Todos los instrumentos de esta agrupación de niños y jóvenes paraguayos de escasos recursos están hechos con objetos encontrados en un basural. Con ellos han tocado desde música clásica hasta rock en más de 40 países.
Por AMALIA TORRES
Las notas de la Quinta Sinfonía de Beethoven toman vida desde objetos impensados. Una lata de aceite, madera y unas cucharas viejas para golpear la carne y hacer ñoquis forman un chelo. El violín está hecho con una lata de pintura, madera de palet, una fuente para poner la pizza en el horno y un tenedor. Y el tambor, con madera, pedazos de metal y radiografías.
Todos los instrumentos de esta orquesta están fabricados con objetos recogidos de la basura. Y todos provienen del basural de Cateura, una comunidad en las afueras de Asunción, donde la mayoría de las familias vive recogiendo, reciclando o utilizando desechos del vertedero más grande de Paraguay.
La Orquesta de Instrumentos Reciclados de Cateura nació hace 11 años. Hoy es tan famosa, que han viajado por 45 países tocando música; su creador, Favio Chávez, habló del proyecto en una charla TED X en Amsterdam y este año son los protagonistas del documental "Landfillharmonic". "El mundo nos manda basura, nosotros les devolvemos música", dice Chávez en la cinta.
En sus ratos libres de su trabajo como técnico ambiental, Chávez comenzó a enseñarles música a los hijos de los recicladores con los que trabajaba. Pero los instrumentos que tenía consigo se hicieron pocos. Así, se le ocurrió comenzar a usar los mismos materiales que rodeaban a estas familias para construirlos. La idea era no gastar plata en fabricarlos, pero también que nadie quisiera robarlos: un violín tradicional vale más que una casa en este sector empobrecido de Paraguay.
"Los niños iban al vertedero a llevarles la vianda a sus padres y se quedaban por ahí jugando. Muchos caen en la misma situación de sus padres, entonces pensé en enseñarles algo en vez de que estén sin hacer nada", dice a "El Mercurio".
Junto a Nicolás Gómez, un reciclador de la zona -hoy, luthier de la orquesta-, comenzaron a crear instrumentos con lo que encontraban. Todo servía.
"La música genera valores, disciplina, constancia, respeto, sensibilidad, entonces es una experiencia notoriamente positiva", dice Chávez.
Teloneros de Metallica
Hoy, la banda de música que comenzó con 10 niños aprendiendo a tocar algunos instrumentos cerca del basural, -"nos juntábamos en la basura o debajo de una carpa de plástico, en cualquier lugar"-se convirtió en una escuela de música, donde estudian 300 niños y jóvenes de escasos recursos. Hay instrumentos para todos, pero siempre es necesario seguir fabricando y mejorándolos para los distintos repertorios.
Con el dinero de sus conciertos, en los que tocan desde música clásica, folclórica, rock y metal-incluso telonearon a Metallica en su gira por Sudamérica en 2014- les ayudan a más de 25 niños a comprar útiles escolares. A otros los apoyan para continuar sus estudios.
"Tenemos jóvenes que hemos becado, que están estudiando Música en la universidad y que ya han tocado en la orquesta sinfónica. A otros los hemos becado para otras carreras. Los apoyamos lo más posible hasta que puedan valerse por sí mismos", dice Chávez.
La próxima semana la orquesta dará un concierto en Asunción.
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