El Mercurio
Felipe Mella, director ejecutivo del GAM , revela que alertó a la administración anterior de los atrasos de las obras en octubre. Y asegura que esto no ha afectado la imagen del centro cultural. "Eso se hubiera reflejado en las cifras, y la verdad es que el público ha crecido", dice.
Por Romina de la Sotta Donoso
El domingo pasado, el ministro de Obras Públicas, Juan Andrés Fontaine, anunció que liquidará el contrato con la Agencia Ecisa Chile para la construcción de la Etapa 2 del GAM -la gran sala con 2 mil butacas-. También anunció que esos trabajos se relicitarán.
Sin embargo, no dio fechas.
"La información exacta la maneja el Ministerio de Obras Públicas, que es el mandante. Pero tenemos ciertas nociones por las conversaciones que hemos sostenido con nuestra contraparte en el MOP", aclara Felipe Mella, director ejecutivo del GAM.
"Primero se debe liquidar el contrato, lo que puede demorar cuatro o cinco meses, y de ahí para adelante calculamos un año y medio más, porque es una licitación pública, con los tiempos del Estado. En el mejor escenario, la gran sala se inauguraría durante 2020", revela.
-¿Cuánto se ha gastado de la inversión total de $41 mil millones?
"Cerca de la mitad. Pero lo que faltan son las terminaciones y eso es lo más caro. Hay un 52% de avance y está terminado el 100% de la obra gruesa".
Felipe Mella cuenta que su primera reunión con el actual ministro de Obras Públicas, fue la última semana de marzo: "Le planteé los problemas que habíamos tenido como GAM con estas obras, especialmente con el atraso, y le pedimos que tomara el toro por las astas respecto de las obras de mitigación en Villavicencio y Namur, porque las calles estaban destruidas y los vecinos casi nos odiaban. Y un par de semanas después, el ministro se comprometió a que en cien días iban a estar terminados esos trabajos. Yo creo que van a completarlo antes, porque Villavicencio ya está casi lista".
El ministro también acogió su solicitud de renegociar las garantías de la escenotecnia, en su mayoría importada, para que empiecen a correr al momento de la instalación y no de la compra. Algo muy relevante, considerando, por ejemplo, la inversión en dólares que se hizo para el sistema de acústica asistida Constellation.
"El ministro Fontaine ha sido súper transparente al darnos la información, y también ha sido muy diligente; se ha puesto compromisos y los ha cumplido", asegura Mella.
-Desde fuera parece que este atraso hubiera tomado por sorpresa al GAM, ya que no ha hecho ninguna vocería...
"Esta no es una obra GAM, es una obra del Estado, entonces la vocería siempre la ha llevado el Estado, esto es, el ministro de Obras Públicas o de Cultura. Pero fuimos bastante responsables cuando, como GAM y en conjunto con el directorio, tomamos la decisión de frenar el acto inaugural".
-¿Cuándo fue eso?
"A fines de noviembre. Fue un proyecto que compramos como GAM y lo retomaremos en su momento. Incluso teníamos programación agendada en fecha para 2018 en la gran sala. La mayoría se reprogramó o ajustó para nuestras salas normales. Una de las producciones, eso sí, la estrenaremos por primera vez fuera del GAM, en el Teatro Regional del Biobío: 'Hedda Gabler', de Claudia Di Girolamo".
-¿Cuáles eran sus atribuciones frente a la Etapa 2 del GAM?
"Definir qué iba a suceder en la gran sala y su financiamiento, y para eso hicimos un plan estratégico, programación y una estrategia de precios. Y ver cómo iba avanzando esa etapa. Le informamos varias veces a la administración anterior que estábamos preocupados por los atrasos de las obras, pero ellos recibían información directa de la constructora de que iban bien. Hicimos todas las sugerencias posibles, pero es difícil cuando no eres el que pone los recursos, cuando no eres el que tiene la voz desde el Estado. Fuimos los primeros que levantamos la alerta de que sentíamos que los plazos no se iban a cumplir".
-¿Cuándo?
"En octubre. Era cosa de revisar la carta Gantt. Pero hay que entender que había un compromiso político: la Presidenta quería inaugurar el GAM. Pero más que un proyecto político, es un proyecto de Estado".
-¿Se ha puesto en el plano de que el directorio le pida la renuncia?
"No es mi primera preocupación; ejerceré mi rol hasta el último momento. He tenido varias reuniones con la ministra de Cultura, Alejandra Pérez; le manifesté que era fundamental que ella tomara un rol político frente a este proyecto, y se manifestó súper alineada con eso. Además de que tengo la confianza de todo mi directorio, no tendrían por qué sacarnos; hemos hecho un buen trabajo. Así lo demuestran los números. Hemos tenido más del 75% de ocupación de sala, ¡como los teatros de Londres!".
-¿Cuáles son sus dos mayores logros en estos dos años y tres meses de gestión?
"Primero, haber impulsado la circulación, con más de 86 presentaciones afuera del GAM, la gran mayoría espectáculos, pero también transferencias de conocimiento para entidades culturales en regiones. Segundo, hay que reconocer las buenas cifras, de público y financieras. Cuando asumí teníamos 1.200.000 personas al año y ya estamos llegando a 1.500.000. Además, el GAM por segundo año consecutivo tiene cifras económicas positivas. Asumí con un déficit de $100 millones, y ya en 2016 tuvimos $100 millones positivos, y sobre $70 millones en 2017".
-¿Y las dos mayores deudas?
"Aunque no dependía de nosotros, la mayor deuda es no inaugurar la gran sala. Y nos falta cautivar a algún privado que quiera ser sponsor oficial del GAM".
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