El Mercurio
El destacado director chileno se encuentra en Oviedo (España) conduciendo un programa de ópera en el Teatro Campoamor.
Maureen Lennon Zaninovic
El 1 de julio, el Teatro Real de Madrid fue el primero —a nivel mundial— que se arriesgó y abrió sus puertas para presentar una ópera en vivo (“La traviata”), en plena pandemia. Con aforo reducido y estrictas medidas de seguridad, poco a poco otros coliseos hispanos han comenzado a retomar sus temporadas presenciales; entre ellos, el prestigioso Campoamor, de Oviedo, que hasta hoy, como parte de su temporada 2020-21, ofrece un programa doble con “L'heure espagnole”, de Maurice Ravel, y “Les mamelles de Tirésias”, de Francis Poulenc. La régie lleva la firma de Emilio Sagi, conocido por varias de las elogiadas producciones que han pasado por el Municipal de Santiago, y en el elenco hay varias voces queridas por los melómanos chilenos; entre otras, la mezzosoprano Maite Beaumont.
El director chileno Maximiano Valdés conduce la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias y señala, a través de un contacto telefónico desde España, que ha sido muy gratificante regresar a tomar el podio de un conjunto del que fue su batuta titular durante quince años y “a este teatro en el que he dirigido alrededor de unas veinte producciones”. Valdés añade que se han tomado todas las medidas necesarias para este retorno, con aforo reducido y uso obligatorio de mascarillas para el coro y los integrantes de la orquesta, “salvo los vientos, que por razones obvias no pueden usarlas, pero fueron separados con cortinas de plástico para evitar contagios. El número de músicos de esta agrupación también se vio reducido para cumplir con las medidas sanitarias. Todo esto no es lo ideal, pero el público ha reaccionado muy bien”, dice. El también director titular de las orquestas Nacional Juvenil de Chile y de la Sinfónica de Puerto Rico comenta que ojalá “este ejemplo de Oviedo sirva de modelo a seguir, para así evitar el colapso financiero de muchos escenarios y orquestas. Los teatros tienen que hacer un esfuerzo por retomar la música en vivo. Hay que defenderla y no contentarse con las transmisiones vía streaming que desvirtúan el significado de la ejecución musical”. Maximiano Valdés adelanta que durante estos días ha recibido llamados de directores de distintos coliseos de Latinoamérica y del Colón de Buenos Aires preguntándole cómo resultó la experiencia. “Yo no quiero pontificar, porque mañana puedo tener covid-19, pero hay que buscar los medios para volver. Para muchos espacios, esta pandemia ha sido fatal desde un punto de vista económico. ¡Tenemos que salvarnos!”.
¿Podemos reabrir con cuidado?
El músico chileno también se manifiesta inquieto por la realidad de nuestro país. “Ojalá que esto genere una discusión entre los colegas y en el medio, pero me preocupa que las orquestas lleven casi un año paradas. Hay que pensar que los músicos tocamos para un público, no para nosotros mismos. Una pena, pero ya nos avisaron que la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil no va a ir a las Semanas Musicales de Frutillar, porque este festival se está reformulando y está en suspenso la realización de los conciertos de verano en la Quinta Vergara. ¡Muy trágico! Pero la pregunta de fondo debe ser: ¿realmente las condiciones están para cancelar todo o podemos reabrir con cuidado?”.
Con respecto a Puerto Rico, el director explica que partieron hace unas semanas con presentaciones de música de cámara, y en octubre están contemplados conciertos con la orquesta y aforo reducido. “Milán también comenzó a retomar su actividad. Son pasos que deben animar a Chile, porque no me parece que las orquestas chilenas sigan sin actividades hasta inicios de 2021”, cierra el músico.
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