domingo, junio 17, 2018

Éxitos y penurias de los teatros regionales

El Mercurio

Problemas de financiamiento y ampliación de la oferta programática son algunos de los retos que enfrentan estos escenarios. "Los teatros regionales no son feudos de nadie. No son el rancho político del intendente o del alcalde de turno", denuncia Juan José Valdés, secretario ejecutivo de la Corporación de Amigos del Teatro Regional del Maule 

Por Maureen Lennon Zaninovic

Se solía llamar la capital barroca de Chile. Es sabido que el Teatro Regional de Rancagua, bajo la gestión del músico Marcelo Vidal, alcanzó un indiscutido prestigio por sus innovadoras puestas en escena de óperas. Con un aforo de 729 butacas, en 2015 -y a casi un año de su inauguración- este escenario marcó un hito con el estreno en Latinoamérica de "Platée" (1745), de Jean-Philippe Rameau. Tras un bullado problema presupuestario, que precipitó la salida forzada de Vidal, se designó en febrero del año pasado a la gestora cultural Francisca Pizarro como directora artística del principal coliseo de la VI Región.

En una decisión que generó impacto entre los melómanos, este escenario dejó de programar música barroca. Las nuevas autoridades optaron por una oferta mucho más popular y comenzaron, fundamentalmente, a recibir propuestas "importadas" de productoras externas. En uno de los escasos momentos destacados de su programación 2017, el 11 y 12 de noviembre, en la Medialuna de Rancagua, presentaron una producción propia de la ópera "Carmen", de Bizet. A la hora de los balances, el montaje dejó un sabor amargo. ¿La razón? Los problemas presupuestarios volvieron a salir a flote y las presentaciones se vieron empañadas por el retraso en el pago de honorarios, lo que generó un público rechazo de cantantes y del director de escena de esta ópera.

"Reconozco que en 2017 prácticamente no hubo producción porque a raíz de los cuestionamientos al financiamiento, se cortaron todos los subsidios al teatro", revela a "Artes y Letras" el artista cubano Eduardo Díaz, quien asumió en abril como director de programación del Teatro Regional de Rancagua. Díaz cuenta con una destacada trayectoria en su Cuba natal -junto al Ballet Nacional de Alicia Alonso-, en Corea y Europa, y es fundador de la Orquesta Sinfónica Juvenil del Teatro Regional de Rancagua. Añade que "lamentablemente, por la falta de financiamiento, no se le ha podido dar continuidad a esta agrupación y los músicos trabajan por proyectos".

Díaz asume este nuevo reto con optimismo y confía en que saldrán a flote: "Las deudas ya están saneadas. Incluso teníamos deudas desde hace cuatro años que están pagadas. Ya tuve una reunión con las autoridades locales y se nos aprobó una primera inyección de recursos. Con la Contraloría hoy estamos en orden". El profesional remata: "Todo indica que retomaremos una programación variada y de calidad. Mi propuesta para este año es tener cuatro producciones propias de ballet, danza contemporánea y ópera. Estamos en un buen momento para aprender a construir".

"No hay diálogo"

Juan José Valdés, secretario ejecutivo de la Corporación de Amigos del Teatro Regional del Maule, señala a "Artes y Letras" que es una "gran pena lo que pasó en Rancagua. Generalmente la ópera estaba presente, durante todo el año, en las provincias, gracias al aporte de los teatros regionales, pero esa tendencia se rompió. Somos muy pocos los escenarios que están apostando por el género lírico".

El coliseo talquino ha cosechado elogiosas críticas por sus producciones. El año pasado estrenaron "El Trovador" de Verdi y en noviembre su apuesta es "La Bohème", de Puccini. "Lamento mucho que los teatros regionales no podamos reunirnos en una sola entidad y así producir entre todos ópera y hacerla circular por el país. Lamentablemente entre nosotros no nos comunicamos. Lo de Rancagua es triste y el Teatro Municipal de Temuco está saliendo a flote, después de un 2017 complicado".

Valdés considera que la cultura en regiones es "como un grito en el desierto. Si uno mira los presupuestos de Hacienda, prácticamente todos los millones se quedan en Santiago, en desmedro de las regiones. ¿Qué tenemos que hacer ante este panorama? Ser capaces de autogestionarnos. En nuestro caso es clave el aporte de los privados, del alcalde y del gobierno regional. Eso nos ha dado una estabilidad entre comillas, porque puede llegar un alcalde o un intendente que no comparta este proyecto y nos quedamos sin un peso".

El secretario ejecutivo de la Corporación de Amigos del Teatro Regional del Maule remata que "afortunadamente contamos con el apoyo de las autoridades locales, quienes han entendido que este espacio es una entidad corporativa que tiene fines comunitarios y sociales; y que tiene como objeto promover la cultura. Los teatros regionales no son feudos de nadie. No son el rancho político del intendente o del alcalde de turno. El gran problema es que muchas veces asumen autoridades por cuatro años, luego se van, y durante su período intervienen todo".

Valdés reconoce que en estos momentos está pasando por una relación delicada con la Orquesta Clásica del Maule, cuyos músicos le reclaman contar con un contrato indefinido y no seguir a honorarios. "Estamos ante una situación bastante ingrata, pero tengo que ser realista. Para la orquesta contamos con apoyo del Ministerio de las Culturas y estoy muy agradecido, pero aún nos falta por avanzar en esta materia. En Talca no tengo recursos, como sí los tiene la Universidad de Concepción o el Teatro Municipal de Santiago. Tener ese tipo de contratos sería una locura, un despropósito. Si tengo 100, debo gastar 100 y no 200. Espero que el sentido común prime, porque de seguir así quedaría en suspenso nuestra ópera de fin de año".

