jueves, abril 18, 2019

Desde brunch dominical hasta variedad de música: nuevas formas de vivir Semana Santa

Manuel Hernández G.
Nacional
El Mercurio

Atribuyen estos cambios a la secularización de la sociedad chilena, sumada al desarrollo del país a partir de los años 80.



Reflexionar, rezar, evitar mayores estridencias, "guardarse en su casa", escuchar música clásica o religiosa, no comer carne, ver las películas sobre Jesucristo o episodios bíblicos, con los canales de TV abierta silenciando sus cortinas al ir y volver de comerciales.

Durante años, esas fueron algunas de las tradiciones chilenas en la Semana Santa. Pero en las últimas décadas se ha observado un cambio en las costumbres. Además de los consabidos viajes dentro y fuera de Chile, o el alto consumo de pescados, mariscos y huevos de chocolate, se ha masificado la incorporación de nuevos hábitos, especialmente el Viernes Santo, fecha que otrora solía ser sinónimo de recogimiento y negocios cerrados.

Ahora, por ejemplo, los centros comerciales abrirán mañana sus cines, supermercados y restaurantes; mientras muchos bares y discotecas funcionarán normalmente a lo largo del país.

Grandes cambios

María de la Luz Larraín (59) es católica practicante. Desde el inicio de la cuaresma realiza rezos, retiros y hasta ayunos en torno a la Semana Santa.

Advierte que la festividad "ha cambiado mucho. Ahora es más vacaciones que otra cosa, se dejó de lado la religión. Comen pescado, pero mientras sea cebiche o más gourmet, mejor".

El académico de la UC especialista en producción de televisión y magíster en Ciencias Bíblicas, Valerio Fuenzalida, asegura que estos cambios se deben a la evolución de los tiempos. "Y esto también indica que los grupos religiosos deberían producir material pensando en esta época y en las características de religiosidad actuales".

En las radios del país también hay menos programaciones especiales. Así lo reconoce el presidente de la Asociación de Radiodifusores de Chile (Archi), Eduardo Martínez, quien atribuye las modificaciones al miedo por perder audiencias, y dice que cada emisora es libre de definir su contenido durante estas fechas.

"Algunas cambian su programación a prácticamente luto; pero con los nuevos tiempos, la gente ha dejado su respeto por el Viernes Santo, y si la radio no le entrega el contenido que ella espera, simplemente la cambia", sostiene.

Consumo diferente

Para Claudio Garrido, investigador de la Escuela de Publicidad de la Universidad Diego Portales (UDP), ahora la Semana Santa tiene una connotación de consumo como otras fechas del año. Destaca que "hasta hay varios hoteles de Santiago que están promocionando pasar el domingo de Pascua en las instalaciones con los niños, encontrando los huevitos y comiendo un brunch , así como sucede también con Navidad o Año Nuevo".

El investigador precisa que todos estos cambios comenzaron a observarse en los años 80, "con la apertura al mercado global, donde se introdujeron nuevas prácticas culturales".

Garrido recuerda que ver películas clásicas como "El manto sagrado" o "Jesús de Nazaret" en esa década era "casi obligación o ritual, pero ahora muchos lo ven como algo vintage . Se ha fragmentado la práctica y es una elección vivirla o no. En tu casa puedes estar en silencio, pero al lado puede haber una fiesta".

Desconocimiento de costumbres

El profesor del Instituto de Geografía UC y del Centro de Estudios de la Religión UC Abraham Paulsen coincide con Garrido y agrega que estos cambios se deben también al proceso de secularización que vivió el país.

"La gente no sabe el motivo de estas actividades; entonces, dejaba de comer carne, pero hacía festines de pescado, aunque la práctica está relacionada con la escasez", afirma.

Evolución
El académico Valerio Fuenzalida, de la U. Católica, asegura que los cambios responden a "los tiempos actuales".

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