El Mercurio
La banda inició el lunes una seguidilla de conciertos en el céntrico recinto capitalino, que finaliza hoy, repasando a altos decibeles los éxitos de su carrera.
Por José Vásquez
La historia se iba a contar en tres capítulos, pero ya en el primero se terminó revelando todo. El desenlace de todas formas era esperado: Deftones en Santiago, en un espacio como el Teatro Coliseo, llegó a su punto de ebullición.
Los fans del conjunto liderado por Chino Moreno agotaron las entradas para la tripleta consecutiva de presentaciones, que se iniciaron el lunes con el mismo cantante bromeando al respecto: "¿Tocamos acá mañana (ayer) de nuevo? ¿Y también el día que viene (hoy)?", se preguntó, agitando la euforia de sus seguidores que devolvían los rugidos del nacido en Sacramento, California, saltando y moviendo sus brazos, como una muestra de afecto al líder parado sobre uno de los monitores de retorno del sonido, quien a la distancia parecía levitar sobre las cabezas de sus fieles.
La postal es habitual cada vez que el músico pisa un escenario, pero esta vez, en el Coliseo, la escala amplificó su impacto. Deftones, en un recinto con capacidad para dos mil personas, en Chile se puede calificar como un concierto íntimo, pero la entrega llegó con megáfono.
La banda tocó a altísimos decibeles, pero no siempre pudo calibrar de la mejor forma el sonido de un conjunto que expandió el repertorio del nuevo metal estadounidense facturado en los 90. Hay belleza en su furia, con una voz que en la calma se suspende en sintonía con el dolor.
Chino Moreno, quien antes del concierto recorrió el lugar en su skate, aún replica en vivo la rabia adolescente de cortes como "Engine N.o 9", con el que cerraron su show del lunes. En el primero de sus tres conciertos, el grupo, en una hora y media repasó los ocho discos de su carrera, con énfasis en "White pony", el álbum con el que iniciaron el nuevo milenio.
De ese disco tocaron "Feiticeira", "Elite" y "Passenger", que fueron recibidos con la misma euforia que los sencillos de la grabación: "Digital bath" y "Change (In the house of flies)", que llegaron encadenadas, igual que antes lo hicieron "Be quiet and drive (far away)" y "My own summer (shove it)", dos momentos cumbre de una presentación que también incluyó "Around the fur", "Diamond eyes" y "Minerva".
Antes de Deftones, abrió la jornada Quicksand, banda familiar para el conjunto, ya que comparten un integrante: el bajista Sergio Vega.
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