Temuco: de la incertidumbre a la luz

Patricia Betancourt, actual directora del Teatro Municipal de Temuco, reconoce a "Artes y Letras" que el 2017 fue complicado para este escenario que, si bien no tiene el rótulo de regional, se lo reconoce como el principal coliseo de La Araucanía (cuenta con un aforo de 1.200 localidades). "Tuvimos que volver a convencer a todos los concejales, quienes por falta de información o porque en el pasado no supimos difundir bien nuestra labor, no tenían conocimiento de que nuestra oferta no se restringe solo a nuestro espacio físico y que devolvemos prácticamente el doble de nuestra programación, de manera gratuita, a la comunidad", dice la autoridad temuquense. Betancourt advierte que hubo una merma importante en sus ingresos, "por eso en 2017 montamos una ópera más pequeña, como 'Così fan tutte', de Mozart, con un elenco acotado y la participación de nuestra Orquesta Filarmónica de Temuco. En noviembre de este año queremos presentar 'La flauta mágica' del compositor de Salzburgo. Es parte de nuestra historia dar ópera. Es un esfuerzo enorme, pero el público nos pregunta cada año qué montaje vamos a ofrecer. Espera la ópera, independientemente de su título".

Betancourt detalla que durante su gestión ha buscado generar una oferta amplia donde tienen cabida los cuerpos estables de este escenario (además de la Filarmónica, hay una agrupación juvenil, dos coros y dos ballets folclóricos) y variadas expresiones como la danza contemporánea, el tango, el teatro y la música popular. "En un momento se nos calificó de un teatro 'elitista', pero no queremos ser reconocidos como tales", expresa.

Y sobre el financiamiento, advierte que una parte importante proviene de la Municipalidad de Temuco. También hay ingresos que llegan vía Ministerio de las Culturas, compra de entradas y el aporte de privados.

La joya de Concepción

Con 10.000 m2 construidos, una altura similar a la de un edificio de seis pisos y una extensión equivalente al frontis del Palacio de La Moneda, desde que se inauguró el Teatro Regional del Biobío, en marzo pasado, no ha pasado desapercibido.

"La construcción de Smiljan Radic ha generado reacciones encontradas: amor y odio. Pero una vez que el público ingresa, se fascina. Siento que poco a poco este escenario va a visibilizar a Concepción de una manera muy importante", reconoce Francisca Peró, directora ejecutiva del Teatro Regional del Biobío.

La principal sala de este imponente escenario penquista cuenta con 1.188 butacas, además de 12 espacios para sillas de ruedas; mientras que la sala de cámara, una caja negra sin escenario, tiene 250 aposentadurías retráctiles, lo que le da mayor versatilidad. Desde su apertura ha recibido obras de teatro y danza, conciertos y otros montajes de artistas regionales y nacionales.

"La afluencia de público superó nuestras expectativas. El viernes tuvimos, a tablero vuelto, al Ballet de Santiago con 'Don Quijote'. Las entradas eran gratuitas y se nos fueron en un día", dice la directora ejecutiva y agrega que la apuesta es programar producciones propias e invitadas, con un fuerte énfasis en las artes escénicas, fundamentalmente la música y el teatro. "Nuestro sueño, y vengo llegando de Colombia buscando acuerdos, es poder compartir gastos y traer en 2019 a Concepción a una gran orquesta clásica internacional".

Peró también tiene un diagnóstico claro en torno a los retos que supone el financiamiento de la programación: "Chile, por sus distancias, es un país caro. No es fácil traer obras de Santiago, fundamentalmente por los costos. Para hacerse una idea, muchas veces es apenas un poco más costoso traer un espectáculo de Buenos Aires".

El financiamiento de este escenario -que asciende a 1.900 millones de pesos anuales- privilegia un modelo diversificado, es decir, suma aportes del gobierno regional, del Ministerio de las Culturas, más los recursos del mundo privado, venta de entradas e ingresos por el arriendo de salas. La profesional remata que, lamentablemente, el funcionamiento de algunos escenarios regionales se ha "visto cooptado por las autoridades de turno, ya sean alcaldes o intendentes, y esa realidad obviamente afecta el funcionamiento y supervivencia de estos espacios".

En la ciudad también está el Teatro de la Universidad de Concepción que, además de una elogiada programación protagonizada por su orquesta sinfónica, desde hace más de una década ofrece producciones propias de ópera.

Tras la llegada del nuevo rector, Carlos Saavedra, esta semana se anunció que Mario Cabrera (en reemplazo de Lilian Quezada) asumirá la gerencia de la Corporación Cultural de la Universidad de Concepción. Cabrera -quien se excusó de dar entrevistas- es además presidente de la Corporación del Teatro Regional del Biobío y según ha trascendido en el medio penquista, su nombramiento ha generado bastante "extrañeza", tanto en la universidad como en el coliseo regional. Extraoficialmente se había anunciado para agosto el estreno de "Rigoletto", de Verdi. "Pero el cambio de autoridades lo dejó en suspenso. No nos han dicho nada aún, pero nos imaginamos que la ópera se canceló. Estamos a la espera y confiamos que el género lírico no desaparezca", advierte el régisseur Gonzalo Cuadra.

"Hacer gestión cultural en regiones es un grito en el desierto"
JUAN JOSÉ VALDÉS
TEATRO REGIONAL DEL MAULE

"Chile es un país caro para hacer traslados de programación"
FRANCISCA PERÓ
TEATRO DEL BIOBÍO

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