lunes, mayo 14, 2018

Los rostros de TV que se consolidan en la música

El Mercurio

Para estas figuras de la televisión, la música se ha convertido en una carrera paralela que los mantiene al filo de los horarios y enfrentando los prejuicios por querer lograr reconocimiento en ambos mundos. 

Por Bárbara Castro

Antes de hacerse conocido en televisión, el hábitat natural de Jean Phillipe Cretton eran los bares inundados de humo, haciendo música. "Miro atrás, y me veo cantando con borrachos al frente, con olor de cigarro en el aire. De repente pasan los años, y estoy en un estudio televisivo, conociendo gente de la tele que yo veía cuando chico, un par de años más y estoy en una alfombra roja. Ese ha sido mi cambio de switch, porque ha sido la TV la que siempre me ha resultado más grandilocuente", dice el animador -hoy en CHV en "La noche es nuestra"-, vocalista de la banda de rock Rey Puesto y quien acaba de lanzar su primer disco solista bajo el nombre de Crettino.

Según confiesa, su afición primera fue la música -se inició en plena adolescencia-, y ahora su banda ya cuenta con dos discos.

Es tan solo uno de los referentes del grupo de figuras de la pantalla que han sabido balancear una carrera ambivalente. Una ruta vocacional que los mantiene en constante movimiento entre sets, estudios de grabación y escenarios frente a aficionados dispuestos a conocerlos en su faceta musical.

Por su parte, Daniel Muñoz -ahora en Mega en "Si yo fuera rico"- baraja sus jornadas de grabación en el canal con su rol de vocalista en el grupo de cueca chora Los Marujos. "Siempre ando muy justo, me toca grabar, termino, y tengo que correr para agarrar el transporte para irnos de viaje. Por eso dejé de hacer teatro; si no, no tendría tiempo. Pero el placer justifica un poco el esfuerzo", señala Muñoz, quien también explica cómo el llevar años alejado de las tablas no le ha permitido olvidar la relación entre ambos oficios artísticos. "Con Los Marujos no estoy caracterizando ningún personaje, pero en cierto modo estoy haciendo una performance, interactuando con el público, animando, y cuando cantamos estamos contando una historia", dice.

En el caso de los actores Francisco Dañobeitía y Nicolás Poblete, ambos comparten una infancia que los guiaba hacia una afición por la música, que años después debieron equilibrar con una carrera interpretativa.

Si el primero -que se prepara para un semestre estrictamente musical, luego del final de "Wena profe", en TVN- debutó en el coro de los niños cantores de Viña del Mar, el segundo -en "Soltera otra vez 3", de Canal 13- fue cautivado a los seis años por un concierto de Las Cuatro Estaciones de Vivaldi, que lo motivo a tomar clases de violín.

Las coincidencias se mantienen al conversar sobre los beneficios que otorga la práctica actoral. "Juega muy a favor en términos de presencia escénica el ser actor. El enfrentar un escenario en vivo es un trabajo muy riguroso, no se puede simular una desafinación. Allí te aporta mucho lo aprendido sobre cómo respirar y proyectar la voz", dice Poblete, quien realizó en abril una gira de presentaciones con su grupo de cuecas Los Piolas del Lote y prepara un disco en solitario con influencias del reggae.

Para el rostro juvenil de la señal estatal, el aprendizaje en la Escuela de Teatro se traduce en una puesta en escena electrizante. "Con mi banda, Caudal, tratamos de ligar la música con la performance. No es el glam de los 80, pero es un show que desborda energía y movimiento", asegura Dañobeitía, quien alista el estreno de la película "Un himno de Julio en Santiago", donde también actúa con Daniela Vega y el regreso de la obra "Romeo y Julián".

Son cerca de las 7 de la tarde, y a la jornada de ensayos de la banda de Cretton aún le restan unas cuatro horas. Navegar entre dos mundos conlleva de forma inevitable la amenaza de los prejuicios, y para Cretton, es una realidad de la que no se puede huir.

"Es difícil poder ser validado en ambos aspectos en un país con una permanente obsesión de encasillarte en ciertos espacios. Por eso dejé de martirizarme con eso de que hay que escoger un camino; nadie me obliga a hacerlo", sostiene.

 Otras figuras por partida doble
En la piel de Gerardo Montero, el yerno del villano Armando Quiroga en "Perdona nuestros pecados", Nicolás Oyarzún se ha convertido en un rostro habitual de las noches gracias a la ficción de Mega. Pero desde este año, el actor se entregó a lo musical, prestando su voz al grupo Mercali. En la misma teleserie están Gabriel Cañas y José Antonio Raffo, quienes también tienen incursiones musicales. A través de la misma señal, el coprotagonista de "Verdades ocultas" Matías Oviedo equilibra su rol en la teleserie con su banda de pop latino Matías Oviedo y los Julio Pino. Mientras que gracias a su alter ego Kali Mutsa, Celine Raymond ha podido trazar una frontera clara entre sus sonidos alternativos y su veta actoral.



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