilar.
“El otro día hablaba justamente con Natisú sobre cómo los artistas estamos sintonizando, aunque no sea con canciones que hablan del aquí y el ahora, con el reflejo de leer los momentos sociales y traspasarlos a la música”, dice Court respecto de un disco que a través de un pop de raíz, abarca temáticas que transitan “por momentos oscuros y difíciles para abrazarlos y transformarlos”, según señala.
“Todas las canciones surgieron del género folclórico, que cruzamos con la electrónica y el pop contemporáneo. Hay reminiscencias de Violeta Parra y Chavela Vargas, pero teñido y mezclado con mis otras influencias como Björk y Radiohead”, explica la cantante.
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