El Mercurio
El segundo disco de Black Sabbath, su obra más popular, ahora se reedita en formato de lujo.
José Vásquez
En un escenario alternativo, para un fan chileno, las cuecas del 18 de septiembre de 1970 fueron reemplazadas por algo mucho más extremo. Black Sabbath, la institución británica del heavy metal lanzó, un día como hoy ––cuando también se cumplen los 50 años de la muerte de Jimi Hendrix–– “Paranoid”, su segundo disco, apenas siete meses más tarde que su debut homónimo y que los terminó transformando en emblema del rock pesado.
Este álbum y, sobre todo, su primer sencillo también homónimo, fueron el golpe de efecto popular que le dio impulso a un movimiento con el que densificaron y oscurecieron un sonido que a la larga iba a ser la génesis del metal.
Hoy, Ozzy Osbourne ha manifestado que no tiene “el menor interés” en volver a reunirse con sus viejos compañeros ––Tony Iommi y Geezer Butler, con quienes se despidió de los escenarios en un tour final el 4 de febrero de 2017 en su natal Birmingham––, una posibilidad de un eventual nuevo regreso que deslizó Iommi, pero que no logró captar mayormente la atención del cantante, quien hoy enfrenta un complejo estado de salud, luego que hiciera público su padecimiento de párkinson.
Osbourne solo ha lamentado no haber tocado una última vez con Bill Ward, el baterista histórico de la banda que no participó del último tour del grupo (en su lugar tocó Tommy Clufetos) y hoy prepara una cinta biográfica, apoyado por su familia, la que se centrará en su vida entre 1979 y 1996, que prometen no tendrá filtros. “No es una película para niños, es una película para adultos”, dijo su esposa, Sharon Osbourne, al comparar su proyecto con la que calificó una blanqueada “Bohemian Rhapsody” de Queen.
Hace una semana se estrenó otro polémico documental del músico en A&E, “The Nine Lives of Ozzy Osbourne”, en un año que estuvo también marcado por su último disco en solitario, “Ordinary Man”, lanzado en febrero pasado.
De relleno a un hit
“Paranoid”, que se transformó en el tema más exitoso de la banda y que se coló en los rankings de popularidad de la época ––alcanzó incluso el cuarto lugar en las listas británicas, un logro inédito para una música que parecía no tener cabida en esos conteos––, fue el resultado de la improvisación y la necesidad. La canción fue como una maniobra de último momento para completar el minutaje de uno de los lados del disco.
Una solución que llegó como un parche, que según el conjunto se compuso en menos de media hora y que acabó grabando su timbre a la posteridad. En el álbum también venían otras piezas indispensables en la carrera del conjunto, como “War Pigs” ––como originalmente se iba a llamar el disco––, que hace alusión a la guerra de Vietnam, “Planet Caravan” y “Iron Man”, además de “Electric Funeral”, “Hand of Doom”, “Rat Salad” y “Fairies Wear Boots”, que completaron el registro de este grupo de desesperanzados de clase obrera que tradujeron en música la hostilidad de la ciudad industrial en la que crecieron durante la posguerra.
Ahora el disco tendrá una reedición en formato de súper lujo, que se lanzará el próximo 9 de octubre y que incluirá una caja con cinco vinilos o cuatro discos compactos, con la grabación original del álbum, otra con un sonido de mezcla cuadrafónica y dos conciertos europeos de 1970, además de un libro de tapa dura con entrevistas a sus integrantes y memorabilia del grupo. ¿Su valor? Entre 75 y 160 libras ($74.000 y $158.000), dependiendo de la edición.
Cinco décadas también
En los próximos días y semanas, una serie de importantes títulos de la música popular cumplirán 50 años. Mañana está de aniversario “After The Gold Rush”, de Neil Young; el 22 de septiembre “Abraxas”, de Santana; en octubre “Atom Heart Mother”, de Pink Floyd (2); “Led Zeppelin III”, de Led Zeppelin (5); en noviembre “The Man Who Sold The World”, de David Bowie (4); “Loaded”, de Velvet Underground (15); el debut homónimo de Emerson, Lake & Palmer (20); “Tea for The Tillerman”, de Cat Stevens (23); “I Walk The Line”, de Johnny Cash (23); “All Things Must Pass”, de George Harrison (27), y en diciembre “Pendudulum”, de Creedence Clearwater Revival (9), y “John Lennon/Plastic Ono Band”, de John Lennon (11).
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