domingo, abril 15, 2012

La apuesta del Gobierno por un nuevo Ministerio de Cultura y Patrimonio


 
El Mercurio

El jueves -en un seminario organizado por Libertad y Desarrollo-, Luciano Cruz-Coke adelantó los lineamientos del futuro Ministerio de Cultura y Patrimonio: un proyecto que hoy se encuentra en la Segpres y que a fines de este semestre debiese entrar al Congreso. Entre los invitados a dicha cita estaban el ex ministro de Cultura de Colombia Juan Luis Mejía y Clive Gray, experto británico en política y gestión cultural.  

Juan Ignacio Rodríguez Medina

Cultura y patrimonio, de eso se trata. En Chile ambos van por caminos distintos, a veces paralelos, a veces cruzados y otras superpuestos. Por un lado, el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA); por otro, la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (Dibam), y más allá el Consejo de Monumentos Nacionales. Súmese a eso la Dirección de Asuntos Culturales del Ministerio de Relaciones Exteriores (Dirac), también la división de arquitectura de Obras Públicas y hasta una repartición dedicada al patrimonio en el Ministerio de Salud.

Toda una maraña que conlleva dispersiones y duplicidades que minan cualquier política: "La actual institucionalidad impide que algún órgano tome la responsabilidad final de impulsar una política integral para la conservación y difusión del patrimonio cultural en sus múltiples dimensiones", expuso el jueves pasado el ministro presidente del CNCA, Luciano Cruz-Coke, durante el seminario "Cultura y Patrimonio: Un nuevo Ministerio para Chile", organizado por Libertad y Desarrollo. Otro tanto, recordó el ministro, se puede decir respecto del fomento de la lectura, los derechos de autor y la internacionalización de la cultura chilena.
Intervenir y no hacerlo

De ahí que el Presidente Piñera anunciara el 21 de mayo de 2011 la creación de Ministerio de Cultura y Patrimonio, que aunará las políticas para la creación y para el patrimonio. El proyecto se encuentra actualmente en la Secretaría General de la Presidencia y, según confirman en el CNCA, se espera que ingrese al Congreso a finales de este semestre.

Juan Luis Mejía -invitado al seminario y actual rector de la colombiana Universidad EAFIT- es una voz autorizada si de cultura y patrimonio se trata: fue ministro de Cultura en su país, director del Instituto Colombiano de Cultura (desde donde impulsó la creación, en 1997, del ministerio), y dirigió la Biblioteca Nacional, entre otros cargos. "La cultura -apunta- absorbe el concepto patrimonio. Dicho eso, hay que hacer una diferencia que se desprende del papel del Estado frente a las distintas manifestaciones de la cultura. Cuando el Estado mira al patrimonio es de alguna manera el guardián de la memoria colectiva y, por lo tanto, tiene un papel activo, de intervención directa. En cambio, frente a la creación, su rol tiene que ser absolutamente distinto. Allí la fórmula, que inventó André Malraux, es apoyar sin intervenir".

El proceso chileno no es inédito. Mejía recuerda que la institucionalidad cultural en América Latina empezó a desarrollarse a partir de los años sesenta, precisamente con la intención de recoger la dispersión que existía en el sector: "Tal vez el primer ministerio que se crea (en 1976) con una política cultural muy definida es el cubano", explica. Luego se iniciaron una serie de procesos para independizar a la cultura de Educación. "Entonces se generaron dos modelos, el de los consejos -el primero en Venezuela, luego en México y finalmente en Chile- y el de los ministerios. En la actualidad existen ministerios importantes en Brasil, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia". De todos modos, la tendencia apunta hacia los ministerios "y Chile, dijéramos, es el que sobrevive en el modelo de los consejos", señala Mejía.

El ejemplo de ministerio que más le gusta a Mejía es el brasileño, pues "tiene voz política en el ámbito nacional". ¿Cómo lo ha logrado? "Primero, teniendo grandes ministros, figuras políticas importantes como Gilberto Gil. Segundo, contando con recursos. Y tercero, logrando una cosa que es muy difícil en América: la descentralización". "El gran problema de estos ministerios es que, por lo general, se quedan muy centrados en la capital", afirma Mejía, quien frente a ese modelo "exitoso" sindica otros que -dice- se han agotado: "Como el cubano y el nicaragüense, ambos son demasiado ideologizados".

