jueves, abril 18, 2019

BTS y The Chemical Brothers: Cómo ser fenómeno

Bastián García Santander
Vidactual
El Mercurio





BTS - "Map of the soul: Persona"

El éxito del k-pop es indiscutible: el despegue desde Corea del Sur hace años que se convirtió en una realidad, con Estados Unidos y Sudamérica como destinos predilectos. El cuarteto femenino BLACKPINK debutó en Coachella y en Chile ya se hizo un festival en el Estadio Nacional. Pequeños grandes ejemplos de un género en pleno ascenso, pero que musicalmente genera muchas dudas.

Porque BTS -el emblema del movimiento- acaba de lanzar su nuevo disco, "Map of the soul: Persona" (2019) y no se evidencian muchas diferencias entre los artistas pop anglo y un equipo venido desde tan lejos. Al menos en estudio, los reyes de esta industria dependen mucho de las bases electrónicas y cómo, desde ahí, hacer calzar las melodías vocales que suponen una de las inflexiones de un proyecto de sus características.

Es cierto que "Intro: Persona" o "Boy with luv" en compañía de Halsey suenan frescas en sus tributos al hip-hop o al funk de los 70 y 80; o que esa ilusión de R&B en "HOME" resulta casi seductora. Sin embargo, explorando el producto completo se deja entrever que en la fusión de todos los estilos de moda (la piedra angular del k-pop) pierden consistencia ante la indecisión sobre cuál de todos los caminos reforzar.

The Chemical Brothers - "No geography"

A estas alturas, inventar una frase sobre The Chemical Brothers que juegue con su nombre y las sensaciones que provoca su música parece forzado e innecesario, pero no deja de ser sorprendente la forma en la que su último álbum, "No geography" (2019), genera de entrada una suerte de hipnosis. Los  beats de "Eve of destruction" son tan precisos y repetitivos que atrapan sin siquiera oponer algo de resistencia.

La capacidad detrás de la dupla Tom Rowlands y Ed Simons es conocida, y en su noveno disco de estudio apuntan justamente a eso, a recordarnos con varios guiños a los años 90 los tiempos en los que se convirtieron en íconos de la escena electrónica mundial, acercándose a la música pop, al hip-hop e incluso al rock, siendo aliados predilectos de la fiesta indie.

Acá, su principal colaboradora es Aurora, una noruega de 22 años que cuenta con la creatividad de Lorde y una tonalidad vocal similar a Lana del Rey, pero de calidad superior, y que en "No geography" aporta cierta profundidad en la búsqueda por tiempos pretéritos de las actuales estrellas juveniles. Una fórmula que se alimenta de toques psicodélicos y bases "kraftwerkianas" para perderse por un buen rato.

No hay comentarios.: