viernes, mayo 25, 2018

Los nuevos talentos del jazz



El Mercurio

Un joven que con sólo 19 años ya toca la trompeta en once agrupaciones; otro, prodigio del trombón, que integra la banda de Ana Tijoux; o una chica que se enamoró del jazz cuando veía teleseries brasileñas. Aquí, las historias detrás de estas cinco nuevas caras que sorprenden en la escena nacional.

Por Javiera Catalán Soto y Michelle Martínez Collipal

LA INFLUENCIA DEL BOSSA NOVA
Natalia Corvetto (32)

La inquietud por el jazz de Natalia Corvetto (32) venía desde mucho antes de que escuchara a la cantante chilena Francesca Ancarola cuando estaba en el colegio. Se remontaba a cuando veía teleseries brasileñas y se deleitaba con el bossa nova que usaban como banda sonora. Pero fue la voz de Ancarola la que gatilló en ella el deseo de dedicarse a la música, en vez de seguir su primera opción: el teatro.

En la universidad pudo explorar y explotar su lado más jazzista, y a través de clases con destacados músicos como Moncho Romero y Arlette Jequier la -hasta ese momento- intérprete autodidacta, se insertó de lleno en el mundo del jazz y formó su primer cuarteto.

Desde ahí Natalia Corvetto comenzó a experimentar con nuevos ritmos y estilos, que resultan en su primer disco, "El vuelo", que será lanzado el 7 de junio, y que se mueve entre el pop, los ritmos afrolatinos y la esencia de toda su música: el jazz.

-Yo creo que lo mío es bien pop dentro del jazz, pero en el mundo más pop o comercial mi música es súper alternativa -dice sobre su primera placa que cuenta con ocho canciones originales, que van desde el groove con toques de fusión latinoamericana hasta el blues.

-El jazz fusión es un panorama que está en expansión. La gente joven está buscando la experimentación con sonidos internacionales, y también local con instrumentos acústicos, y ritmos latinoamericanos -dice el experto en jazz, Álvaro Menanteau, sobre la generación de músicos de Natalia Corvetto.

Ella, que además es guitarrista y pianista, espera convertirse en una cantante de latin jazz, ritmo que en su recorrido por Latinoamérica se ha nutrido de otros sonidos como el bolero y el propio bossa nova.

-Siento que hay tanto repertorio en español que tengo el deber de recopilar canciones y poder interpretarlas -dice Corvetto sobre su futuro en la música, orientada hacia un perfil más latino y en español.

EL BAJISTA QUE PASÓ DEL ROCK AL JAZZ 
Matías Martinoli (32)

Con la idea de "hacer a un lado" a quien hacía los bajos con una guitarra acústica en la banda de sus amigos, Matías Martinoli (32) se compró un bajo.

-Voy a desplazarlo con mi bajo -se dijo.

En ese momento, a sus 16 años, conoció el instrumento que lo acompañaría hasta hoy, y con el que en marzo pasado lanzó su primer disco, "Verde 61", con su banda Matías Martinoli cuarteto.

Pero a los 16, Martinoli aún no se decidía por el jazz, lo de él era el rock progresivo y experimental que -dice- lo influencian hasta ahora en sus composiciones. Y no fue hasta que entró a la Escuela Moderna de Música que se interesó por el jazz y sus variantes. Ahí exploró el jazz fusión, inspirado siempre por músicos de todos los estilos y géneros, desde Luis Alberto Spinetta hasta la banda de rock progresivo King Crimson.

Pero dice que su agrupación favorita es La Marraqueta, banda chilena de jazz fusión formada por uno de sus grandes referentes en el jazz nacional, Pablo Lecaros, con quien estudió. Incluso reconoce que su propia banda repite el formato de La Marraqueta, utilizando los mismos instrumentos, en su caso, con guitarra a cargo de Fernando Raín, el piano y teclados de Diego Ortiz, y en la batería, Gustavo Díaz.

-La exigencia que tienen por ser más jóvenes es muy alta, pero ellos logran insertarse en la escena del jazz con proyectos propios y con muy buenas herramientas -dice Erwin Díaz, dueño del bar Thelonious, lugar de jazz, sobre la agrupación Matías Martinoli cuarteto.

Por ahora sigue componiendo y tocando en festivales y escenarios para difundir su música.

-En Concepción fue increíble la recepción del disco. Todos los locales llenos, un ambiente realmente inédito para nosotros como santiaguinos -dice sobre su más reciente gira por el país. Ahora su proyecto es internacionalizar su carrera.

-Esa es la misión, expandir esto, si se abre la posibilidad.

SU HOMENAJE A LA NOUVELLE CHANSON 
Geraldine Thenoux (32)

Formada en piano clásico siendo niña, y como periodista siendo adulta, Geraldine Thenoux (32) decidió abandonar lo tradicional y la profesión para dedicarse a la música popular, que es lo que realmente le apasiona. Desde pequeña escuchó los vinilos de la nueva canción francesa, de Los Jaivas y también de jazz en inglés de su padre, y se sintió atraída por la música.

Mientras estudiaba periodismo -para cumplir con las expectativas de su familia, reconoce- en paralelo tomaba clases en la escuela Projazz. Fueron esas lecciones de canto las que la acercaron definitivamente al jazz y a la música a la que hoy se dedica. Desde ahí en adelante se ha perfeccionado con maestras como Arlette Jequier y la cantante bahameña Debbie Cameron, con quien pasó un tiempo en Dinamarca.

Actualmente tiene su propia agrupación llamada Geraldine Thenoux Trío, donde hace homenaje a la Nouvelle Chanson y al jazz más tradicional.

