Joven de 15 años es el primer ciego en entrar al ex-Conservatorio de la U. de Chile.
Gianluca Parrini C.
Nacional
El Mercurio
El adolescente posee discapacidad visual desde que nació. En marzo inició la Etapa Básica en la institución musical, y no se cierra a ser director de orquesta.
Bernabé Catalán (15) está feliz. Cumplió uno de sus sueños: ingresar al ex Conservatorio de Música de la Universidad de Chile, hoy Escuela de Etapa Básica de la Facultad de Artes. Toca el clarinete y domina otros instrumentos, como la batería y el teclado. Según su familia y profesor, tiene oído absoluto.
Nació ciego y es el primer alumno con discapacidad visual en entrar, vía admisión regular, a esta rama académica, en la que también terminará la enseñanza media.
"Cuando toco, es una mezcla de hartos sentimientos. Me concentro mucho", dice minutos antes de la ceremonia de inducción realizada en el Campus Juan Gómez Millas, en Ñuñoa.
Catalán rindió los exámenes de ingreso el año pasado. "La prueba era de conocimientos básicos, algo de solfeo y de teoría. En la siguiente, en la audición, tuve que tocar. Me sentía preparado", recuerda.
María Elisa Vásquez, su madre y pilar, lo asistió en la parte escrita del test: él le iba dictando. Confiesa que se siente orgullosa: "Es como un sueño de los dos. Él siempre dijo que iba a entrar a la universidad a estudiar música, desde chico. Apenas nació, supe que iba a ser artista. Lo estimulaba con Beethoven cuando lloraba, y se calmaba".
Desde edad muy temprana, Bernabé ha asistido a la Fundación Luz, que promueve la inclusión de personas con discapacidad visual. Se formó en su etapa básica en el establecimiento de la organización, el Colegio Santa Lucía. El sello de sus alumnos, dicen, es la afinidad con la música y el arte.
Es ahí donde el adolescente forma parte de la Orquesta Sonidos de Luz. Su director, Cristián Rojas, detalla las cualidades de su pupilo: "La capacidad auditiva de Bernabé es superior a la normal: reconoce las frecuencias (oído absoluto). Si suena un bocinazo, por ejemplo, reconoce que está en si bemol. Es una habilidad grande. Se destaca".
Desafíos
El decano de la Facultad de Artes, Luis Orlandini, califica como "paradigmático" el caso del menor, ya que se están preparando "plenamente para hacernos cargo de su situación para su formación musical". Y añade: "Nunca nos habíamos hecho cargo de estas situaciones de forma regular, periódica, institucional y sistemática, porque no teníamos ni las condiciones ni la experiencia".
El director de la Etapa Básica, Héctor Sepúlveda, enumera los desafíos que presenta el ingreso de Bernabé: "Se hizo un plan de perfeccionamiento docente en la inclusión, y trabajaremos en conjunto con la Fundación Luz para estrechar vínculos en torno a la formación".
Puntualiza que se le asignó una tutora, "una compañera de la misma facultad de cursos mayores, que estará cercana a él" y lo guiará por la sede, ubicada en la calle Compañía.
Así, en marzo, Bernabé comenzó sus clases. Lleno de ilusión, confiesa que le gustaría quedarse en el Conservatorio y especializarse en clarinete. "Quizás, más adelante, estar en una agrupación importante, como la Orquesta Sinfónica". Al preguntarle si se ve como director de orquesta, sentencia: "No lo tengo en mente. Requiere mucho aprendizaje y el tema de la visión afecta al desafío". Pero no se limita: "Aunque me dedicaría a componer e interpretar, no me cierro a eso".
"Las partituras se ven y, a la vez, se van tocando en el instrumento. Y como el braille hay que estarlo tocando, con las manos no se puede ir leyendo y tocando. Lo más recomendado es aprenderse las canciones de memoria, y eso ya lo tengo desarrollado".
BERNABÉ CATALÁN
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