JOSÉ VÁSQUEZ
Espectáculos
El Mercurio
El evento cumplirá 10 versiones el próximo año y trabaja en propuestas para llegar a regiones con shows satélites. Además, prepara cambios para evitar colapsos en el Movistar Arena y se refiere al incidente político que generó Fiskales Ad-Hok.
El festival terminó el domingo totalizando una asistencia de 240 mil personas durante el fin de semana en el Parque O'Higgins. Una masa de gente que aprobó en general la novena edición de Lollapalooza, aunque igual usó las distintas tribunas, ya sea a través de las redes sociales o a viva voz en el mismo recinto para manifestar su disconformidad ante situaciones que se escaparon del control en un evento que se ha caracterizado por su orden en la planificación.
Paloma Mami fue la gran responsable de sacudir el sábado el festival, transformando en un hito su primera incursión en vivo que colapsó de gente el escenario en el que se presentó por 18 minutos y donde interpretó solo cuatro canciones. Mucho público llegó y no pudo verla ni escucharla, y muchos reclamaron a gritos el desacierto de programar el show en un escenario secundario dada su reciente popularidad.
La cantante, en entrevista con "El Mercurio", señaló que cuando aceptó la propuesta del festival entonces tenía apenas una canción y que en ese momento consideró apropiado el lugar donde se iba a presentar, lo que más tarde, explica Sebastián de la Barra, de la productora Lotus, se hacía imposible de modificar.
"Hace meses que ya estaba cerrado el lugar en el que cada banda actúa", señala el productor, quien agrega que cuando se le invitó a participar en Lollapalooza fue en un instante en que "se trató de proteger guardando las proporciones del momento de su carrera. Ella todavía está armando su show y tiene un gran futuro, por lo que dejó la expectativa de que más temprano que tarde va a regresar a un escenario más grande".
La música urbana gana terreno
En esta edición los números de reggaetón y trap funcionaron con éxito de público. "DrefQuila abrió una mañana y le fue increíble. Igual Polimá Westcoast, con mucha gente a primera hora en el Movistar Arena", destaca De la Barra como algunos de los ejemplos exitosos además de Paulo Londra o Tomasa del Real. "El rock siguió existiendo en el festival con Lenny Kravitz o Greta Van Fleet, que combinamos con géneros como la música urbana, que es lo que la gente está escuchando. Si bien este año no estuvieron en los escenarios principales, eso podría cambiar en la próxima edición", dice el productor.
Las estrellas de la electrónica al aire libre
En el Movistar Arena la fiesta es eterna durante toda la jornada. Un flujo incesante de público que preocupa cuando se agolpa cada vez mayor cantidad de personas intentando ingresar en un recinto que por seguridad debe limitar su acceso. "Vamos a estudiar que no haya números electrónicos tan grandes cerrando el arena, dada la capacidad finita del lugar. Hemos tenido a los máximos exponentes de la electrónica ahí, como Steve Aoki este año, pero creemos que, por seguridad, para el futuro los tendremos que llevar a los escenarios principales", dice el productor.
Sideshows en regiones
Lollapalooza se encamina a cumplir su primera década en Chile y lo hace con un éxito de público que por ahora no está planeado aumentar. "Sentimos que 80 mil personas diarias es la capacidad ideal", plantea De la Barra, que para el próximo año, señala, estudia la posibilidad de llevar el festival a regiones. "Nos gustaría hacer un par de sideshows fuera de Santiago. Este año, por diversas razones, no lo pudimos conseguir. También sorprender con algunos conciertos en lugares icónicos de la capital. Hasta ahora son proyectos, pero lo que sí puedo decir es que nuestros primeros diez años no van a pasar inadvertidos. Estamos viendo algunos formatos para repasar nuestra misma historia", agrega el productor.
El punk político
Durante el evento, no solo el grupo nacional Fiskales Ad-Hok realizó manifestaciones políticas en su show, pero fueron ellos los que provocaron mayor repercusión con imágenes en contra del Presidente Sebastián Piñera, Jaime Guzmán y José Antonio Kast, entre otros personajes. "Somos un festival que busca manifestar sentimientos como el amor y el respeto, que son nuestros valores como empresa, y preferimos restarnos a las declaraciones políticas, porque sentimos que es algo que no nos compete", sostiene De la Barra.
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