Títulos de
Manuel García, Los Jaivas, Fulano, Congreso y Profetas y Frenéticos, entre
otros, estarán disponibles a partir de junio en disquerías.
Felipe
Rodríguez
El anzuelo
fueron Los Prisioneros. El año pasado, al conmemorarse 25 años de la edición de
su mejor disco, "Pateando Piedras" (1986), los ejecutivos de EMI se
pusieron una meta: lanzar en vinilo cada uno de los cuatro álbumes de los
sanmiguelinos para celebrar el acontecimiento. Ese formato, que nunca tuvo
distribución en Chile, alcanzó un éxito inesperado. Desde Perú, Colombia,
Estados Unidos y Venezuela, entre otros países, hicieron reservas de las 2.500
copias disponibles. A los pocos días, se agotó y se debió hacer otro pedido.
"A todos nos pilló por sorpresa porque no pensamos que se terminarían tan
rápido. El vinilo es un objeto que destaca porque puede lucirse en el living y,
a la vez, es una edición limitada. Eso lo hace interesante para los coleccionistas",
señala Sebastián Milos, dueño de Portaldisc, el principal sitio donde se
adquiere este tipo de discos.
El interés
por la obra de Los Prisioneros llamó la atención en la industria. Más aún
cuando el vinilo presenta en el país un alza sostenida en los dos últimos años
-alrededor de un 13%-, a diferencia de los compactos, que van a la baja. Ese
fenómeno hizo que el sello Alerce, cuna de las mejores expresiones musicales de
los 90, optara por sumarse al negocio. A partir de junio, algunos títulos emblemáticos
de Manuel García, Los Jaivas, Fulano, Chancho en Piedra, Congreso y Profetas y
Frenéticos estarán disponibles en disquerías. "Es una tendencia mundial.
Hace poco estuve en Estados Unidos y las pocas disquerías que quedan en ese
país venden muy bien sus vinilos. Eso me terminó por convencer. Lo curioso es
que es el mismo formato en que nosotros partimos en 1976: sacando vinilos de
Tito Fernández y rondas infantiles", indica Viviana Larrea, ejecutiva de
Alerce.
Como en el
país no existe una máquina prensadora de discos (ver recuadro), Alerce
importará los álbumes desde Brasil y Milos desde México. El asunto no es fácil:
cada obra requiere, como mínimo, 300 copias para ser fabricada. Según Larrea,
es una cantidad suficiente para facturar en Chile. Una idea que Milos comparte,
aunque trata de mostrarse más precavido. "Durante muchos años hubo un
vacío y se miró en menos al vinilo. Ahora se está volviendo a la esencia porque
hay un público coleccionista y jóvenes que tienen recursos económicos. De todas
formas, nosotros haremos pedidos a medida que la gente vaya reservando en el
sitio www.ventaonline.cl. Ese será nuestro sello de trabajo", justifica.
Para
Claudio Narea, ex guitarrista de Los Prisioneros y ex líder de Profetas y
Frenéticos, el revival del vinilo es interesante. "La recuperación del
vinilo nos lleva a otra época que disfruté muchísimo. Los Prisioneros tuvieron
vinilos en Argentina y Colombia y acá solo sacaron singles. Ahora es una grata
sorpresa que editen varios trabajos más. Creo que a la gente le
interesará", finaliza.
Chile en vinilo
Oliver
Knust, director de la discográfica independiente Río Bueno, es el hombre que
hará realidad el sueño de muchos: que en Chile exista una máquina prensadora de
discos. Aprovechando el Vive Latino, el ejecutivo viajará a México a adquirir
el aparato (en Sudamérica sólo Brasil cuenta con ese artefacto) y planea
recuperar la inversión en cinco años con un promedio de diez mil copias por
trimestre.
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