La banda debutará en el lugar y aspira a tocar en Lollapalooza.
por Claudio Vergara
Roberto Márquez, el gran jefe de Illapu, cuenta que tuvo algo de recelo en trasladar a la práctica el proyecto anunciado por el titular de esta nota. En rigor, dudó de levantar una masiva fiesta de celebración que observara el pasado de su conjunto bajo la nostalgia de las efemérides.
“Tuvimos la duda, porque pensamos que tanto aniversario te puede separar del público que te conoció de manera más reciente, el de los 90, el que con Lejos del amor nos hizo vivir algo parecido a lo que disfrutamos veinte años antes. Cuando les dices que ya te acercas a los 45 años pueden quedar descolocados”, redondea el cantante.
Pero la historia es más fuerte que la coyuntura y el artista, junto a su agrupación, decidió impulsar una de sus más ambiciosas iniciativas en los últimos años. El sábado 12 de noviembre, Illapu se presentará en Movistar Arena para conmemorar los 45 años desde su formación en Antofagasta, cita desafiante ante la envergadura del recinto -un lugar que supone consagración para los músicos chilenos- y producida por T4F+Bizarro, una de las productoras más importantes del rubro y responsable de eventos recientes, como Coldplay y Muse.
“Hemos encontrado un buen aliado, el responsable de los grandes recitales que se hacen en Chile, porque queremos contar con esa misma dinámica. Es un desafío tocar en el Movistar, puede parecer difícil, pero nosotros siempre hemos tenido mucha llegada con la gente, un público que se ha ido ampliando a otras generaciones y una masividad que se mantiene”, proyecta el cantautor, en un diagnóstico cierto. Desde su debut discográfico de 1972, la agrupación disfrutó de dos estallidos de popularidad -con el hit Candombe para José de 1976, en plena dictadura, y 17 años después con el álbum En estos días, el que acumuló siete discos de platino-, transformándose quizás en la única banda de música andina del continente que adquirió estatus multiventas.
Avalado por esos registros, Márquez y los suyos lanzaron hace algunos días la reedición de sus 22 títulos, muchos de ellos discontinuados y muy difíciles de encontrar en el mercado formal. “Nos dimos la tarea de agregarles fotos y documentación de la época”, completa. Además, para sumar a los festejos, el grupo prepara una antología definitiva de 45 temas, distribuidos en una edición triple (dos álbumes y un DVD) y donde regrabarán tracks de los primeros años, aquellos trabajados en el sello Dicap -fundado por las Juventudes Comunistas-, cuando los nortinos fueron el último eslabón de la Nueva canción chilena.
Pero no todo se mira con espejo retrovisor. Para abarcar incluso una audiencia más extensa y actual, los hombres de Vuelvo para vivir anhelan la posibilidad de cerrar su aniversario con su retorno al próximo Festival de Viña, donde han estado seis veces y cuya última presentación fue en 2006. “Estamos trabajando en eso con la productora, nos gustaría coronar este momento con algún festival, que podría ser Viña. Cuando empezamos a ver esto del show de los 45 años, analizamos la opción de estar en la Quinta Vergara. Estamos disponibles, porque es un escenario que te muestra a otro nivel”, puntualiza el músico.
Aún más: Márquez aspira a torcer la lógica y quiere llegar a una instancia como Lollapalooza Chile, el festín de rock, electrónica y coronas de flores que ya ha visto pasar por sus escenarios a emblemas que parecen lejanos a su oferta, como Inti-Illimani o Congreso. El artista avisa: “Ha surgido esa opción, pero por distintas razones no se ha dado. Estamos muy abiertos, podemos armar un show con mucha facilidad, sobre todo en un evento que cubre distintas corrientes. Además, nos hemos ido actualizando y siempre tratamos de tener un ojo en lo que está pasando hoy”.
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