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El Mercurio
Considerada la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de los festivales, Coachella es el evento musical más grande del mundo, con ganancias que superan los 116 millones de dólares al año, superando largamente a Glastonbury (que se hace en Inglaterra) y a todas las versiones de Lollapalooza juntas. Mientras que el festival británico destina la mayor parte de las ganancias que le llegan de sus sponsors a fundaciones de caridad, Coachella busca maximizar los ingresos mediante acuerdos con marcas que se han apoderado del evento que se realiza en California. Es así como este año, durante la semana pasada, hubo por primera vez un concierto previo al festival a cargo de HP, quienes montaron un domo de mil metros cuadrados para mostrar imágenes especialmente creadas para la instancia. Por otro lado, Heineken tendrá un escenario especial, luego de que el año pasado en su instalación aparecieran de improviso Busta Rhymes acompañado de Warren G, P Diddy y Snoop Dogg. Con decenas de estrellas y cientos de influenciadores, el interés por el festival hace rato que traspasó los márgenes de Palm Springs, viralizándose con miles de tuits y fotos y videos en Instagram, algo que las marcas entendieron bien: Coachella es el festival en el que tienen que estar.
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