De todos modos -lo sabemos en Chile-, todo lo relativo a las políticas culturales es cualquier cosa, menos simple. O al menos así lo ve otro de los invitados al seminario de Libertad y Desarrollo, el británico Clive Gray. Profesor asociado en Estudios de Política Cultural y académico de la Universidad de Warwick, Gray advierte que "las preguntas respecto de lo que debe hacer un gobierno frente a la cultura son muchas. Si debe estar o no integrado con el patrimonio. O si se va a considerar a la cultura como un proceso o como cosas u objetos, donde se realizan acciones específicas. Por ejemplo, el modelo británico es ese, tenemos una secretaría de cultura, medios y deportes, que se preocupa desde la arquitectura hasta los zoológicos, con políticas individuales, muy específicas, que tienen lugar en pequeños nichos según las distintas áreas".
Otro punto de discusión es lo que pueden hacer el Estado y los privados. Al respecto, acota Juan Luis Mejía, "hay que entender que la cultura hace parte de la esfera de lo público, que es más amplia que la del Estado, y un ministerio debe ser lo suficientemente amplio y flexible para pensar que casi toda la cultura pasa por fuera del Estado. Sin embargo, debe estar atento a promoverla, o a protegerla en casos de dificultades, como les ocurrió a ustedes con el terremoto del año antepasado". ¿Y los privados? "A mí me interesa mucho incorporar, dentro del concepto de la Responsabilidad Social Empresarial, el tema de la responsabilidad social cultural. Así como la empresa está inmersa en una sociedad y en un medio ambiente, también lo está en una cultura. El asunto es ver a la empresa participando en la cultura como parte de su responsabilidad social y no por los beneficios tributarios que pueda tener".

Si de preguntas se trata, "en el caso de Chile -plantea Clive Gray-, lo medular es ver si las políticas van a recaer en un solo nombre, en un ministro, o si van a ser políticas colectivas, con consultas, o ambas; lo que finalmente es un asunto de poder, de cómo se va a distribuir el poder". "Un Ministerio de Cultura -complementa Mejía- más que promover eventos propios, debe generar los grandes escenarios para que la nación se encuentre en condiciones de igualdad... y de igualdad de dignidades, sobre todo en países como los nuestros, con una gran complejidad cultural".

Para el ex ministro "la política cultural se debe formular colectivamente, por eso es tan importante la existencia de consejos culturales, tanto nacionales como regionales y sectoriales, que formulen políticas de Estado a largo plazo. Pero, un ministerio es mucho más efectivo para ejecutarlas. De modo que los ministros no deben ser los formuladores, sino los ejecutores de la política cultural. En Colombia, la política cultural -que se ha fijado a diez años- se hizo por medio de una gran concertación nacional en la que me tocó a mí participar junto a cerca de 23 mil actores en todo el territorio nacional. Por un problema legal, en Colombia esa política no es muy vinculante, pero lo importante es que cuando construyes un sueño colectivo, aunque no sea vinculante, generas una demanda social".

Más allá de las circunstancias colombianas, Mejía considera que lo ideal es que esa política sea mandante. Y, al parecer, hacia allá va Chile: Tenemos que "proponer un Ministerio de Cultura y Patrimonio que -a diferencia de otros ministerios del aparato público- incorpore de manera permanente y vinculante a la sociedad civil en las políticas públicas, como lo ha señalado expresamente el Presidente Piñera", apuntó Cruz-Coke en el seminario. Por lo mismo -adelantó-, el nuevo ministerio "contará con un Consejo Nacional de la Cultura y el Patrimonio que mantendrá las atribuciones que hoy tiene el directorio nacional actual (del CNCA) y será el que renueve las políticas culturales con un horizonte de mediano plazo". Eso, además de mantener los consejos de la música, del libro y la lectura y el audiovisual, y agregar "un nuevo servicio del patrimonio, integrado a la sociedad civil de manera permanente". "De este modo -concluyó- reforzamos los contrapesos de la autoridad de turno".

"El asunto es ver a la empresa participando en la cultura como parte de su responsabilidad social".

 Citas
''En el patrimonio el Estado tiene un papel activo, de intervención directa. En cambio, frente a la creación, debe apoyar sin intervenir".
JUAN LUIS MEJÍA.

''Los ministros no deben formular, sino ejecutar la política cultural".
JUAN LUIS MEJÍA.

''La actual institucionalidad impide que algún órgano tome la responsabilidad final de impulsar una política integral para la conservación y difusión del patrimonio".
LUCIANO CRUZ-COKE.

''Un ministerio debe tener apertura para pensar que casi toda la cultura pasa por fuera del Estado".
JUAN LUIS MEJÍA.

''(Debemos) proponer un ministerio que incorpore de manera permanente y vinculante a la sociedad civil en las políticas públicas".
LUCIANO CRUZ-COKE

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