Nora López en el rol de Leonora, de “El trovador”. Es reconocida como una especialista verdiana. |
Chabelita Fuentes ha sido por más de seis décadas una figura del canto centrino. |
Isabel Parra , depositaria de una tradición y activa creadora, presenta su tercera postulación al premio. |
Cecilia la Incomparable aparece como la primera candidata de la música pop |
El Mercurio
Siete nombres del canto lírico , la música orquestal, el folclor e incluso la música pop aparecen como candidatas a un galardón rodeado de controversias, que en 75 años solo ha premiado a tres de ellas.
IÑIGO DÍAZ
“Chile ha tenido errores en su análisis sobre la estética de la música. Los programadores de radio, los organizadores de conciertos, la crítica musical y el periodismo han invisibilizado la riqueza musical que traen las mujeres en su obra”, dice Mariel Villagra, compositora, cantante y fundadora de La Matria, colectivo que definió su apoyo a la candidatura al Premio Nacional de Música de la tomecina Cecilia Pantoja Levi (1943), más conocida como Cecilia La Incomparable.
Fue la primera postulación de una mujer a un galardón que hasta hace tres semanas solo reunía candidaturas masculinas. Un artículo publicado por “El Mercurio” que daba cuenta de estos pormenores, desató un intenso debate en redes sociales acerca de la invisibilidad de las candidaturas femeninas. No es un problema actual: en 75 años, solo lo han obtenido Margot Loyola (1994), la pianista Elvira Savi (1998) y la cantante lírica Carmen Luisa Letelier (2010).
El Premio Nacional de Música cerró ayer sus postulaciones. Y se han organizado candidaturas de al menos siete mujeres. Cecilia es una de ellas, y no solo la primera que salió al ruedo en agosto, sino una reconocible figura de un ámbito de la música que ha sido completamente desplazado de las postulaciones: el pop.
“Por temas de un absurdo clasismo se ha incomprendido el aporte musical que se descubre en la música popular. Cecilia merece un reconocimiento de este nivel por su trayectoria, su obra artística, su rebeldía y la manera en que ha llegado a la fibra de la gente. Para nosotros es ‘la voz' que nos representa en esta época. Y sigue activa, a pesar de su salud”, dice Mariel Villagra, quien en pleno estallido social lanzó “Sacar los tambores”, donde canta junto a Cecilia.
Como en 2016 y 2018, Isabel Parra (1939) vuelve a aparecer como candidata, nuevamente apoyada por el Museo Violeta Parra. “Isabel Parra es heredera y artesana del canto popular aprendido de la fuente original, que es Violeta Parra. Ha creado sus propias canciones, textos y música, siendo un referente ineludible no solo en Chile, sino que a nivel global”, dicen desde el museo. En ese ámbito ligado al folclor chileno aparece Isabel “Chabelita” Fuentes (1931), apoyada por la Agrupación Musical Las Primas.
“Es una intérprete de tonada desde los años 50 con el conjunto Las Morenitas, además de tocar el arpa y la guitarra. Sembró una semilla que fue germinando en generaciones posteriores de cantoras que la reconocen como una referencia directa”, dice Milena Viertel, de la Coordinadora por la Visibilización de la Mujer en el Arte en Chile (Covima Chile), creada como resultado del eco y debate que generó ese mismo artículo de prensa del 17 de julio.
Esta organización también apoya a la directora orquestal y formadora de orquestas juveniles Mireya Alegría (1939), que cuenta con respaldo adicional de la Asociación Nacional del Folklore en Chile (Anfolchi), el Taller Calahuala y del pianista Valentín Trujillo. “Fue la primera mujer chilena que dirigió la Orquesta Filarmónica (del Teatro Municipal), en 1972, y creó muchas orquestas juveniles en distintas comunas”, dice Viertel.
Nora López y Lucía Gana son dos nuevas candidatas vinculadas al canto lírico. Apoyada por la Sociedad de Escritores Latinoamericanos y Europeos, el Ducato di Abbiate-Grasso y el Marchesato di Arluno, López alcanzó una gran valía como cantante verdiana en Italia, donde se abrió paso en la época de las grandes estrellas líricas. Gana, en tanto, con una amplia experiencia en Francia, destacó en roles operáticos y sobre todo en la formación de voces y la docencia.
También en la formación y creación de coros aparece la candidatura de Ruth Godoy, apoyada por la Asociación Latinoamericana de Canto Coral Chile y Extensión de la UMCE, universidad en la que desde 1994 dirige el Coro Madrigalista. Nacida en Freirina en 1931, ha sido pionera en este campo.
“Ella se abrió paso en un ámbito totalmente hermético. La dirección de coros era una actividad reservada a los hombres”, dice la soprano Jenny Muñoz, quien impulsó esta candidatura. “En 1955 solo había tres directoras de coros en Chile: Sylvia Soublette, Mirta Espinoza y Ruth Godoy. Y ella es la única sobreviviente, la maestra que sigue adelante”, cierra.
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