-Geraldine destaca, entre otras intérpretes, al cantar en francés, ya que ese idioma es muy atractivo para el oído chileno -dice el poeta y dueño de Thelonious, lugar de jazz, Erwin Díaz, quien la ha visto actuar más de una vez en su local.

Ella dice que respeta mucho la música compuesta por terceros.

-En el mundo del jazz uno tiene que interpretar muy bien lo que es del pasado, lo que fue compuesto por otros -comenta.

Pero además de ese proyecto, que ella denomina como "íntimo", Geraldine es la voz de Golosa La Orquesta, banda que toca ritmos como el bolero, jazz fusión y jazz manouche o gitano.

-Golosa es una fusión de folk, rock, jazz, blues, swing, tango, milonga, rumba. Es para pasarlo bien; entonces, lo creativo se da y puedo experimentar más con mis propias composiciones -dice Geraldine Thenoux, quien se divide entre su proyecto más íntimo -orientado a lo acústico- y la música bailable de Golosa la Orquesta.

En 2017 lanzó su primer disco con Geraldine Thenoux Trío, en vivo en el bar Thelonious. Y el 5 de mayo recién pasado, junto a Golosa La Orquesta, lanzó "Sobre la ciudad", una placa que los llevará de gira por Europa durante el segundo semestre, y donde también presentará su proyecto solista, recorriendo festivales en Dinamarca, Hungría, Eslovenia e Italia.

EL TROMBONISTA DE ANA TIJOUX
Alfredo Tauber (23)

Alfredo Tauber (23) había terminado su segundo año de educación media en el Internado Nacional Barros Arana cuando decidió que solo quería hacer música. Desde los 12 años había tenido que dividirse entre sus quehaceres escolares y su pasión por el trombón. Fue tanto el talento que sus profesores vieron en él, que uno de ellos le consiguió clases con el trombonista Marcelo Maldonado, ex alumno de la Conchalí Big Band, una orquesta juvenil/proyecto educativo creado por el músico Gerhard Mornhinweg en 1994.

Tauber recuerda que antes de las clases de Maldonado había sido autodidacta, y si bien sus inicios estuvieron en el ska, comenzó a interesarse por el jazz luego de que su maestro lo llevara a la Conchalí Big Band en 2012. Ahí terminó de convencerse de que tenía que salirse del colegio, y con solo 16 años dejó de estudiar para dedicarse por completo a la música (luego volvería con 19 años a terminar su enseñanza media rindiendo exámenes libres).

-A mi mamá la criticaron mucho. Le decían incluso que lo que estaba haciendo era ilegal, al dejar que me retirara del colegio. Lo más difícil fue lidiar con el prejuicio que hay entorno a los músicos, pero a mí en verdad nunca me importaron las críticas -cuenta el joven, quien por estos días se presenta en bares como el Thelonious y toca trombón en la banda de la cantante nacional Ana Tijoux.

Tauber también tiene proyectos propios: actualmente crea música con la agrupación Mapocho Orquesta, formada por ex alumnos de la Conchalí Big Band, y dirigidos por el saxofonista Andrés Perez, quien recuerda haber quedado impresionado cuando escuchó a Tauber por primera vez, en una prueba de sonido en 2014.

-Él es un fenómeno del trombón, es muy talentoso y versátil. Inmediatamente lo invité a trabajar conmigo -dice.

Además, Tauber compone en su otra agrupación, la banda de ska Mercurio Paradise, con quienes lanzó una pieza en 2016.

-Me encanta tocar jazz, pero lo veo más como una herramienta que me puede abrir muchas puertas a otros géneros, porque soy un improvisador, y trato siempre de hacer un aporte desde mi interpretación, a partir de lo que aprendí del jazz.

EL "SHOCK" DE LA TROMPETA
Juan Pablo Salvo (19)

La primera vez que Juan Pablo Salvo tocó una trompeta tenía solo cuatro años. Hoy, a sus 19, dice que no recuerda muy bien dónde pasó, solo se ve a sí mismo en un pasacalles, acompañado de su hermana, quien iba tocando los platillos, y un amigo de ella que tocaba la trompeta. En un momento se la entregaron a él para que la hiciera sonar, lo hizo, y desde ahí no quiso soltarla más.

-Quedé un poco "choqueado" con el sonido de la trompeta, sentí que tenía que aprender a tocarla bien -confiesa el joven.

Dicho y hecho, a los 13 entró a la Escuela de Música Enrique Soro, en la comuna de Quilicura, lugar donde vive actualmente. Dos años más tarde ingresó a la Conchalí Big Band y se empapó de los sonidos del jazz. Comenzó transcribiendo y tocando partituras de músicos como Miles Davis y Chet Baker, desarrolló su técnica en la trompeta hasta lograr hacer sus primeros solos.

-Es bueno que empiecen estas nuevas camadas de trompetistas que vayan ofreciendo nuevas perspectivas sonoras que enriquezcan la escena -dice el saxofonista Andrés Perez respecto al trabajo del joven, que pudo escuchar durante 2017, cuando con solo 18 años, Juan Pablo Salvo se convirtió en el primer músico de su generación en iniciar un proyecto como líder, y lanzar un disco de composiciones propias llamado "Mensaje", junto a su agrupación Juan Pablo Salvo Quinteto.

-Me sirvió para madurar esto de liderar a un grupo de personas y además tener claro cómo quería que se hicieran las composiciones, para que sonaran igual a como yo las escuchaba dentro de mi cabeza- cuenta el trompetista, quien por estos días toca en 11 agrupaciones de la escena jazzera nacional (contando su propio proyecto), entre las que se incluyen: De Perilla, Julián Romero Cuarteto, Ensamble Nodo, Cristóbal Piña Sexteto y Conchalí Big Band, con quienes partirá a una gira a Alemania en junio.

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